—Esto está tan mal. —Suspiré pesadamente, mirando a Harry quien me miraba con una expresión simpática. Quería saber qué cruzaba por la mente de Harry. ¿Él estaba genuinamente interesado en mí?, ¿era éste el camino para obtener acción? Me metí donde no debía.

—Pero ¿quieres hacerlo? —preguntó Liz, mirándome.

—Me gusta Harry y todo —empecé— Pero, quiero decir... Hecho tantas cosas sexuales ya y yo no quiero apresurar las cosas.

—No todas las relaciones van lento —Elizabeth informó— ¿Sabías que mamá y papá follaron antes del matrimonio? Creo que estás bien, Eve.

—Eso es asqueroso, ¿qué diablos? —Me encogí— ¡No tenías que decirme eso!

—Sólo quiero que hagas lo que haga más feliz. —Elizabeth sonrió suavemente— Y si eso significa follar con un hombre que es mayor que tú y apenas legal, entonces que así sea.

—Liz —susurré—. Nosotros no hicimos nada.

—Me acabas de decir lo que hiciste hace unos segundos. Cállate, pecadora —Elizabeth estableció—. Además, ¡me acuerdo la noche del viernes! Vi el semen alrededor de tus labios. —Mis ojos se abrieron por sus palabras repentinas y mis mejillas se encendieron en tonalidades rojas— ¿Fue su enorme polla?

—¡Elizabeth! —gruñí con los dientes apretados tensamente, a pesar de que yo no entendía lo que decía— Harry está en la misma habitación que nosotros. —Miré a Harry que parecía ser divertido.

—No me importa. —Elizabeth se encogió de hombros. —Te diría si la de Anthony era grande, pero estaba demasiado colocada para recordar.

—Bien por ti —le contesté sarcásticamente.

—Me encanta que estés creciendo y seas tan rebelde —dijo Elizabeth con entusiasmo—. Harry ha estado enseñándole a esa boca tuya por lo visto. —Le guiñó un ojo.

—¡Fuera de mi habitación! —exigí, sintiendo la fiebre del calor a mis mejillas nuevamente.

—Le diré a mamá y papá que quiero ir a la tienda de comestibles con ellos así los podemos dejar solos. ¡Siempre los entusiasma! Además, consigo las buenas galletas, no del tipo orgánico.

—Por favor, sólo vete —me quejé, mirando como Elizabeth me guiñaba un ojo y salía de mi habitación, cerrando la puerta detrás de ella en silencio.

—Wow —Harry tarareó—. Lamento no haberte limpiado adecuadamente la otra noche.

—Está bien —hablé en voz baja y empecé a trazar pautas en mi edredón.

—No te estoy utilizando en absoluto —dijo Harry después de un momento de silencio—. Eres realmente genial y todo.

—Gracias. —Me reí en silencio y mirándolo por el rabillo del ojo mientras se sentaba a mi lado en mi cama.

—Podemos tomar las cosas con calma, ya sabes —dijo Harry—. No quiero presionarte para que hagas todo lo que no quieres hacer.

—No quiero tomar las cosas con calma —hablé en voz baja y empecé a jugar con mis pulgares—. Me gusta lo que estamos haciendo. Simplemente no me gustan las consecuencias.

—Estoy de acuerdo. —Harry se rió en voz baja— Mucho peor castigo para mí, sin embargo.

—Es cierto. —Me reí— Te prometo que no diré nada.

—Y te prometo que no voy a decir nada, tampoco. —Harry sonrió— Todo para ti, muñeca.

—Me llamas así mucho. —Me rió, finalmente cobrando el coraje para mirarlo a los ojos.

Novice [h.s]Where stories live. Discover now