3: Señor L

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Para cuando la clase había terminado, Aixa no sabía que pensar de lo sucedido en las dos horas en el salón.

La buena noticia era que Aixa había logrado convencer a
Virginia de que ayudara a Lorraine y Winter a practicar.

La mala noticia era que Winter no iba a poder ensayar, ya que ella había permanecido inamovible, por lo que el Sr Laulliet la castigó todas las tardes de ésa semana.

Las mejores noticias eran que Virginia prometió no decir nada acerca de su puesto en Raymond

Cuando Aixa leyó esto en su celular, estuvo tan feliz que había soltado una pequeña risa de alivio.

Sin embargo, el Sr Laulliet la oyó, lo que le recordó que ella y Winter tenían sus gorros. Fue por esto que volvió a amenazarlas con detención, hasta que Aixa cedió y el Sr Laulliet se rindió y simplemente castigó a Winter.

Cuando la clase terminó, Winter se dirigió derecha al aula de detención, mientras Lorraine fue a buscar unos cuadernos de su casillero. Ante esto, le dijo a Aixa que se adelantara.

Aixa se estaba dirigiendo hacia la salida cuando alguien la llamó por detrás.

Hizo una mueca al tiempo que volteaba para ver a Araon delante suyo.

-Hey -Saludó Araón como si se conocieran de toda la vida -¿Como te llamas? Es que me parece no haber escuchado tu nombre hace un rato -Acto seguido le dio lo que Aixa imaginó era una de sus sonrisas atrapa ilusas.

Sin mostrar ni un ápice de simpatía, Aixa le contestó y se giró para irse cuando se vio bloqueada por el pelirrojo.

-Espera, estaba pensando... ¿Qué te parece la idea de ir a cenar? Digamos...

-¿Nunca? -Interrumpió Aixa -Sé bien que tienes novia, y en todo caso, no eres mi tipo. Así que, bye bye -Terminó sin poder evitar ser mala con él.

Lo esquivó y siguió su camino hacia su preciada libertad de aquella cárcel que muchos llaman escuela, cuando fue detenida por una mancha azul que la arrastró sin piedad hasta el que parecía ser el gimnasio.

Aixa la reconoció como la porrista que había llegado tarde a clase de matemáticas.

Por un horrible momento temió que la hubiera reconocido, pero luego recordó que no había alcanzado a estar cuando llamaron lista.

Y de todas formas, ¿Quién dice que aún si sabe su apellido, la reconozca? Si los papeles estuvieran invertidos, difícilmente consideraría que es porrista.

La porrista la llevó al que Aixa supuso que era el área de practicas, aunque era difícil de decir porque sólo era un pedazo de tierra cubierto de pasto y un par de árboles.

-Stocker. Aixa Stocker, ¿Cierto? -Le preguntó la porrista mientras se aseguraba de que no hubiera nadie.

-Para qué preguntas si ya sabes -Gruñó Aixa entrecerrando los ojos.

La porrista asintió como si estuviera haciendo una operación de matemáticas muy complicada.

-¿Del Raymond?

Aixa apretó los labios, dejando vagar la respuesta tácita en el aire.

La tinturada suspiró y le tendió la mano.

-Kate, Kate Trog.

Aixa simplemente miró su mano extendida, hasta que ésta se dio cuenta de que no iba a aceptarla y la bajó.

-Escuché rumores sobre lo sucedido con el equipo del Raymond, pero no estaba segura de si eran reales o sólo un chisme para llamar la atención.

Aixa hizo una mueca recordando el momento en que la anterior capitana había empezado un montón de chismes para llamar la atención al equipo y que las dejaran participar en una audiciones para competir.

No entraron, pero sí se metieron en varios problemas por el tipo de chismes que la capitana había hecho, así que las chicas se pusieron en su contra. Poco después, Aixa era su capitana.

-En fin, -Continuó Kate -lo que no entiendo es que, si eres aquella chica, ¿Porque diablos te ves... Así?

Aixa la miró un una de sus cejas arqueda, tratando de adivinar a dónde quería llegar.

Kate carraspeó antes de continuar: -Supongo que eso no es de mi incumbencia -Aixa le dió la mayor mirada de "no-me-digas". Kate suspiró -Mira, no me agradas, no te agrado, y Daisy jamás va a reparar en que eres porrista, así que si tu idea era llamar la atención como la defensora de las idiotas, te equivocaste.

Aixa la miró entonces con ojos muertos, más confundida que antes.

Kate hizo una mueca.

-¿Por qué?

Aixa bufó.

-¿En verdad crees que te lo voy a decir? -Dijo con un leve tono de "deja-de-hacerme-perder-el-tiempo".

-Solo quiero asegurarme de que no arruines las cosas. No te metas con Daisy, Reyna o conmigo, o estarás en el peor infierno del mundo.

Acto seguido de giró y se fue dejando a Aixa preguntándose qué estaba mal con aquella chica.

Sacudió su cabeza al tiempo que se devolvía hacia la salida, cuando vio a una chica pequeña, pelinegra con gafas cubiertas de cinta. Estaba rodeada de unos chicos mayores y se notaba a leguas que no eran nada amistosos.

Aixa se quedó mirando desde la distancia, tratando de decidir si ayudar a la chica y meterse en un gran lío, o mantenerse al margen y evitarse problemas.

Mordiéndose el labio con nerviosismo, cogió una roca pequeña y la lanzó a uno de los chicos para después ocultarse detrás de un árbol.

Se asomó por un lado y notó que la chica miraba en su dirección. Aixa hizo una mueca y lanzo otras dos piedras a los chicos.

Eso fue todo lo que la pelinegra necesitó para escapar de ellos. Aprovechando su distracción, se alejó rápidamente en dirección a la escuela.

Los chicos decidieron ir hacia el lugar de dónde les lanzaban piedras y Aixa maldijo en silencio por no haber pensado mejor su plan.

Estaba pensando que diablos hacer cuando una alarma sonó en la escuela.

Aixa alcanzó a ver desde la distancia a la chica pelinegra al lado de un extintor, y para horror de la rubia, presionado la alarma de incendios.

Escuchó pasos acelerados y se dió cuenta de que los chicos se estaban llendo como perseguidos por el diablo.

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A-Yo! Antes que nada: LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO LO SIENTO.

Es que... Es que... Va, ni siquiera tengo excusa.

Sé que me demoré. Sé que dije que iba a ser constante... Pero simplemente no es lo mío.

De todas maneras, aquí estoy, viva y pidiendo disculpas, y espero que eso sea suficiente para sus nobles e indulgentes corazones.

Así que... Lo siento por la demora. Gracias por leer. Y que disfruten.

Att: Samantha Fuentes.

PD: Prometo usar toda mi fuerza de voluntad para volver a publicar pronto.

PD²: Lo siento!

Traje de porrista [CANCELADA]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora