En pocas palabras, existían hombres lobo y vampiros.
Pero, ¿cómo? ¿dónde? Nunca se ha presentado nada. Quizá Ian está creyendo algo que verdaderamente es irreal.. pero, ¿por qué el sabe de la existencia de esos seres? ¿será uno?
Joder, tal vez mi "mejor amigo" ni se llama Ian, ni tiene los años que dice. ¿Quién sabe? Todo lo que vi ayer por la tarde, me dejó en shock. ¿Desde cuándo el tenía un hermoso carro, un chofer, una cabaña?
No puedo concentrarme en hacer alguna tarea de casa. No dejo de pensar si en serio esto está pasando. Jamás me plantee la posibilidad de otro tipo de "humanos" en la Tierra.
Siempre se ha dicho que son irreales, fantasías, tanto que se han hecho libros y películas. Y ahora, llega "Ian" y me dice que soy una parte importante de estas dos manadas.
-¿En serio, Rose?- Esto puede ser una broma y yo aquí comiendome la cabeza.
Salgo al super, ya que mi madre me ha pedido de favor que pase a hacer el mandado. Gracias a Dios, me prestó la camioneta y no tardo en llegar al Waltmart más cercano.
Tomo un carrito, y comienzo a buscar cada producto que mi mamá me escribió en una lista.
--Cereales, leche, carne, huevos, tocino, tomate, lechuga, aguacate, mayonesa, barra de pan--
y al final del papel dice:
PD. Puedes comprar tu "magnifica" Nutella, cariño.. te quiere, mamá.
Dios, mi madre si que me conoce.
Por último, busco la Nutella.. al no encontrarla, pregunto a una señorita en qué pasillo se encuentra y me guía hacia ella.
Cuando voy a tomarla, noto un cuerpo al lado del mío.. y como todo una curiosa, volteo.
Nadamás y nada menos que el misterioso chicos de tatuajes.
¡¿CÓMO PUDO PONERSE MÁS GUAPO?!
-Hola, preciosa.. nos volvemos a ver -sonríe de lado, sin mostrar sus dientes.
-Ho-hola.. -esto no era lo que pensaba decir.
-¿Casualidad o destino? -dice con un brillo en los ojos
-¿Per-perdona? -joder, no puedo hablar con él.
-Encontrarnos.. ¿es casualidad o destino? -dice nuevamente
No sé de donde, pero tomo coraje y con este mismo, contesto.
-Yo diría que mala suerte. -digo, retándolo
Suelta una carcajada, a lo que yo me quedo seria. Viendo su expresión. Termina hasta limpiándose una pequeña lágrima que salió de sus hermosos ojos az.. -Rose, contrólate- pienso.
-Niñita, vuelves a retarme.. -dice totalemente, serio.
-¿Niñita yo?
-Claro, quién si no.
-Niñito.
Trata de ocultar su sonrisa, pero yo no.. y termino tirando una gran carcajada, poco después escucho como se une a mi riéndose. La gente nos mira extraño.
Es ahora o nunca.
-¿Por fin me dirás tu nombre, niñito?-digo en tono de burla
-¿Tan loca estás por mí? -me dice de la misma manera
Oculto mi sonrisa y sigo.
-Claro, señor egocéntrico.
-Markus. -dice con una sonrisa de infarto.
-¿Y ya está?
-Markus Müller -extiende su mano para tomar la mía.
Una corriente extraña pasa por mi mano cuando tomo la suya. Al parecer el también lo sintió, pues me mira dudoso pero sin dejar de lado su sonrisa.
-¿Y tu nombre, niñita?
-Rose, Rose Meller. -digo sonriéndole
-Encantado, Rose.. hasta pronto. -dice con aire tenebroso.
Todo estaba bien, ¿por qué volvió a su faseta tenebrosa?
Tomo la nutella, voy hacia las cajas, la señorita me cobra y pago con la tarjeta que me dio mi mamá.
Al salir al estacionamiento, escucho el rechinar de unas llantas.. y como no soy nada curiosa, voltee para encontrarme a Markus en un coche hermoso. Un Audi R8 negro. ¿Cómo puede comprarse esos coches?
¿Cómo sé tanto de autos? Bueno, tengo una obsesión con ellos. Hasta tengo una carpeta en mi portátil de imagenes.
Markus voltea, mirándome de manera indescifrable y yo mejor comienzo a guardar las compras en la cajuela.
Tomo camino hacia mi casa y no puedo reír como tonta al recordar lo que pasó con mi chico de ojos azules..
Sí, mi chico.
