Caía tras caída.

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-Me voy con...  -Antes de poder terminar la oración mi hermano peliazul me alzó en brazos mientras corría.

Empecé a gritarle que eso no era justo, que no actuara como niño pequeño y me bajara, pero parecía no escucharme o ignorarme (Estaba segura que era la segunda opción). Lo empecé a golpear en la espalda, pero ésto no sucedió como en las películas donde "El chico no la soltó, ni parecía mutarse por los golpes de la chica, la única reacción que parecía tener eran su sonoras carcajadas ante los intentos desesperados de la menor." Pues ¡No! lo empecé a golpear tan fuerte que en un intento desesperado por alejarme de él me boto, literalmente me lanzó hacia atrás.

Cerré los ojos esperando el golpe, pero en su lugar unos brazos me rodearon antes de caer, evitando que impactara contra el piso, suspendiendome una vez más en el aire. Abrí los ojos y ahí se encontraba Clear sonriéndome. Yo sólo quería que me bajaran.

-¿Es una especie de juego, Master? -Antes de que Aoba pudiera responder el peliblanco me puso en su hombro, arrojándome al igual que mi hermano. Sinceramente ya no sabía si reír o gritar.

Y una vez más, unos brazos me rodearon, pero esos brazos yo lo conocía mejor, me habían rodeado en la noche.

-Ambos son unos idiotas, y aún así quieren que _____ se vayan con ustedes. -Noiz parecía incrédulo, pero no estaba segura, si tan sólo fuera más expresivo, pero me conformaba con haberlo hecho sonreír la vez anterior, pero no pude mantener a raya mi impulso de picarle una mejilla.

-Sólo fue un desliz, ahora si me entregaras a mi hermana... -Aoba extendió ambos brazos.

Parecía una muñeca de trapo, iba de un lado a otro, de un lado a otro, pasando de brazo a brazo, me empezaba a desesperar, ¿No podían esperar a mi respuesta?

Me zafé del agarre de ambos, tambaleándome un poco y cayendo al suelo en el proceso, me levanté con toda la dignidad que me quedaba y acomodé mi ropa.

-Me voy a quedar en casa de Aoba, ahora con su permiso tengo sueño. -Me despedí de todos con un gesto de mano, parecían atónitos, todos menos mi hermano que estaba sonriente a más no poder.

Al llegar a la casa la puerta estaba abierta, me sorprendió mucho y un creciente miedo se instaló en mi pecho.

-¡Otra vez dejaste la puerta abierta! -Una taza se hizo añicos al lado de mi cara, me sorprendía como Aoba era tan torpe viviendo en una casa como esa en compañía de Tae, yo sería como una ninja si estuviera en su lugar.

-¡Soy yo! -Puse ambas manos a los costados de mi cara, como rindiendome ante su técnica de ArrojaTodoLoQueEstéATuAlcance.

-¿_____? -Se asomó de la cocina, dejando caer varios mechones de su cabello rosa.- ¿No te habías ido con el tipo de los percing?

-No... Bueno si... Pero... -Me tropecé con las palabras e inevitablemente me sonrojé.- Es complicado.

-Mientras no me traigas bisnietos... -Murmuró mal humorada (Lo cual era normal).

-¡Q-Qué cosas dices! -Subí corriendo para buscar mi maleta, estaba en el cuarto de Aoba, a su lado se encontraba un allmate, el pequeño cachorro Ren, parecía estar dormido por lo que procuré no hacer mucho ruido.

Saqué mi pijama y me fui a bañar, siempre había escuchado y leído que era un lugar perfecto para reflexionar, pero conmigo no funcionaba del todo, siempre se me pasaba la mano con el agua caliente y todo el baño terminaba con una niebla que me ahogaba.

Después de intentar pensar/ahogarme salí ya con la muda de ropa, la camiseta me quedaba tan grande que parecía vestido.

-Vagando por la casa un Aoba me encontré como estaba enojado conmigo lo ignoré, oh, Aoba que malo eres con Noiz, si te arrojo una almohada ¿Qué haces tú?

Mi hermano me volteó a ver con los ojos entrecerrados, tenía una expresión muy seria y no reaccionó positivamente ante mi hermosa composición. Me veía como si intentara adentrarse en mis pensamientos más oscuros, intentando entender porque era así, pero como no es un psíquico terminó rindiéndose.

-Necesito hablar contigo. -Aoba parecía un poco incómodo y se sentó en su cama al lado de Ren, dejándome un espacio a mi.

-No te vino la regla ¿Verdad? -Le pregunté con fingida cara de horror mientras me sentaba a su lado, lo que me gané con eso fue que me golpeara con una almohada.

-No seas idiota. Quiero hablar sobre tu situación. - Entrecerró un poco los ojos, advirtiendome lo que venía, oh no, una platica.- Es sobre los chicos en genera.

Puse ambas manos en mi cabeza, eso era justamente lo que me preocupaba ¿Por qué me torturaba así, y más cuando tenía sueño?

PoV Aoba.

Estaba preocupada por ella, a decir verdad nunca había tenido que lidiar con chicos que la pretendieran porque no sabía que existía, pero ahora me daba cuenta que era una tarea muy difícil, y más si con los que más convive son tus amigos. Clear en sí no era un peligro como tal, él era tan fiel a mi que si le decía que se alejara de _____ lo haría. Kou tenía bastante con las chicas de su salón de belleza, pero eso no quitaba que le gustaba jugar a hacerse el romeo con _____, pero sólo eran bromas. El que me preocupaba era Noiz, nunca podía adivinar lo que pensaba, es tan inexpresivo pero noto un cierto brillo en su mirada cuando está con _____, es sobre-protector con ella, y, bueno, ya durmieron juntos.

La platica que estaba a punto de darle me tenía muy nervioso, nunca pensé decir esas cosas, pero bueno. Mi mirada estaba fija en el piso.

-Los chicos son, bueno, somos aveces unos idiotas. Intentamos ganarnos el corazón de las chicas bonitas y simpáticas porque nos gusta su forma de ser o su físico simplemente. Las fáciles aburren rápido, las difíciles nos encantan, pero al final siempre terminamos aburriéndonos y haciéndoles sufrir, o en ocasiones es al revés, ellas nos dañan a nosotros. Por eso no quiero que salgas con Kou, Noiz, Clear. -Suspiré, no había sido tan difícil.- Puede sonar cursi, pero no quiero que los dañes y mucho menos que te dañen...

-Zzzzz. -Volteé a ver a mi hermana, estaba tan concentrado en mi discurso que no me di cuenta de que se acostó y durmió, no había escuchado nada de lo que le había dicho.

-¡Te prohibido tener novio hasta los 40!

-Cállate, si ninguna chica te hace caso no es mi culpa. Me casaré algún día  si sigues soltero prometo comprate muchos gatos. -Murmuró _____ entre sueños.

-No me gustan los gatos.

-Entonces ya sé porque las chicas no te tiran los perros.

-Idiota.

-Déjame dormir o me voy a casa de Noiz.

Y así reinó el silencio en la casa.

¿Qué es ésto? ~Noiz y Tú.~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora