Capítulo 1. La carta

208 15 1
                                    

Brenda:

Cuando llegó mi carta no pude más que lamentarme. Tendría que participar en ese patético concurso televisado y competir por aquél principe futuro rey de toda Íllea. Definitivamente no pienso hacerlo. Alessandra estaba muy emocionada. Llevaba desde niña siguiendo la vida de la realeza. Amaba a Maxon sin conocerlo y decía que era una suerte que fuera de nuestra edad. Cuando llegó su carta fue a mostrarsela a mamá y papá. Mientras que lo que yo hice fue ocultarla debajo de mi cama. ¿patético, cierto? Pues bien. Fingiría que no la tenía.

- Brenda. Baja, es la hora de la cena -gritó mi madre.

- Ya voy.

En cuanto bajé vi a Alessandra dando saltitos en la cocina. Teníamos 17 años y haciendo eso se veía como una niña pequeña.

- Brenda ¡Mira mi carta! -dijo y me la restregó en la cara.

- Basta -dije y quité la carta de mi cara.

- Querida, Brenda también tiene una. -dijo mi madre colocando un plato de pollo sobre la mesa.

- Madre. De hecho yo no... -digo pero ella me interrumpe.

- Bree. Ya sé que tú también tienes una. La escondiste debajo de tu cama.

- Bueno... ¿cómo lo sabes? -pregunto.

- Querida. Escondes las cosas ahí desde pequeña.

Nota: debería buscar un mejor lugar donde esconder mis cosas.

Alessandra me miraba con un poco de celos. ¿pero de mí? ¿por qué? Ella era idéntica a mi. Somos gemelas. Ella siempre ha sido la popular, extrovertida y aspirante a casarse con alguien de una casta más alta. Mientras que yo siempre he sido la estudiosa, decidida a conservar y llevar el restaurante familiar, me gustaba mi casta, ser una cuatro estaba bien para mi.

- Si... ¿Pero a ti no te gustaría participar, verdad? Digo, que tal si el príncipe se enamora de mi y cuando esté a punto de elegir a la ganadora se confunda contigo y te elija. ¿te imaginas? -dijo Alessandra.

- Dudo que eso pase. Y no, no quiero participar. -confesé.

- ¡Tonterías! -exclamó mi madre- Alessandra, no seas así. Si tu vas a participar en la selección entonces tu hermana también. Y se acaba la discusión. Ambas deben tener las mismas oportunidades. Si tienen la posibilidad de subir de casta mediante la selección, ambas participarán.

- Bien -contesté enfadada.

Nos sentamos a cenar.

- Oye Bree. -me dijo Alessandra- Creo que deberíamos usar algo que nos distinga a cada una. Así cuando Maxon nos vea, sabrá quien es quien y no nos confundirá.

- Si tu quieres Aless, aunque no creo que sea necesario. ¿Para qué tendrían a unas gemelas en la Selección? Después de todo te escogerían a ti.

Aless hizo una cara de satisfacción y siguió comiendo.

- Bree. Tienes las mismas posibilidades que Alessandra. -dijo mi padre entrando a la cocina.

- Papá. ¿a ti te gustaría que participara? -pregunté.

- Estoy de acuerdo con lo que dijo tu madre Bree. Lo harás muy bien. -dijo como si supiera que sería seleccionada. asentí y seguimos cenando.

Posteriormente me dirigí al segundo piso dispuesta a dormir.

Alessandra:

Me recosté sobre mi suave cobertor. ¿Bree tendría alguna oportunidad con Maxon si la elegian? No es por ser mala con Bree. Pero no tendría oportunidad contra mí, así de simple.

Mañana será el día en que entreguemos la carta con nuestros datos en la oficina de correos. Y nos tomarán una foto. Lo sé por que lo escuché el día de hoy mientras estaba en el restaurante de papá. Lo escuché de Gavril el coordinador de eventos. Que tu padre tenga uno de los restaurantes más famosos de Íllea tiene sus ventajas.

Necesito mi sueño reparador.

Me meto en mis sábanas y estoy lista para dormir.

···

Me despierto emocionada. Salto de mi cama y comienzo a llenar el formato con mis datos.

Nombre: Alessandra CollingWood
Edad: 17
Estatura: 1.60
Idiomas: Inglés, español y francés.

Debí haber estudiado además de francés, italiano y alemán como Bree. Depués de todo papá nos daba clases. Quizás quiera hacerlo de nuevo. Cuando toda la forma estuvo llena, me di una ducha. Me puse un vestido corto morado y me maquillé. Esta vez me puse más labial y más rubor.

Cuando salgo ya todos están desayunando. Veo a Bree. Lleva unos jeans, una sudadera y se ha recogido el cabello en un chongo alto.

- ¿eso es lo que vas a usar Bree? -pregunto.

- Sí. ¿tú usarás eso Aless? -pregunta mirandome. En su rostro veo una leve expresión de asco.

- Sí ¿algún problema? -digo y ella se encoge de hombros- Vamos. Apresurence. Ya quiero que me tomen la foto.

- Aless, tenemos que desayunar. No hay prisa. la oficina no se irá a ningún lado. -dice mi padre como si no fuera importante. ¡Claro que es importante!

- Bien. -y comienzo a comer lo más rápido que puedo. Termino antes que los demás y me voy a mi recámara. Recojo mi cabello en una coleta alta y retoco mi maquillage.

- Aless. Vamos -grita Bree y bajo corriendo las escaleras.

Nos subimos al auto de papá y el nos lleva a la oficina. La fila no es tan larga como pensaba y nos formamos. Pasé antes que Bree. Firmé en la ventanilla para comprobar que todo lo que escribí en la hoja impresa de la carta era cierto. Me senté en la silla y sonreí imaginándome en la coronación junto a Maxon.

Me coloqué junto a mi madre y vi a Bree sentarse en la silla. Se veía muy bien, tan natural y amigable como sólo ella es. Giró un poco la cara y sonrió. Debió haber salido mejor que yo. En ese momento sentí celos de ella. De nuevo.

La Seleccion: Brenda y Alessandra (gemelas)Where stories live. Discover now