Capítulo 8: Te encontré

872 79 9
                                    

Natsu Dragneel

¡Argeon! Miré sorprendido a la ciudad, creo que fue precisamente en esta ciudad portuaria donde me encontré con Lucy la primera vez. ¿Por qué Argeon? Creo que aquí no había gremios oscuros, a decir verdad, no había gremios de ninguna clase, era poca la gente que tenía magia, por eso prácticamente, sólo había una tienda de magia en toda la ciudad. ¿Sería por el puerto? ¿Querrían llevarse a Gray más lejos del reino de Fiore? Desde luego no iba a permitir que le apartaran de mí, al menos no por las buenas ¡Me estaba encendiendo! Así que me puse a buscar por las calles algún indicio de aquellos tíos.

Desde luego las cosas que se llegaban a hacer por amor ¡hasta había cogido un transporte para llegar! Claro que luego me costó un poco recuperarme, pero ya estaba aquí. Estaba concentrado buscando algo sobre Gray cuando una voz a mi espalda llamó mi atención

~ Ya te dije yo que estaría Salamander por aquí – ¡era Sting y Rogue!

~ ¿qué hacéis vosotros aquí? – les pregunté.

~ Una misión bastante absurda – me dijo Rogue – queríamos volver a Crocus, pero a estas horas ya no hay transportes hasta mañana, de todas formas, iba comentándole a Sting que seguramente andabas por aquí.

~ ¿Cómo sabíais eso? – ellos sonrieron.

~ Porque hemos visto a... ¿Cómo se llamaba? – preguntó Sting hacia Rogue - Este mago de hielo – intentó aclararme mientras yo abría desmesuradamente los ojos – ah sí, a Gray, iba con unos tipos.

~ ¿Dónde estaban? ¿Hacia dónde iban? – les pregunté casi con agresividad cogiendo del cuello de la camisa a Sting y ellos alucinando con mi reacción me indicaron con sus manos el camino que salía de la ciudad.

Salí corriendo en aquella dirección escuchando por parte de sus gatos como les preguntaban qué me ocurría para estar de este mal genio, ellos sólo pudieron contestarles que no sabían que pasaba. Por lo menos sabía una cosa gracias a los gemelos ¡Estaba vivo! No había hecho locuras, no había utilizado aquella maldita técnica. ¡Aguanta Gray, estoy llegando!

Continué corriendo, saliendo de la ciudad, corrí tanto rato por aquel camino que ya ni siquiera al girarme, veía las casas, sólo árboles que me rodeaban. ¿Dónde narices lo estaban llevando? Pero la solución apareció ante mí, una casa enorme de piedra estaba construida justo en el claro que se abría frente a mí. Ni siquiera me detuve, fruncí el ceño y cargué el fuego en mi puño lanzando la puerta contra el otro extremo mientras la gente allí reunida me miraba con asombro.

~ ¿Dónde le tenéis? – grite enfadado.

Todos me miraban y si me decían en este momento que eso no era un gremio ¡Mentían! Ahí había demasiada gente para ser una casa normal. Algunos una vez se calmó un poco la situación, sonrieron con prepotencia mirándome, otros continuaron como si no me hubieran escuchado ni oído y yo cabreado a más no poder por no obtener la respuesta que quería, volví a encender las llamas caminando hacia uno de ellos y tumbándole de una patada la mesa donde estaba bebiendo para cogerle del cuello de la camiseta.

~ ¿Dónde coño está? – le pregunté esta vez acercando tanto mi rostro al de él que éste empezó a temblar de inmediato.

~ ¿Para qué quieres saberlo? – respondió con otra pregunta uno de los más alejados.

Solté al hombre que había agarrado en primer momento empotrándole de un golpe contra la pared y caminé hacia aquella persona que estaba hablando. Otro que aún no sabía de qué iba el tema miró también al que había hablado preguntando por lo que yo estaba preguntando.

Ayúdame a olvidar (Fairy Tail: Natsu-Gray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora