Laura: Marc, no te enfades. No me avergüenzo de ti, solo que no quiero que todo el mundo me pase a llamar cazafortunas.

Yo: ¡Ni se te ocurra pensar eso!

Laura: Siempre lo he pensado, Marc. Cuando te conocí, eras un mico. Ni siquiera sabía si se ganaba dinero con eso y pensaba que solo Dani, Valentino y Jorge ganaban dinero. Así que no creas ni por un momento que te quiero por eso.

Yo: Nunca lo he pensado. Ni lo pensaré.

Ella suspira y miro el reloj. Las once. Mañana tengo que madrugar y ella ha tenido un día bastante largo.

Yo: Deberías dormir. Ha sido un día largo.

Laura: Y tu mañana tienes entrenamientos. Mucha mierda, campeón.

Yo: Buenas noches, fea.

Laura: Muy fea, no creo, porque me quieres.

Yo: Ya creo que si lo hago. Adeu, petita.

Laura: Suerte, campeón.

Cuelgo y me quedo mirando al techo con una sonrisa de idiota en la cara. De repente, se abre la puerta y entra Javi, asustándome.

Javi: Pichilla. ¿Con quién hablabas tan meloso?

Que cabrón, como les gusta cotillear cuando están al lado de mi habitación, a ver lo que hago.

Yo: Mira que sois viejas del visillo, chaval.

Javi: Ya... pero nos tienes a todos en vilo.

Yo: Como si fuera un asunto de estado.

Javi: Lo es. Venga, Marc, dímelo.

Yo: Era Laura. Y ahora, ¡a la calle!

Le echo de mi habitación y le cierro la puerta en las narices. Sé que los demás están fuera.

Yo: ¡Iros a la puta cama ya, y dejadme tranquilo!

Santi: ¡Mira que eres malo! ¡Nos dices solo lo que no interesa!

Yo: ¡Lo que te interesa no me renta contártelo, vete a la cama, Santiago!

Me rio y me pongo el pijama, me meto en la cama y me duermo enseguida. Es tarde para quedarse pensando.

----------------------------------------------------------

Oigo un pitido a lo lejos aunque no es muy claro. Se para. Vuelvo a escucharlo, pero sigue siendo lejano. Se vuelve a parar y alguien se tira encima de mí.

Yo: ¡Me cago en las zapatillas de Toé!

Jose: ¿Eso es nuevo?

Yo: La madre que os pario. ¿Hay necesidad de despertarme de esa forma?

Jose: Son las siete y cuarto, dormilón.

Me le quedo mirando con los ojos abiertos. ¿Las siete y cuarto? Había puesto el reloj a las seis y media. ¿Cómo me he podido dormir? Nunca me duermo y menos en finde de carrera. Me paso la mano por la cara y resoplo.

Yo: Mierda...

Jose: Lo entendemos. Ayer fue un día duro pero ya no podemos dejarte dormir más. Hay que currar.

Yo: No, no. Venga, me pongo el mono y al lio.

Me levanto, me meto en el baño y me doy una ducha rápida para despejarme. Tengo que hacer la pole. Lo necesito. Esta noche va a estar conmigo y quiero que esté contenta. Salgo, me seco y me pongo el mono. Cuando salgo de la habitación están todos esperándome fuera.

Por ti (Marc Márquez)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora