-¡Hey, hermano!-sonrió Jordán. -¿Listo para ser enganchado?

-Solo si el novio se presenta-contesté.

-¿Estás bromeando?-rió. -Isaac tiene que sostenerlo para mantenerlo dentro. El pobre bobo actúa como si con una mañana apartado de ti lo fuera a matar.

Sonreí y salí de la camioneta para darle al grandote un abrazo. -Trata de mantener a mis niños fuera de problemas. Los quiero a todos en mi boda en una sola pieza.

-No te preocupes. El Jefe viene en camino. Estoy seguro de que los mantendrá a raya,-contestó. Entonces, me pasó a Sophie.

-¡Hola, papi!-dijo emocionadísima.

-Buenos días,-sonreí. -¿Estás lista para apartarte de todos esos chicos?-pregunté, y ella asintió vigorosamente.

Jordán rió y besó primero a Sophie y luego a mi en la mejilla. -Los veré más tarde, caballero, dama.

Abroché a Sophie en su asiento, y Sophie y yo fuimos a reunirnos con las señoras en el salón. Liam se encontró conmigo en la camioneta. -¿Tenías que invitarla? Me está volviendo loco. -se quejó mientras levantaba a Sophie.

-Liam, es nuestra madre. Tiene que estar en mi boda-contesté.

-¡Mi bebé se está casando!-nuestra madre chilló mientras corría hacia mí con sus brazos bien abiertos. Ella trató de apretarme hasta sacarme la vida.

-Hola, mamá-me las arreglé para soltar.

Claudia me besó sonoramente en la mejilla antes de girarse. -Y esta debe ser la pequeña Sophie. ¡Oh, eres tan adorable! ¡Me dan ganas de comerte!-Sophie no sabía qué pensar sobre la rara mujer.

Liam dio un paso hacia atrás. -No asustes a la niña, mamá.

-Shush, Liam. -reprendió gentilmente.

No pude evitar reírme por la mirada amenazadora en la cara de mi hermano. -Vamos, Liam, damas. Vamos adentro.

Pasamos el día, al menos las damas, arreglándose el cabello y las uñas. Por suerte, yo sólo tuve que cortarme y peinar mi cabello en punta. Talia arregló para que almorzáramos en el salón, así que no fue necesario que saliéramos. Aparte de Claudia quejándose con Liam sobre sus luces, todo pasó tranquilamente.

Lidya sobornó a Sophie con dulces para mantenerla sentada el tiempo suficiente para que la estilista arreglara su cabello. Ella iba a ser la niña de las flores, por supuesto. Ethan y Leo pensaron que eran demasiado mayores para llevar los anillos, así que en lugar de eso pidieron ser quienes acomodaran a las personas en sus lugares. Theo prometió que se aseguraría de que ellos sentaran a todos en sus asientos, pero confiaba más en los chicos que en él.

-¿Cómo estás, querido?-Talia preguntó dulcemente.

-Estoy un poquito nervioso -admití.

Ella acarició mi mano. -Eso es perfectamente normal, pero te aseguro, no hay razón para estarlo. Definitivamente, estás haciendo lo correcto casándote con mi hijo.

-Oh, no es por eso que estoy nervioso -contesté. Me miró curiosa. -Simplemente no quiero caerme en el arrollo mientras trato de llegar al mirador.

Entonces, Talia rió. -John no dejará que eso suceda. Vas a estar bien.

Cuando su cabello y maquillaje estuvo terminado, y mi cabello en perfecto estado, movimos nuestra pequeña reunión a la casa de Derek... nuestra casa. Allison me ayudó con mi traje. El traje gris oscuro con mi camisa blanca y una corbata a juego con mi chaleco. -Ahora-dijo, girándome para ver un espejo. -¿No te alegra no haber usado los dardos para elegir tu traje?

Stiles Stilinski: Secuestradorحيث تعيش القصص. اكتشف الآن