AMOR ENTRE BURBUJAS

~CAPÍTULO 21~ [Baño en desinfectante]

-No lo quiero—Comenté a la defensiva—

-Es Kim Taehyung—continuó él obviando mi comentario—el chico que ha vivido enamorado de ti durante toda su vida—carraspeó—Quizás y si dejas tu orgullo te liberarías de tener que verlo tirándose a Liza—Arqueó las cejas—

Podría evitar muchas cosas en realidad. Pero también podría ofrecerle dolor a Taehyung. Vamos... está mejor sin mí, disfrutando de su vida; mientras que si yo decido estar con él, solo le otorgaría sufrimiento y preocupaciones por mi salud.

- No lo quiero...-- murmuré muy despacio para cerrarme en mí misma, sin escuchar a nada más que ecos. No quiero escuchar a nadie, no quiero que nadie me reclame ni eche en cara nada... y mucho menos, no quiero el amor de nadie porque no seré capaz de rellenar ese espacio que me ofrecen en sus vidas.

Las clases había culminado y yo hacía en la biblioteca leyendo algunos de mis libros favoritos "Historia de dos ciudades"... la historia de desgraciado Sydney Carton y su amor no correspondido por Lucie Manette; y a pesar de ello su sacrificio por ella fue un acto de amor puro; "Las mil y una noche" una de mis favoritas... historias llenas de fantasía que me llevan fuera de mis pensamientos. "Todo está bien cuando me hallo fuera de mí misma"

Deslicé mis dedos por la hoja para darle vuelta.

El sonido que esta emite es relajante para mí, tal y como solía ser hace años, pero de pronto me hallo perdida en las páginas del libro. Si mi vida sería un libro, se trataría de una tragedia; una de aquella en la que la protagonista termina reclamada por la muerte, estando sola. No tan épico como la de Romeo y Julieta que ambos cometen el error más grande del mundo, y terminan suicidándose solo por estar junto al otro; pero sí una en la que todo el mundo tiene lastima de la protagonista. "Pobrecita de ella"

-Nina—Un desliz de labios por mi mejilla en un beso y n roce de sus dedos contra la piel de mi nuca, para luego apartarse. Salté de la silla, retrocediendo y encontrando a Taehyung tomando asiento a mi lado como si fuera de lo más natural.

Mis ojos lo encontraron, pero mis recuerdos remontaron a la escena en el comedor, obligándome a llevar la mano a la zona donde me había besado, y también en la zona de mi nuca, donde había colocado su mano para apoyarse y realizar el acto.

-No me toques—Mascullé sin ser capaz de ocultar mi expresión de desagrado—Ve y pasa por un baño desinfectante, y luego regresas—Volví la mirada hacia mi libro—

-Mierda—masculló él riendo-- ¿Es qué ahora soy un virus?—

-Por supuesto—arqueé las cejas—No imagino la cantidad de enfermedades sexuales que has de haber contraído. Quizás y se han originado más cuya cura es desconocida y se contraiga solo con el tacto—Taehyung curvó los labios recostándose en la silla—

-¡Ajá!—Hizo un gesto pareciendo algo cómico—Estas celosa—

-Estoy asqueada, que es muy diferente—di vuelta a la página, fingiendo leer. Porque en realidad Taehyung había logrado hacerme olvidar lo que leía—

-claro—sonrió inclinados hacia la mesa—Pero tú debes de entender que es mi novia—Su expresión de vacilación se desvaneció—Es natural... pero si tú me aceptaras...—

Abrí los ojos de par en par y luego fruncí más el rostro—

-¿Pretendes que te acepte después de verte divertir con Liza? ¿Por qué los hombres creen que tienen derecho a andar revolcándose con cualquiera, pero su futura esposa debe ser pura y casta?— Tenia las orejas quemándome debido a la cólera. "Tonto. Taehyung eres un idiota"

Taehyung bajó la cabeza jugueteando con los dedos y mordiéndose los labios—

-Yo nunca dije esposa...—Un golpe en mi pecho ocasionando que mordiera mi lengua—...Después de todo si ya no quieres ser mi novia ¿Que caso tiene pedirte que seas mi esposa? y aún más, qué caso tiene esperarte—Desinfló sus hombros y sonrió lacónico—me tengo que ir—Se puso de pie—Nos vemos luego Nina. Acabo recordar algo importante que tendiente—

Sus pasos empezaron a alejarse, mientras su cuerpo decaído delataba melancolía, derrumbando todo alrededor.

-Taehyung—Segundos después mi mano sujetó su brazo, provocando que él volteara hacia donde yo me hallaba.

Ni yo misma lo había percibido. Miré a alrededor encontrándome parada junto a la puerta de la biblioteca, lejos del libro que sujetaba. Había salido corriendo tras de él y ni siquiera recordaba cómo.

Los ojos de él me escudriñaron silenciosos, sus labios estaban apretados y sus ojos vidriosos; al mismo tiempo que algunas lágrimas recorrían sus mejillas, sin embargo, se apresuró a limpiárselas—

-¿Qué ocurre?—Cuestionó con la voz un poco chillona debido a su garganta rasgándose frente al llanto.

Carraspeó la garganta para aclararse la voz. Observé mi mano aún sobre su brazo

¿Qué ocurre? No lo sé—

-Deberíamos... salir y charlar un rato—Susurré encogiendo los hombros y dejando caer mi mano—Quizás podríamos intentar... ser amigos... -- Quizás las cosas puedan cambiar. Pensé. ¿Sería posible?

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