INSEPARABLES

SENTIMIENTOS DESVELADOS

Cuando recibí el mensaje de Dylan supe que tenía que irme de inmediato. Tendré que crear una excusa para que no sospechen.

- Alex. Me he cansado ¿podemos irnos? El fútbol me ha dejado muy cansada.- miento.

- Claro. Llamaré a Dan- se va y me deja allí.

Para: Dylan.

Te espero en el parque de al lado de mi casa.

Perfectamente podíamos quedar aquí, pero con Dan y Alex es difícil. Guardo el móvil cuando veo que se acercan.

- Dan yo me voy a casa directamente. Cogeré un taxi.- digo y me dirigo a la carretera.

Todo pasó muy rápido. Cuando iba a cruzar la carretera para coger el taxi no me fijé en el semáforo porque tenía prisa.
Lo último que recuerdo es que un coche atropellandome y Dan gritando mi nombre. Entonces todo se volvió color negro.

*******
Desperté en una habitación desconocida con una luz blanca que me cegó los ojos al abrirlos. No recordaba casi nada.
Mi mano estaba entrelazada con la de alguien: mamá.
Me incorporé mejor y mamá se despertó.

- Amy, oh cariño ¿cómo te encuentras?- pregunta preocupada.

- Es...estoy bien- tartamudeo.
La cabeza me da vueltas y siento un dolor en la espalda.- ¿qué ha pasado mamá?

Mamá suspira.

- Tenías prisa en ir a algún sitio y no miraste por donde ibas hasta que un coche te atropelló.- dice con voz apagada y triste.

Dylan. Claro, él tenía algo que decirme y yo fui corriendo.

- Estoy bien. ¿y Dan?-pregunto.

La última vez lo dejé en el parque. Puede que él esté sufriendo más que mamá.

- Ahora lo llamo- sale de la habitación y después de unos minutos entra Dan.
Se ve cansado y preocupado. Cuando me mira un brillo ilumina sus ojos.

- ¡Amy!- grita- Que bien que no te ha pasado nada. Estaba súper preocupado. Serás estúpida por cruzar sin ver la carretera- me regaña. Iba a seguir pero comienza a llorar.

- ¿por qué lloras?- pregunto en un hilo de voz.

- ¿qué hubiera hecho yo sin ti?- sigue llorando.

Ruedo los ojos. Os dije de que sufre más que mi madre.
Una vez me desmaye y no paró de llorar en todo el día, y no miento.

- Dan, estoy aquí y yo también te quiero. Pero no pienses en qué te pasaría si yo no estuviera. - lo cogo de la mano y le sonrío.
Me abraza.

- Auch, Dan me haces un poco de daño.- me quejo.

Me muero del dolor.

- Perdón hermana. Llamaré a la enfermera.

Asiento. Al cabo de unos minutos la enfermera me termina de chequear.

- Muy bien guapa, hasta mañana no podrás salir. No es nada grave pero puede empeorar si no tienes tus cuidados- me sonríe amablemente y yo asiento.

Un ruido de una puerta retumba en la habitación.

- ¡Amy!- grita Jessy abrazándome. Otra vez viene el dolor.

- Jessy no me abrazes. Me duele la espalda.- me quejo por segunda vez.

- Ups, perdón.- la enfermera sale y nos quedamos Dan, Jessy y yo.

- Me tenías más que preocupada. ¿qué ha pasado para que corras así?

Al fin y al cabo es mi amiga. Se lo contaré pero sin Dan presente.