9. Oficina

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Todo era extraño ahora, estar frente al escritorio de nuestro ahora líder Michael cuya mano derecha era nuestro antiguo director el profesor Kurt, junto a Luke, en una pequeña oficina con sillas poco cómodas.

Estábamos ahí para discutir nuestros nuevos planes para mi entrenamiento, de alguna manera Michael en corbata floja y el profesor Kurt en camisa a cuadros y jeans le restaba un poco de seriedad al asunto.

Kurt lucía cansado pero feliz de vernos.

– Elizabeth, Robert – dijo por lo bajo e hice un mohín que se oculto en una pequeña sonrisa.

– Aria – agregó Michael entrelazando sus dedos sobre el escritorio asintiendo a mi dirección, yo sonreí y luego mordí mi labio para evitar que las carcajadas salieran de mi boca, su tono de voz era inquebrantable y extrañamente adulto - Cabeza de lechuga – repuso cuando se dirigió a Luke, así que no pude resistir y comencé a reír hasta que mis ojos lloraron.

Luke negó con la cabeza como si ninguno de nosotros tuviera reparo, incluso Kurt sonrió.

– Me alegra verlos de nuevo – dijo el profesor, lo que hizo sentarme derecha en mi asiento y limpiar las lágrimas de mi rostro. Su cabello había adquirido un tono más blanco de lo normal y las bolsas bajo sus ojos indicaban aquel cansancio que era difícil de disimular aun durmiendo por dos días seguidos, lucía desgastado, pero listo para continuar con una sonrisa muy autentica.

En verdad estaba feliz de vernos.

– Igualmente profesor Kurt, nos alegramos de que esté mejor – repuse, durante unos minutos la conversación se centró en el profesor Kurt y su salud, de cómo Michael ahora debería tomar el puesto como director de la isla y el instituto y diferentes problemas internos en la isla, incluso alabó el color de mi cabello insinuando que el lila resaltaba mis pecas.

Quizás no lo había notado antes, pero Kurt nos trataba todos como su familia, no solo era el director, era aquel abuelo que nos criaba con mano dura para que fuéramos las grandes personas que estábamos destinadas a ser.

– Bueno que tal si vamos directo al grano – cortó Michael amontonando papeles y más papeles en su escritorio – El viaje está pautado para dentro de dos días y tendrán que estar acompañados de uno de los trabajadores de la isla.

– Yo soy un buscador – repuso Luke, la verdad no habíamos terminado nuestro entrenamiento de "Protectores" así que no creo que seamos considerados como tal.

– No, cabeza de lechuga, eras un buscador, renunciaste al trabajo para ser Protector y tampoco eres un Protector ¿sabes lo que eres? Un desastre – remarcó nuestro amigo, el rubio y yo intercambiamos miradas intentando contener la risa de nuevo, Michael era un desastre tratando de demostrar "autoridad" – Tranquilos, Ashton como trabajador/Investigador oficial de la isla, hará el favor de acompañarlos.

– Les advierto que Nastya es algo peculiar – interrumpió Kurt – Quizás no estén acostumbrados a alguien tan, tan, digamos que espontanea. No la subestimen fue una de mis mejores estudiantes.

– Tranquilo profesor - dije, sabía lo que representaba ser "peculiar" - Le aseguro estoy ansiosa por conocerla.



Fueron los dos días más lentos y el viaje más tedioso de toda mi vida, cuando al fin nos registramos en la pequeña posada en las afueras de Ginebra, Ashton y Luke compartían preguntas sobre cómo hackear un pequeño juego online.

Tenía que ser honesta mi novio era muy inteligente, pero a veces era excesivamente nerd y eso le daba un toque aun más tierno a su personalidad.

Cargaba una enorme cantidad de pulseras de goma que según Ashton ayudarían a aislar la energía eléctrica que corría por mis venas, resultó durante el viaje, pero cuando llegamos al aeropuerto duré aproximadamente dos horas en una habitación tratando de explicar que no llevaba ninguna arma conmigo.

Maldito detector de metales.

Si de verdad quisiera hacerles daño ya estarían llorando.

En fin el piso en el que nos registramos tenía tres habitaciones y un baño, esto sería la guerra para la mañana siguiente.

Nastya llegaría en una hora, así que me encargué de enlistar todos mis problemas con mis nuevos poderes, mientras resumía mis "avances" durante el entrenamiento con Jeux.

No había notado lo nerviosa que estaba hasta que Luke me preguntó si el lápiz sabía bien. Había pasado todo el rato mordiéndolo mientras caminaba por toda la habitación.

– ¿Nunca te has preguntado si puedes cargar la batería de un celular por tu cuenta? – dijo Ashton de la nada.

– No, la verdad me he limitado a hacer muchas cosas.

No había tocado mi celular en semanas.

– ¿De qué tienes tanto miedo?

– De perder el control – esta vez fue Luke quien habló. - Ese era su mayor temor cuando la conocí.

Yo sonreí, me conocía tan bien.

– Bueno, supongo que por eso estamos todos aquí, para que venzas tu miedo. – la cuarta voz era dulce, baja y algo tímida, todos nos giramos para verla, estaba sentada en el marco de la ventana del balcón.

El reflejo de Luke incluyo un pequeño ataque de raíces que la puso de cabeza.

¿Qué carajos?

Cabello negro, piel morena y ojos color miel, era hermosa y a juzgar por su reacción impasible a pesar de estar colgada en el techo no se esperaba menos de nosotros.

– Nastya – exclamo Ashton corriendo hacia ella. Luke la bajó.

– Lo siento. – dijo mi novio sin ocultar la sorpresa de su rostro.

– Mi culpa, pensé que aparecer así daría un toque de misterio pero ya veo que no. – sacudió sus ropas y se presento – Por cierto buenos reflejos amigo. – finalizó señalando a Luke.

El rubio asintió con cierta incertidumbre.

– Nastya siempre ha sido algo diferente – dijo Ashton con sus mejillas sonrojadas y ella le sonrió calidamente.

Ummmm.

– Si, sé lo que se siente – dije mientras mis ojos bailaban de la morena a nuestro amigo.

Ummmm.

– Muy bien Aria, esta noche la electricidad será tu mejor amiga – dijo y chasqueo sus dedos, las luces se apagaron y nos quedamos a oscuras, durante un instante titilaron y volvieron a la normalidad, pero Nastya había desaparecido, solo había una carta en el lugar donde estaba parada.

¿Qué carajos?

La tomé y tenía escrita una dirección.

– Esta chica sí que es extraña, incluso para mi – dijo Luke rascando su nuca mientras leía la carta.

Y para mí, pensé.

– Lo sé – dijo Ashton con una enorme sonrisa en sus labios.

Electricity.Where stories live. Discover now