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Marco Bodt
16/06/99 - 18/07/15

Mis ojos observaban con detenimiento la pequeña placa de piedra negra, unos cuantos pétalos y hojas descansaban sobre ellas.
16/06/99 - 18/07/15 ¿esa pequeña línea entre ambas fechas era la vida de Marco? Toda su vida, cada una de sus etapas, recuerdos y momentos estaban resumidos ahí, en solo una línea...toda una vida.

-Jean.-La dulce voz de la señora Bodt llamó mi atención girándome para verla.- Cariño ¿que haces aquí?

-Yo solo vine a ver a Marco.-Murmuré mirando a la mujer, una linda sonrisa se asomaba por sus labios rojos, una sonrisa amigable y noble, como la de Marco.

La mujer estaba parada a solo unos metros de mi, llevaba un vestido negro y sostenía un ramo de Girasoles. Las Flores favoritas de Marco.

-¿Gusta que me retire?.-Murmuré mientras la señora se acercaba a la lápida y quitaba las hojas y pétalos que estaban sobre esta.

-Esta bien, solo vine a dejar las flores.-Respondió colocándolas sobre la lápida.-El de verdad te quería Jean.-Dijo después de unos minutos de silencio.

-Y yo a el Señora.-Murmuré con tristeza bajando la mirada, sintiendo como se me hacia un nudo en la garganta y la vista se me nublaba.

-Tarde o temprano sucedería, lo sabíamos, Marco lo sabía...Tu lo sabías y aún así lo amaste y estuviste junto a el.-La señora murmuró sin parar de mirar la lápida.-Fuiste su escape durante mucho tiempo... Pero, ya es hora de dejarlo ir...-La mujer me miró, sus ojos grises estaban llenos de lágrimas y a pesar de eso seguía sonriendo.

Caminaba por los pasillos de la institución, podía sentir sobre mi la pesada mirada de todos aquellos que me conocían, también podía escuchar las indiscretas charlas sobre mí.

-¡Jean!.-La aguda voz de Armin inundo mis oídos mientras alzaba su mano al final del pasillo.
El chico de cabellos rubios se acercaba velozmente mientras una sonrisa de felicidad surcaba su rostro.

-Armin.-Lo saludé sonriendo mientras este se paraba frente a mi.

-Por fin te dignas a presentarte .-Me reprochó mientras atravesábamos el jardín.

-Fue solo una semana.-Me defendí sonriendo de lado.

El chico bajito de ojo azules, de cabellos largos y rubios. El chico tímido, asustadizo e inteligente.
El único chico que valía la pena en esta escuela, el único que me hacía sonreír de verdad y la única razón por la que no me quedaba encerrado en casa, ese chico era Armin.
Lo disfrutaba, disfrutaba su compañía, siempre me divertía con sus increíbles historias y sus chistes malos.

-¡Jean!.-El grito de Armin me hizo volver a la realidad, estábamos parados frente a una puerta, Armin estaba rojo hasta las orejas y junto a él había un par de chicas, las reconocí al instante Christa y Ymir.

-Uh... Hum, lo siento.-Murmuré rascándome la nuca avergonzado.-Hola chicas gusto en verlas...

-¡Bienvenido Jean!.-Exclamó Christa sonriente.

-Hum, gracia Christa me alegro de verte.-Respondí sonriendo de lado.

-Concéntrate Kirchstein.-Me dijo Ymir en tono "amenazante".

Ambas chicas se despidieron y se alejaron.

-Bien, faltas una semana y aparte no estas concentrado, Kirchstein, las vacaciones te afectaron.-Me reprendió bromeando y me dio un ligero golpe en el brazo.

-En realidad si me afectaron.-Murmuré para mí mismo recordando el día del funeral.

-Oh, Jean, en verdad lo siento...yo, simplemente no lo pensé y...-Susurró Armin con tristeza tomando mi mano.

Sonreí ligeramente, observando la pálida mando de Armin tomando la mía, su calidez.

Volver a Amar no significa OlvidarWhere stories live. Discover now