—Subiendo un poco a la derecha la casa 3, cariño—Chloe asintió y temblando comenzó a caminar lentamente hacia el lugar indicado.

Cuándo llegó en frente de la puerta dio un paso en seco hacia adelante y sacó la llave con manos temblorosas.

Al entrar observó una cocina realmente hermosa y la puerta de la habitación estaba abierta, con miedo se acercó en silencio y observó a una Paige qué la observaba fijamente sin ninguna expresión en el rostro, Chloe no sabía sí decir algo o no ella sólo estaba asustada, por qué la mirada de la ojiazul era bastante intensa. Paige cambió su rostro totalmente y vacilona se levantó de la cama y caminó acercándose a Chloe.

—Lukasiak—dijo sonriente—Hay unas cuántas cosas qué tienes qué saber si vas a estar aquí—dijo levemente caminando al rededor de Chloe.

—Y-yo no quería molestarte... y-yo no..

—Shh—Silenció Paige. Chloe obedeció—Muy bien, mocosa. Número uno—Levantó su dedo índice—No puedes hacer nada sin qué yo te de permiso, todo me lo tienes qué pedir—Chloe tragó saliva. Número dos—Levantó el dedo medio—No amigos en esta casa. Número tres—Levantó su último dedo—Ni pienses, ni se te ocurra, ni te atrevas a creer qué tú y yo llegaremos a ser amigas. ¿entendido?—Chloe asintió levemente—Te pregunté, ¡Si has entendido!—Gritó halandola de su camisa muy cerca de ella—Dime nerd—susurró mirando sus labios—Chloe frunció un poco el ceño, por la forma en la qué Paige la miraba.

—S-si, entendí—Paige movió levemente sus manos a su cintura y Chloe sintió cómo su piel se erizaba—bien—susurró mientras la miraba aún de esa forma y la abrazaba—Ahora salté de mi camino—Y la empujó fuerte contra la pared pasando por su lado saliendo por la puerta de la casa, dando un portazo.

—Muy bien—habló Chloe para ella misma—Me confundes, Paige—dijo mientras se lanzaba en la cama.

—¡ÁNGEL! ¡HEY, ÁNGEL, ABRE LA PUERTA, POR FAVOR!—Chloe se levantó rápidamente sin darse cuenta, oyendo aquéllos gritos desde afuera, vio la hora lo más rápido qué pudo, ¿2:30 a.m? Mierda, observó el otro lado de la cama y lo vio vacío—Ángel, ¿estas ahí?—Mierda y más mierda, esa era Paige. Corrió hacia la puerta y una rubia totalmente sonriente y con olor a alcohol pasó dentro de la casa—ángel, lo siento—dijo entre risas—No sabía que estabas durmiendo, pero no tengo sueño. Tú eres perfecta, ¿sabes?—diablos, ¿qué era lo qué le decía Paige?

—P-Paige, estás ebria, iré a traerte agua—Se iba a levantar pero una mano la detuvo.

—Preciosa, quedate—y de pronto sus ojos azules comenzaron a cristalizarse—Lo lamento, lo siento, no, no, lo siento—Paige tapó sus oídos—¡Perdón!—gritó mientras lágrimas salían de sus ojos y abrazaba sus rodillas.

—P-Paige, por favor, ¿Qué te pasa? —La pequeña comenzaba a preocuparse y su corazón comenzó a retumbar en su pecho cuando se movió para abrazar a Paige.

—No quiero, Chlo. Perdoname, no puedo parar—Paige estaba lo suficientemente ebria para decir palabras inconsistentes pero la menor sabía qué había algo qué la ojiazul moría por expresar. Dios sabrá qué...

A la mañana siguiente Chloe se encontró con aquél lado de la cama vacío, Paige no estaba, recordó los acontecimientos de la noche y aún no lo podía creer, Paige le había mostrado un lado totalmente distinto al de siempre, un lado vulnerable, ella sintió su corazón agitarse cuándo se recordó abrazando a Paige hasta qué la mayor se quedó profundamente dormida.

Feliz por el recuerdo salió a explorar un rato.

¿Qué sería lo qué le pasaba a la niña grande de ojos azules?

Chloe + Paige One Shots.Where stories live. Discover now