Al salir del hospital los gritos inundaron mis oídos.
Fans gritando, llorando, con carteles, tratando de llamar mi atención.
Por otro lado, molestos paparazzis jodiendo mi existencia.
Un típico día.
Subí lo mas rápido que pude al auto acompañado de Kenny y las puertas se cerraron.
En todo el recorrido a mi casa no pude pensar en otra cosa que no sea ella y mi hijo. Sonreí a medias al pensar «mi hijo», un escalofrio recorre mi espalda al pensar en él o ella. Estoy seguro que se un «él».
No puedo esperar a tenerlo en mis brazos y jugar con él. Enseñarle a jugar basquet o fútbol. Ser su compañero de travesuras. Darle consejos respecto a una chica que le gusta. Que me vea como su héroe, su mejor amigo, quiero ser su ejemplo a seguir. Que presuma de mí con sus compañeros.
¿Y si es princesa y no príncipe?
Diablos. Sería mí dolor de cabeza cuando crezca.
Pensar que algún imbécil le ponga la mano encima me hace arder en celos. Porque no será princesa de nadie mas que mía.
-Llegamos.- dijo Kenny interrumpiendo mis pensamientos.
Asenti y luego baje. Saque las llaves de mi bolsillo, la metí en la cerradura y entré.
Mi abuelos estaban sentados en el sofá y al verme se pusieron de pie rápidamente.
-Hijo..- me abrazó mi abuela.- Oh bebé, mi pobre Justin.- sostuvo mi cara entre sus manos.
- Estoy bien abuela.- Sonreí a medias.
-Muchacho ¿Como está ___?.- preguntó preocupado.
Suspire.
-Se encuentra en estado de coma.- respondí.
-Oh Dios mío..- susurró la abuela.
-Dicen que no saben el tiempo que llegué a estar así.- susurré.
-¿Que ocurrió?.- preguntó nuevamente mi abuelo.
Cerré los ojos recordando la noche anterior. Mis puños se cerraron por inercia.
-No quiero hablar de eso. Iré a mi habitación.
Fui por las escaleras hasta el segundo piso y entré en la habitación.
Fui al baño y me di una ducha rápida. Al salir me recoste en la cama y abracé su almohada.
Maldición, las lágrimas nublaron mi vista rápidamente.
No se cuanto tiempo estuve así, al abrir los ojos toda la claridad se había ido. Era de noche.
¿De noche?
Busqué algo que ponerme, tome mi celular, las llaves de mi auto,salí de la habitación y baje rápidamente las escaleras.
-¡Titoo!.- gritó.
Sonreí al verla sentada en el sofá.
-Princesa ¿que haces aquí tan sola?.- la puse sobre mi regazo.
-Valla, creí que no despertarías nunca.- dijo mama.
Me volteé y la vi caminando hacia nosotros con un helado.
-Se me hizo tarde.- respondí. ¿Mamá aquí?.- ¿No deberías estar con ___?.- frunci el ceño.
-Tranquilo..- puso a Adele en su regazo.- Sus padres ya están con ella. Yo tenía que cuidar a los niños.
