John no se apartó del lado de su hijo mientras el doctor lo guiaba a través del obviamente doloroso proceso. Stiles, siendo Stiles, no lloró ni una vez. Incluso aunque estaba noqueado por la anestesia, sólo se veía una ligera mueca en su rostro.

-¡Es un niño!-anunció el doctor.

Horas después un Stiles jadeo sentándose.-Tráiganmelo. Quiero darle un pedazo de mi mente-dijo débilmente. Tan pronto como las enfermeras fueron por el bebé a la sala de recién nacidos, lo llevaron y colocaron gentilmente el movedizo bulto azul en sus brazos. Stiles miró hacia abajo y no dijo nada al principio, solo lo observó. Se olvidó de todos en la habitación, mientras una lágrima se deslizó por su mejilla. -Hola-dijo suavemente. Entonces, dejó salir una risita acuosa. -Debo decir, hago malditos bebés adorables.

John soltó una risita junto a él.

No aparté la vista del televisor, aún y aunque el video ya había terminado. Fue tan... gratificante, que él me enseñara eso. -Gracias-dije sinceramente.

-Solamente pensé que si tu ibas a ser el padre de mi nieto, te gustaría saber cómo llegó aquí-dijo John. Apagó la televisión. -Stiles es un hombre adulto. Él nunca haría nada que no fuera lo mejor para él o para Leo. Va a ser demasiado terco para escuchar, de todas maneras. No necesitas mi bendición, pero te la doy de cualquier forma.

Lo habría besado, pero seguramente me dispararía por eso. -No se arrepentirá, señor. Le prometo que nadie lo amará más de lo que yo lo hago. -Me puse de pie y sacudí su mano.

Su agarre fue más firme de lo normal. -Más te vale-advirtió. -Probablemente, deberías decirme cuándo cumplen años esos hijos tuyos. Si voy a estarlos visitando más seguido, necesito programar mis días libres con tiempo. -Sonreí y le escribí las fechas. Inclusive, él me añadió la suya. No eran Stiles y Leo uniéndose a mi familia; éramos mis hijos y yo uniéndonos a la suya. -¿Cuándo planeas preguntárselo?-me preguntó mientras salía.

-Yo espero que esta noche-contesté. -Solamente tengo una persona más con quien hablar.

-Buena suerte-me dijo. -Hacer que él acepte será difícil. -Me dio una palmada en la espalda. -Te veo después, hijo.-Entonces, regresó para dentro.

¿Por qué? ¿Por qué tenía que decirme eso, justo cuando pensé que no tenía nada más de qué preocuparme? Fui hacia mi auto y volví. Eso me daba unas cuantas horas para soltar la tensión de la posibilidad de que Stiles pudiera decir que no. La pura idea me causaba náuseas; ni siquiera pude disfrutar mi almuerzo.

Fui directamente a la escuela primaria. Afortunadamente, Lidya estaba a punto de hacer sus rondas, así que me dejó usar su oficina para hablar con Leo. Se veía un poquito nervioso cuando espió hacia dentro, pero se relajó un poco cuando me vio detrás del escritorio. -¿Estoy en problemas?

-No-sonreí. -Entra. Quiero hablar contigo.-Cerró la puerta detrás de él y se sentó en una de las otras sillas, luciendo un poco confundido. Me puse de pie y tomé la pequeña caja de mi bolsillo. Caminé alrededor del escritorio y me arrodillé para quedar a su nivel. -Quiero pedirle a Stiles que se case conmigo. Como se que eres muy protector con Stiles, necesito tu permiso primero.-Abrí la caja, enseñándole el anillo. -¿Qué dices, Leo? ¿Me puedo casar con tu papá?

-¡Sí!-contestó inmediatamente. -Ethan y yo seremos hermanos de verdad, y voy a tener una hermana.-Entonces, frunció el ceño. -Sophie va a necesitar una hermana también.

Solté una risita. -Una cosa a la vez, chico. Necesito que tu papá se case conmigo primero.

Él se encogió de hombros. -Él te ama. ¿Por qué no lo haría?

Stiles Stilinski: SecuestradorWhere stories live. Discover now