Kyungsoo escuchó a lo lejos a BaekHyun reír, se acercó y vio que no estaba solo sino acompañado de Chanyeol. Les dedicó una sonrisa, BaekHyun estaba nervioso pero ChanYeol se había asegurado de buscarlo y le había contado chistes durante todo el camino y con ello ya no sentía tanto temor. Chanyeol estaba con él y estaba protegido.

KyungSoo suspiró ¿Cómo estaría JongIn? ¿Seguiría teniendo esa mirada llena de aflicción? ¿Debía contarle chistes también?

Todos caminaron juntos mientras sostenían sus armas con fuerza, esperando no tener que hacer uso de ellas. KyungSoo optó por continuar solo por delante, ni BaekHyun ni ChanYeol querían seguir por miedo pero el más bajito decidió continuar con su búsqueda.


En el camino recordó el día en que JongIn se le había declarado, tan romántico que le había dicho que gustaba de él en la zona de combate mientras luchaban cuerpo a cuerpo solos. No puede olvidar la mueca de dolor de JongIn y luego una sonrisa de este.

"Kyungsoo, me gustas."

Solo de esa manera lo había soltado por segundos, pero pensó que era una táctica para que lo soltara y continúo aplicándole una llave al torso.

"Kyungsoo, me gustas."

Le repitió por segunda ocasión, y KyungSoo lo soltó. El moreno se acercó y atrapo sus labios en un beso.


Cuando lo recordó se sonrojo sin evitarlo, seguía creyendo que esa confesión había sido tan extraña y dulce al mismo tiempo.

Entonces lo vio a lo lejos, de pie sin moverse. KyungSoo sonrió y se acercó corriendo hacia él. Pero no esperaba ver la mueca de preocupación de JongIn, ni los ojos atemorizados del moreno al ver a KyungSoo.

―No te muevas. ―Le pidió JongIn a KyungSoo en un susurro, KyungSoo tuvo mucho miedo de la manera en la que lo había dicho y obediente se quedó sin mover un solo musculo.―Una buena noticia, es que ambos pelotones sabrán que hay una trampa en nuestra trampa.

El general los mando directo a su muerte.

"Somos los enemigos." Pensó KyungSoo con terror. Todo coincidía, el entrenamiento, la repentina llamada para el combate. Un lugar muy alejado. Quería deshacerse de las principales tropas de Corea del Sur, habían terminado con las tropas anteriores y era el turno de ellos.

―El general Kim es aliado de nuestros enemigos. Qué basura ¿no?

Jongin sonrió con amargura. KyungSoo se quedó congelado sin poder creer nada.

KyungSoo lo comprendió entonces, Jongin y él estaban ocultos entre unas ramas que los cubrían lo suficiente para que el francotirador no los viera. Pero debían atacar y avisar a ambos pelotones que estaban siendo vigilados por soldados que estaban dispuestos a matarlos en cuanto se cometiera un paso en falso.

Jongin y KyungSoo debían ayudar. Serían la carnada.

KyungSoo dejó escapar un suspiro. JongIn sonrió y lo vio a los ojos.

―Te amo KyungSoo.

El mencionado sonrió. Quería besarlo pero moverse de su sitio significaría morir sin intentar un ataque primero.

Ambos sonrieron. Recargaron sus armas, las alzaron y caminaron al frente, apuntaron en los matorrales donde suponían que abrían francotiradores. La ráfaga de fuego, el ruido, los gritos.

KyungSoo y Jongin estaban contentos porque entonces los dos pelotones atrás se dieron cuenta de lo sucedido y actuaron con rapidez atacando al enemigo que salía de sus escondites. Ambos quedaron con la vista al suelo, heridos.

Atacaron todo lo que pudieron, mataron unos cuantos soldados enemigos y eso los dejaba satisfechos.


Voltearon a verse, se tomaron de la mano y se sonrieron. KyungSoo que fue el menos herido se arrastró hacia JongIn y posó sus labios con cuidado. JongIn tenía una mancha oscura de sangre muy grande en el hombro y el pecho. Pero aun con el rostro manchado de sangre le sonrió, le sonrió tan bonito como KyungSoo lo recordaba.

―Yo también te amo Jongin. ―Musito con el poco aliento que le quedaba. Se vieron a los ojos por una última vez. JongIn le dedico una sonrisa pero no pudo controlar las lágrimas.

―No tengas miedo. ―Suspiro Kai antes de que su pulso terminara siendo nada. KyungSoo sintió una lágrima que caía de su rostro.

―No lo tengo.

Suspiró y segundos después su corazón dejo de latir. Dejaron de existir tomados de la mano, juntos hasta el último instante.


Soldado caído [KAISOO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora