A Escondidas

Capitulo 5 ~ Dudas y planes~

Dormía plácidamente entre los brazos del espadachín, hasta que una voz me despertó.

-Chicos....- susurraba- hey, despierten, ya amaneció-

La voz cada vez se hacía más clara, era de una mujer.
Abrí los ojos lentamente, pero no pude ver nada, ya que la brillante luz del sol no me dejaba distinguir las figuras.
Luego de que mis ojos se acostumbraron a la luz ví a Robin sentada frente a mí.

-Qué.....qué pasa? - pregunté adormilado

-Ya es de día- respondió ella

-Y qué con eso....? -

-Que estás dormido en el pecho del espadachín- rió un poco

Me sonrojé un montón- e-eh......y-yo......- tartamudeé

Intenté alejarme, pero los fuertes brazos del peliverde no me lo permitían.

-Z-Zoro.....suéltame.....Zoro.....- forcejé

-Qué pasa cejas de sushi? - se quejó el espadachín

-Me...me puedes soltar? - dije

-No quiero- me apretó más contra su cuerpo y solté un gemido- quedémonos así, no quiero separarme jamás-

Robin soltó unas risitas- ow, qué linda pareja hacen- dijo

Zoro se enrojeció a horrores- e-eh....yo....eh.....- intentó decir y me quitó de encima

-Qué orgulloso eres espadachín-san- dijo la morena

-D-déjame tranquilo- respondió ruborizado

-Deben levantarse ya, los demás aún duermen, pero no tardarán en despertarse- comentó Robin

Ambos nos quejamos.
Yo quería quedarme todo el día en el pecho del espadachín, en sus fuertes brazos, escuchando sus tranquilizadores latidos. Zoro pasó su mano recorriendo mi espalda, me agarró de la cintura y besó mi mejilla, haciendo que una carga eléctrica recorriera mi cuerpo.

-Jamás pensé que fueras tan cariñoso espadachín-san- habló la morena luego de unos segundos

Zoro volvió a enrojecer- p-pues....l-lo soy....- dijo nervioso y me soltó lentamente- voy a entrenar-

El peliverde se levantó y fue a la habitación de entrenamiento rápidamente.

Robin rió- si que es tímido, no sabía que fuera tan vergonzoso en estos temas- dijo ella

-T-tú crees que de verdad me quiera? - dije mirando el suelo

-Claro que sí- se puso seria- espadachín-san es muy reservado, y ya ves que nunca habla de amor o de cosas parecidas. Sólo hace falta mirarlo para saber que está enamorado-dijo- pero si quieres confirmarlo yo sé como- sonrió malevolamente

-A veces me das miedo Robin-chan, pero....cómo lo hago? -

Se acercó a mi oído- sácale celos- susurró

-Y cómo? - respondí confundido

-Pues....con la navegante-

-Ya no siento nada por Nami....-

Ella rió- pero hazle creer a espadachín-san que ella aún te gusta, así verás si de verdad le importas, si se pone celoso está loco por ti, y si no......- cambió su expresión a una mirada fría- jamás le importaste en realidad, sólo habrás sido un pasatiempo para él, y tu corazón se partirá en mil pedazos, consumido por la tristeza y la depresión-

-R-repito, a veces me das miedo Robij-chan, pero....gracias- respondí y me levanté- quieres servirte algo? - le extendí mi mano para que se levantara

-Un café, si no es mucha molestia-

-Jamás sería una molestia Robin-chan-

Ella tomó mi mano mientras sonreía y se levantó. Caminé hacia la cocina para centrarme en hacer el desayuno y el café de la morena.