Capítulo 19.

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N/A#1: En multimedia esta el trailer oficial de la novela (aunque ya hay otro video que es oficial) jajaja. Espero que les guste.

La lluvia golpeaba su rostro mientras la moto corría en una velocidad prudente por las calles casi vacías, por lo que ocultó su rostro tras la espada del chico de tatuajes.

Los nervios de su estómago aún no lograron calmarse hasta que fue consciente de lo que había ocurrido. ¿Qué significaba ese beso? Fuera cual fuese, quería más. Anhelaba volver a pegar sus labios contra los de él, sentir el sabor y la calidez de su boca. Estar tan próxima a Athan, ambos pegados al cuerpo del otro, hizo que su corazón se acelere con el simple recuerdo.

Athan estacionó frente a su casa. La lluvia había disminuido un poco, dejando solo un rastro de pequeñas y ligeras gotas de agua caer sobre ellos. El cielo era iluminado por los rayos silenciosos que avisaban que aquel clima no se calmaría tan pronto.

Opal quitó sus brazos alrededor de Athan a regañadientes, y se paró en la acera de su casa, mirando en dirección al chico de tatuajes.

-Ya no puedo alejarme de ti, niñata -lo oyó decir con la voz cargada de intensidad. Sus ojos negros como esa misma noche la miraron y su cabello húmedo caía sobre su frente -. Así que es tu decisión de si quieres estar a mi lado.

La castaña se mordió el interior de la su mejilla y se acercó un paso, el único que la separa del cuerpo de él sentado en la moto. Aún en esa posición, Athan tenía la misma altura que ella.

—No quiero alejarme -murmuró en voz baja para que solo él pusiese escucharla, aunque no había nadie más en la calle además de ellos -. Y no quiero que me alejes.

El chico de tatuajes pasó uno de sus brazos alrededor de la cintura de la castaña y la acercó más a él. El corazón de Opal volvió a hacer carrera contra su respiración e intentó mantener la fachada de la calma que ya no parecía existir dentro de ella. Con su otra mano, la tomó de un lado del rostro y acercó su boca a la de ella. Fue un roce, como una suave caricia hacia un pétalo de flor, pero fue lo suficiente para que Opal sienta que sus rodillas perdían fuerza. Estaban calados hasta los huesos, aunque eso no importaba, porque seguía sintiendo su calor a pesar de todo.

-Luego de probarte -habló con su voz grave y sexy, la misma que podría derretir a un glaciar completo -, no pienses que podré separarme de ti.

Y Opal estaba más que conforme con ello.

Le dio un último beso antes de alejarse completamente de él y entrar a su casa. No pudo despegar la sonrisa de su rostro hasta que cayó devuelta a su vida, donde Athan ya no era un problema, y su hermano fue arrestado. Golpeó su cabeza contra la puerta mientras dejaba salir un suspiro. Por un momento, allá con Athan, peleando o besándose, había olvidado el caos que se había convertido su vida familiar en tan solo menos de un día.

Subió las escaleras, intentando no mojar más de lo necesario. Parecía que se había zambullido en una piscina, y ni siquiera quería saber cómo tenía el cabello. Ya se imaginaba como el pelo de un gato mojado. Se quitó la ropa mojada y se adentró a la ducha caliente. Su mente divagaba por todos lados y sintió que aquella tensión de su cuerpo por todo el tema del chico de tatuajes, había desparecido como si nunca hubiera estado allí. Se quedó mirando los azulejos blancos frente a ella, sin poder dar crédito aún todo lo que había ocurrido. Entonces, ¿él la correspondía? ¿Sentía aquella necesidad de estar con ella como Opal sentía? Supo de inmediato que si. Athan no parecía de esos chicos como los del instituto, que solo jugaban con las chicas para llevarlas a la cama, o al menos quería creer que no. Ya era demasiado sorprendente para todos que él esté tan próximo a ella, igual que lo habían estado Lennen, Tahiel y Zenda, esperaba con toda su fuerza que eso significase algo.

The Guy of Tattoos© (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora