─Hola. ─sonrío al abrir la puerta de la entrada y encontrarme con Jack parado en frente con una bolsa─ .¿Qué haces aquí tan temprano? ─le pregunto.
─He traído el desayuno. ─sonríe entrando en casa y pasando a la cocina.
─Gracias, no tendrías por qué haberlo hecho. ─sonrío dirigiéndome a la cocina.
Él abre la bolsa y saca tres vasos de café y bollería que había comprado.
─No sabía lo que te gustaría, así que compré varias cosas. ─confiesa con una pequeña risa tímida.
Sonrío mirándole sacar todo de la bolsa y ponerlo en una bandeja. Cuando me mira ladeo un poco mi cabeza.
─¿Qué pasa? ─pregunta preocupado─. Espera, no sueles desayunar tanto, ¿verdad? ─pregunta preocupado.
Niego con la cabeza y me río un poco.
─Pero no pasa nada, hoy haré un esfuerzo. ─sonrío acercándome a él para coger la bandeja y me dirijo al comedor. Pongo la bandeja en la mesa que hay en frente del sofá y la acerco un poco más a este. Cojo el mando de la televisión y la enciendo. Giro mi rostro para preguntarle─. ¿Qué quieres...?
Pero él me interrumpe agarrando mi rostro entre sus manos y besándome.
Me sorprende bastante lo impulsivo que es, y sin saber por qué, le sigo el beso. Cierro mis ojos y dirijo una de mis manos hacia sus cabellos enterrando mis dedos en ellos.
Noto su lengua rozar mis labios y los separo abriendo mi boca, dándole paso a su lengua que sin pensárselo dos veces penetra la mía explorando cada centímetro de mi cavidad. Mi lengua busca la suya y empiezan una guerra de lenguas.
─¿Quién ha...?
Jack y yo nos separamos rápidamente al escuchar la voz de mi hermano. Desvío mi mirada hacia el desayuno que ha traído Jack intentando evitar a mi hermano.
─Está bien, haré como si no he visto eso. ─dice frunciendo el ceño y acercándose a nosotros─. ¿Has traído el desayuno? ─pregunta frunciendo el ceño al ver todo lo que hay en la mesa─.
─ Sí, toma. ─dice dándole uno de los vasos de café.
Ni si quiera puedo mirar a mi hermano a los ojos. Me siento tan incómoda que lo único que quiero hacer ahora es escapar e irme a cualquier otra parte.
¡Nos hemos besado! Y lo peor de todo es que mr ha gustado, me ha encantado. Solo nos conocemos de un día y me gusta, pero no quiero arriesgarme otra vez. Esta vez prefiero esperar a estar segura.
─Voy a la cocina, ahora vuelvo. ─digo levantándome del sofá.
Necesito estar durante unos segundos sola sin nadie mirándome. Pero como nunca puedo conseguir lo que quiero... David entra en la cocina y se sienta encima de una encimera mirándome.
─¿Qué? ─pregunto alzando una de mis cejas.
─Nada, no he dicho nada. ─se encoge de hombros.
─¿Por qué me miras así? ─pregunto en un suspiro─. No pienso hablar contigo sobre Jack, David. ─le advierto.
─Tranquila. ─alza sus manos─. No te lo he pedido.
─Bien. ─me cruzo de brazos─. ¿Eso es todo?
Él se ríe negando con la cabeza y se baja de la encimera.
─Sí, eso todo. ─dice saliendo de la cocina.
Yo también salgo de la cocina y vuelvo al salón donde ahora están Jack y mi hermano charlando como si nada. Me tomo mi café rápidamente y me dirijo a mi habitación para quitarme el pijama y ponerme ropa de deporte.
