Epílogo

867 80 18
                                    

Dos meses y medio después las cosas estaban bastante bien.

Al principio las cosas fueron algo extrañas; la amistad de Kurt y Santana con Quinn se había vuelto una cosa inestable, pero seguía después de todo, bastante fuerte. La rubia aceptó a Blaine después de conocerlo más a fondo, y sorprendió a todos cuando lo defendió un día en la cafetería de los del equipo de hockey. Después de eso Blaine y Quinn se volvieron casi inseparables, Santana y Kurt se sentían complacidos de que las cosas fueran tan bien entre ellos, pero Chandler se sentía realmente desplazado.

Hasta que un día, estando en su casillero buscando las cosas para su siguiente clase, Chandler recibió en la cara y directo a sus ojos (con lentes de contacto) un slushie, justo en frente del casillero de Kurt. Azimio y Karofsky se fueron riendo y chocando las palmas, mientras que Kurt metía a Chandler al baño, junto con Santana. Le limpió la cara y las lágrimas mientras Santana iba al casillero del castaño por una camisa extra que tenía para él. Y justo como había pasado con la rubia y el moreno de ojos verde-dorado, después de un incidente desagradable, se originó una linda amistad.

La competencia nacional de porristas se acercaba y Kurt se comportaba cada vez más extraño. Blaine no entendía que le pasaba y tenía miedo de que se le estuviera metiendo la idea de dejarlo de nuevo, algo un poco inconveniente pues ya habían encontrado un pequeño departamento en Nueva York para ambos, sus padres ya se habían puesto de acuerdo para pagarlo juntos y la mudanza era prácticamente un hecho, se llevaría a cabo en dos semanas, justo cuando el año escolar acabara.

Y justo unos días antes de la competencia, Chandler empezó a cambiar también. Siempre que él y Kurt estaban platicando algo y llegaba Blaine, ambos se callaban, susurraban o se daban miradas cargadas de significado. Sospecha, miedo y pánico eran las palabras más frecuentes en la mente del moreno. No podía negar que estaba sospechando lo peor, aunque creía a Kurt incapaz de engañarlo, su naturaleza amable e insegura se la pasaba imaginando escenarios donde los encontraba juntos, una real tortura.

Sí, tenía una naturaleza amable, pero también irritablemente impulsiva. Dos días antes de la competencia, había invitado a Chandler a su casa a jugar video juegos. Estaban en eso cuando, sin previo aviso, la boca de Blaine soltó:

- Creo que Kurt me está engañando, Chan.- cosa que hace que el aludido casi muera ahogado con un cheto, después de que logró componerse y respirar adecuadamente, contestó.

- ¿De qué demonios estás hablando, Anderson? Ese chico te ama, hombre.- Blaine analizó su respuesta y sus expresiones, descartándolo al instante, pero ya que había sacado el tema decidió continuar.

- No puedo evitar sentirme así, incluso después de todo lo que hemos pasado, ¿sabes? Siento que para él siempre voy a ser ese pequeño hobbit con gafas enamorado de un porrista. Y nos vamos a Nueva York, lugar donde probablemente va a encontrar chicos musculosos y más guapos a cada cuatro pasos. Eso sin duda no va a ayudar.- Chandler se le quedó viendo con una expresión difícil de interpretar y cuando habló se le notaba la carcajada reprimida.

- Blaine, prométeme que no vas a repetir nada de lo que estoy a punto de decirte. Promételo o haré que te torturen en el juego, Anderson.- dijo con el control en una mano amenazante.

- Bien, de acuerdo, lo prometo.

- Eres condenada e increíblemente caliente, Blaine. Cada una de las partes de tu cuerpo parce dibujada por algún dios griego; eso lo dijo Kurt, no me veas así.- las extrañas cejas de Blaine se alzaron de sorpresa.- Las personas se ponen nerviosas con tan sólo ver tus enormes y bien trabajados brazos, y no sé si no te has dado cuenta pero eres el único en la escuela con ese color de ojos, algo que te hace realmente deseable.

Not while I'm aroundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora