HAY QUE OLVIDAR...

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Ya ha pasado una semana desde que Dylan se fue, y lo único que hago es llorar desde la mañana hasta la noche. Sola en mi habitación.

Mis amigos y padres insisten en que debe comer algo pero mágicamente el apetito se fue desde el último beso que me dio Dylan. El no me ha llamado y yo tampoco, solo se que se ha contactado con mis amigos porque los escucho hablar con él por telefono y eso solo me hace llorar más.

Solo me levanto de la cama para ir al baño y ducharme, no salgo de aqui, y la única persona que ha entrado ha sido Jessy, solo me ha abrazado y se ha ido. Supongo que ella sabe que necesito tiempo.

El sonido de la puerta siendo tocada me saca de mis pensamientos, abro la puerta y mis padres entran (Karen y papá), sin mi permiso, se sientan en la cama y palmean a un lado suyo. Me siento alli y me abrazan. Yo me dejo llorar en sus brazos y cuando mis llantos cesan papá habla.

- Estamos preocupados por ti, y por eso Karen te ha preparado una sopa y una ensalada muy rica para que te la comas entera ¿Si?

- Papá sabes que no tengo hambre, no se porque me molestais- digo irritada.

- Vas a comer si o si. No pienso que mi bella hija no pruebe ni un bocado- sentencia mamá.

- Solo comeré si me preparais crepes con nata y manzana acaramelada.- digo medio sonriendo.

- Y...¿porque eso?

- Porque es la comida favorita de Dylan- sonrio recordando el dia que le prepare esas crepes y como sus ojos brillaban por tal comida.

- Veo que eso te hace sonreir- dice papá- me haré cargo de los crepes.

- Y yo de las manzanas- sonrie Karen

- Gracias papás- les sonrio- os quiero

- Nosotros tambien-

- Amy, Amy- grita Dan corriendo a mi habitación- alguien quiere hablar contigo.

Dan me pasa el teléfono móvil que tenia en sus manos y todos salen cerrando la puerta y dejandome sola.

- ¿Quién es?- pregunto con voz débil.

- ¿Amy?- dice una voz que me alegra el dia de tan solo escucharla, una voz que se parece a la mia: débil y sin luz.

- ¿Dy-Dylan?- balbuceo su nombre.

- El mismo- sonrio- te he echado de menos estos dias.

- Yo igual.

- Me han dicho que lo estas pasando mal, y yo tambien, pero porfavor tienes que comer y tienes que salir de tu cuarto, hazlo por mi.- me replica con voz dulce.

- Lo...lo intentaré, ahora mismo voy a comer unos crepes con nata y manzanas acarameladas- digo feliz.

- ¿A si?- rie debilmente- es lo que estoy comiendo ahora mismo.

- Lo sabia, ¿y como esta tu madre?- pregunto levantandome de la cama y saliendo al balcón de mi habitación.

- Bueno- deja salir un suspiro cansado- desde que vino aqui ya no tiene esos fuertes ataques, la estan cuidando bien. Pero los doctores dicen que puede que su cuerpo esté flaqueando y que si entra en coma que no les sorprenderia ya que eso seria normal. Estoy muy asustado- susurra lo ultimo.

- Tranquilo, seguro que todo saldrá bien y podrás volver aqui.- digo segura pero el solo bufa y eso me da mala espina.- ¿Qué pasa?

- Bueno...yo...me han dado una beca para estudiar en la universidad de aqui y por lo menos en este momento no podré ir.

INSEPARABLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora