Primer beso.

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¿Qué podía decir de los días siguientes? Simplemente eran una locura, pero no una locura con letras minúsculas, si no una GRAN LOCURA. Incluso podía nombrarlas desde lo más normal hasta lo verdaderamente raro.

-¡____ Deja de alucinar, ya casi llegamos! -Sonrió emocionado Aoba mientras se recargaba sobre el asiento del copiloto.

-... Sólo es una playa. -Murmuró Noiz a mi lado intentando concentrarse en su videojuego, pero había algo, o más bien alguien que no lo dejaba.

-Master~, Maaaster~, Massteeer~. -Gritaba con tono melodioso Clear. Podía sentir como golpeaba la parte trasera de mi asiento.- Massster~, recuerdeme porque yo debo estar en la cajuela cuando Kou maneja, usted está en el asiento del copiloto, y ____ se quedó en el asiento trasero con Noiz. Queda un espacio libre.

Aoba rió levemente mientras negaba con la cabeza ante los lloriqueos de Clear.

-Lo lamento, pero no pienso dejarte estar al lado de ____, y si Noiz cupiera también en la cajuela lo hubiera metido contigo. -Murmuró mi hermano mayor fulminando con la mirada a Noiz, el cual rodó los ojos.

-Según mis cálculos, si cabría en la cajuela, pero no pudrías meterme ahí sin ser golpeado.

-Kou, para el auto. -El peliazul sonrió ampliamente.- Soy mayor que tú, ¿Qué tan difícil puede ser?

A duras penas y con preocupación Kou paró el auto y sacó a Clear de la cajuela, el cual sonrió maliciosamente y comenzó a cantar.

-♪Yo, yo, yo te paro el carro. Yo, yo, yo te paro el carro♪. -Bailó alegremente moviendo los brazos al son de la canción.

Me subí a la cajuela del auto y salté sobre su espalda para poder taparle la boca, esa canción ya me tenía harta, la escuchaba en todos lados.

-¡Shhh! Dicen que si lo repites tres veces el mundo explotará. -Mentí para que parara de cantar. Enrede mis piernas en su cintura para no caerme.

-Mfff, Hmfff. -Balbuceó contra mi mano abriendo mucho los ojos, pero no veía en mi dirección.

Al voltear mi cabeza me pude encontrar con una escena predecible, Aoba tosía sangre sobre el asfalto y sostenía su estómago, mientras que Noiz con semblante tranquilo era amenazado por Kou.

-¡Sabes que tiene menos fuerza que su hermana pequeña y todavía lo golpeas así! -Gritaba Kou con el ceño fruncido y los dientes apretados , tomando a Noiz del cuello de su chaleco. Pero él no parecía tener ni el más mínimo rastro de miedo en su expresión.

-Fue su culpa, es imposible para él vencerme. -Bruscamente tomó la mano de Kou y la alejó de él.- Parece que será otro el que se quedará en la cajuela con Clear.

-¡Yo no pienso regresar a ese horrible lugar! -Clear comenzó a correr.

Sería muy problemático que se perdiera en ese lugar tan frío, el Sol apenas se alzaba sobre las montañas pues nos habíamos escapado todos, íbamos a ir a la playa, pero al parecer escogieron una muy lejos de la ciudad. Sería bueno para relajarse.

Para no demorarnos más use mi poder sobre Noiz y Aoba, haciendo que ambos caminaran con paso tranquilo hasta la cajuela, olvidando por completo que no les había hablado sobre ellos.

-Oye... ¿Qué me pasa? Yo no me estoy moviendo. -Veía terror en la cara del peliazul mientras intentaba quedarse quieto, pero obviamente no podía.

-Yo... Yo tampoco puedo. -Clear comenzó a removerse y forcejear.

Me di cuenta de lo que estaba haciendo cuando era demasiado tarde, tenía tanto tiempo que no usaba nos habilidades que, al usarla con todas mis fuerzas ante sus forcejeos terminé agotandome por completo y cayendo de rodillas contra el pavimento. En el momento en el que caí, Clear y Aoba recuperaron el control sobre sus cuerpos.

-____... ____ ¿Fuiste tú? -Preguntó en un susurro Noiz, inclinándose a mi lado me tomó por los hombros para levantarme y, rodeandome por la cintura me ayudó a sostenerme en pie. Yo solo asentí apartando la mirada de su rostro.

No sabía que expresión encontraría en sus rostros ¿Asombro? ¿Decepción? ¿Miedo?

Cerré los ojos con fuerza ocultando mi rostro en el pecho de Noiz, el cual al principio quedó estático haciéndome sentir mal. Seguro no quería ni acercarse a mi, estaba decepcionado o con miedo.

-____... Eso es genial, no te lamentes. -Me envolvió en sus brazos, susurrándome eso a mi oído acaricio mi cabeza.- Ahora deja de preocuparte y vayamos a la playa.

Noiz se separó de mi y metió a Aoba y Clear en la cajuela a la fuerza, cuando se sentó al lado de mi sonrió levemente.

-No eres la única con el poder de hacer que se metan a la cajuela, aunque yo fui más brusco. -Dijo con tono burlón.

-Aveces pienso que yo soy el adulto aquí... Eso me hace sentir viejo. -Dijo horrorizado Kou mientras seguía manejando.

Todos ignoramos los gritos de Aoba y Clear mientras hablábamos alegremente de distintos temas, desde nuestros gustos hasta nuestra vida antes de conocernos. Así descubrí que ambos eran los jefes de distintos equipos de un juego virtual llamado Rhyme, pero lo que más me llamó la atención fue el supuesto equipo que era una leyenda entre todos.

Morphine...
M.

Quizás... No, ¿Qué podrían querer ellos de mi? Descartando rápidamente esa idea me incline entre los asientos delanteros para ver como se alzaba las aguas cristalinas ante nosotros, el mar brillaba y destellaba con el sol. La arena dorada rodeándolo, y ese característico aroma que sólo tenía el mar.

-¡Ya llegamos! -Grité emocionada presionando un botón para quitar una parte del asiento, dejando así ver el interior de la cajuela.

Clear tenía los ojos bien abiertos pues a su lado Aoba estaba dormido, pero Kpu entró en pánico pensando que había muerto o algo parecido, como si no viera su pecho que subía y bajaba al compás de su respiración

-Aoba, no nos dejes. -Kou tomó por lis hombros a mi hermano y comenzó a agitarlo, pero si algo había aprendido de vivir con él, era que tenía el sueño más pesado de todo el mundo.

-¡Master! -Clear se inclinó sobre Aoba y se acercó mucho a él, a tal grado de conectar sus labios para darle respiración boca a boca.

Aoba abrió los ojos como platos y se separó hasta caer en la cajuela una vez más.

-¡¡P-P-Pero!! ¿Q-Qué haces? -Estaba rojo como un tomate, puso una mano EB su cara intentando disimularlo.

-¡Está vivo! -Preso de la felicidad Clear abrazó al peliazul, sonreía como nunca.

Fue imposible no reír a carcajadas, todos menos Aoba y Clear.

-Y así es como se dan los primeros besos hermano. Estoy orgullosa. -Dije de forma burlona e infantil.

Noiz me tomó del mentón para acercarme a su rostro haciendo que ahora yo enrojeciera.

-¿Y tú ya has dado tu primer beso?

-¡Clear, sueltame! ¿Y, Noiz, alejate de ella!

-No... No lo he dado. -Avergonzada salude coche hacia los vestidores para ir a ponerme mi traje de baño.

¿Qué es ésto? ~Noiz y Tú.~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora