2: "Retos y Disculpas"

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La manguera estaba loca, daba vueltas por todos lados, la presión de agua era muy fuerte, yo ya estaba completamente mojada, y el pobre chico aún corría para atrapar esa manguera poseída. Hasta que al fin la atrapó y cuando la atrapó él ya estaba completamente mojado, al igual yo.

              Miré mi ropa y estaba estilando, ¡era un jodido desastre! ¡Por qué me tenía que pasar esto a mí! Ahora sí que iba a dar una pésima primera impresión, me dieron ganas de llorar y matar al tipo ese por abrir esa llave siendo que yo estaba ahí. Respiré hondo tratando de calmar mi rabia pero se me hizo imposible.

—Cómo se te ocurre abrir toda la llave! Si yo estaba ahí—le dije enojada a más no poder y casi gritando, el chico me miró con sorpresa, y ahí lo reconocí era Ángelo Henríquez, el ex jugador de la Universidad de Chile. —Ahora estoy toda mojada por tu culpa, ¡IMBÉCIL!

—¡Oye tranquila!—dijo hablándome con voz suave—no lo hice a propósito, no te vi ahí...—Lo interrumpí.

—¡Es que acaso ahora soy invisible!, yo creo que deberías comprarte unos jodidos lentes porque al parecer estás ciego—le dije irónica—Ahora por tu culpa estoy toda mojada- dije mirando mi ropa, el chico se rió, ¡SE RIÓ! Pero ¡qué se cree este hueón! Ah no ahora sí que estaba enfurecida—no es chistosa la hueá. ¡Eres un imbécil!

—¡Cálmate mujer!

—No me voy a calmar, porque estoy malditamente mojada y por tu culpa—le lancé una mirada de odio y él levantó una ceja, malinterpretando mis palabras. Mi respiración estaba agitada por la rabia que se sentía.—¡Te juro que te odio!

—Ya a ver, a ver, no me hables así, aquí yo debería ser el enojado, o sea ¡quién te crees tú para venir a hablarme a MÍ así!—me dijo con una voz engreída. ¡Pero qué chucha este hueón! Más encima se cree divo, odio a los tipos así.

—Yo te hablo como quiero, no eres nadie importante—le dije retadora.

—Como que no soy nadie importante—me tomó de la cintura con una sola mano acercándome a su cuerpo, miré la manguera que él aún tenía en su otra mano y todavía lanzaba mucha agua, esa manguera me miraba amenazante—¿Acaso no sabes quién soy?

—Claro que sé quién eres, pero no me importa, AHORA SUÉLTAME—le dije en voz alta casi gritando, y poniendo mis manos contra su pecho para tratar de alejarme de él, pero él era mucho más fuerte que yo y eso que me estaba sujetando con una sola mano.—¿Me podí soltar? Por favor—le dije exasperada. Él asintió con su cabeza, pero puso una sonrisa malévola en su rostro.

              Luego me alejó de su cuerpo y puso la manguera directamente en mi cabeza mojándome más de lo que ya estaba. Grité como una niña chillona por la sorpresa del agua fría en mi cabeza otra vez. Lo fulminé con la mirada y él me dio una sonrisa burlona. Maldigo mil veces a Ángelo Henríquez es un imbécil.

              Pasaron unos cuántos segundos cuando escuché unos pasos acercarse, el agua ya no estaba en mi cabeza, pero la manguera seguía ahí. Miré a mi costado y estaba otro jugador de la selección chilena, cerrando la llave ¡Dios lo bendiga!

—¿Qué hueá Ángelo?—dijo el jugador, a quién reconocí como Eduardo Vargas—Te dije que vinierai a buscar la manguera pa hacerle una broma al carepato no para que mojarai entera a esta pobre—dijo mirándome con lástima. ¡Al fin alguien se compadecía de mí!

—¿Esta pobre? —dijo apuntándome—esta mina está más loca que una cabra, me empezó a gritar de la nada—dijo poniendo cara de ángel.

—¡PERO SÍ ME MOJASTE!—le respondí con enojo

You Belong with me || Ángelo HenríquezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora