~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Blaine alcanzó a ver a la morena mientras entraba a los vestuarios con mucha prisa y salía de nuevo con un megáfono en la mano. Le gritó por su nombre y Santana se vio muy sorprendida por verlo.

- ¡Anderson! ¿Estuviste donde te dije? ¿Lo escuchaste?

- Sí, y en realidad no sé cómo sentirme respecto a que tú fuiste un factor importante para que rompiéramos pero necesito tu ayuda ahora.

- ¿Tiene que ver con Kurt?

- Todo en mi vida tiene que ver con él.- contestó con una sonrisa ladeada.

- ¿Qué tengo que hacer?- contestó dando pequeños brincos de anticipación.

- Lleva a Kurt al auditorio después del entrenamiento.

- Eww, ¿quieres tener una caliente sesión de besuqueos?

- No... por ahora. Primero tengo que convencerlo de que regresemos, después veremos.

- ¿Sólo tengo que hacer eso?

- Si, y asegúrate de que no tenga ni idea de que sigo en la escuela, y mucho menos de que estoy ahí.

- Bien, lo haré.- se giró para irse y comenzó a correr cuando escuchó a Blaine gritarle:

- Muchas gracias, Santana.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Qué demonios estás haciendo, Santana? Me voy a dar un baño, estoy todo sudado y asqueroso.

- Tu hermosa piel de porcelana puede esperar, ahora tienes que estar en otro lado.

- ¿Y exactamente dónde es eso?

- No te lo puedo decir, Kurtie,- dijo la morena con una sonrisa realmente maliciosa- es más, te voy a tapar los ojos para que no sepas que estoy tramando.

- ¿Esto es por mi cumpleaños?, porque eso es dentro de tres semanas.

- No, Hummel, aunque gracias por el dato. Y ya cierra el pico, falta poco para que lo sepas.

Los dos chicos siguieron caminando por los pasillos de la escuela vacía hasta que llegaron a las puertas del auditorio. Cuando entraron Santana buscó a Blaine y este le hizo señas para que se acercara al escenario. Ella lo tenía abrazado por la cintura a tan sólo tres metros de él cuando decidió hablar.

- Te dije que lo trajeras no que lo secuestraras, Santana.

Kurt se tensó de inmediato al escuchar su voz y no esperó ni un segundo para quitarse la mascada que Santana le había puesto en los ojos, se le quedó viendo a esos estúpidos y sensuales ojos oscurecidos por el lugar y lo primero que intentó hacer fue irse. Algo que Santana evitó cuando lo tomó del brazo.

- Santana, ¿podrías dejarnos solos?- la aludida giró sus ojos y salió batiendo su falda de tablas detrás de ella.

- Sólo quiero que escuches algo, Kurt.

- No, Blaine, yo no...

- ¡Basta, Kurt! Quiero que me escuches y lo vas a hacer.- Kurt perdió literalmente su capacidad de hablar, ¿qué demonios había sido eso? Jamás había escuchado a Blaine alzar la voz arriba de lo que una conversación civilizada considera adecuada, y sabía que probablemente estaba mal, pero no podía negar que le excitaba de una forma algo extraña, algo que Blaine no pasó por alto.- La última vez que hablamos, más bien tú hablaste, así que creo que ahora es mi turno. Por favor.- Kurt seguía sin poder hablar, así que se limitó a sentarse con toda la dignidad que podía en una silla que había sido colocada enfrente del piano.

Not while I'm aroundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora