𝔞𝔯𝔤𝔢𝔫𝔱 ➢ 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖

6. La maldición de McCall.

↣ 𝑖 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑦𝑜𝑢 𝑠𝑖𝑛𝑐𝑒 𝑡ℎ𝑖𝑠 𝑚𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔 ,
𝑛𝑜𝑤 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑔𝑜𝑡 𝑢𝑠 𝑙𝑎𝑢𝑔ℎ𝑖𝑛𝑔.

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— TU MEJOR AMIGO ES UN IDIOTA, ¿LO SABÍAS?—espetó Adaline en cuanto Stiles llegó a saludarla a su casillero.

— En primera, buenos días para ti también.—le ayudó con sus libros— Y en segunda, no necesitas recordármelo. Lo conozco desde antes de que aprendiera a hacer ruidos de motor.

— ¿Y eso a qué edad fue?

— Puff, ¿a los 10?—soltaron a reír.

— Hablando en serio.—dijo Adaline sentándose junto a él en el salón— ¿Me vas a decir por qué McCall salió como alma que lleva el diablo de la fiesta? ¿Qué era tan importante que lo orilló a abandonar a mi hermana en su primera cita?

Stiles rió incómodo, rascándose la nuca como suele hacer cuando está por mentir.

Y Adaline lo notó.

— Ya sabes... ustedes tienen sus días al mes y... Scott también.

— Huh, Allison probablemente se trague ese cuento.—se acercó a Stiles, sus rostros quedando frente a frente— Pero yo no.

— Dela, no sé qué demonios quieres que te diga.

— Si tan solo fuera posible, diría que la luna llena afectó al ojos de cachorro.

El joven Stiles casi se ahoga con su propia saliva, pero la disimuló torpemente con una risa.

— Y dime, ¿qué pasó contigo y el cara bonita después de la fiesta?—las mejillas de Adaline se tornaron rojas— Huh, ¿tengo que empezar a darte las pláticas de cómo cuidarte?

— ¿Qué? ¿De qué hablas?—los ojos de la joven casi se salen de su órbita.

— Repite después de mí, "sin globo no hay fiesta."—su amiga le tapó rápidamente la boca al notar que varios del salón giraron a verlos.

— Jackson no es ese tipo de chico.—confesó ella, acercando su butaca para que nadie oyera su conversación.

— Ugh.—rodó los ojos, pasando su mano por su inexistente melena— Dela, es un hombre. Todos son iguales.

— ¿Y eso en qué demonios te convierte?

— En el hombre de tus sueños.—la sonrisa ladina del chico fue sustituida por una de dolor en cuanto la joven le soltó un fuerte golpe en el brazo.