DESTRUCTIVE

Capítulo 7

AMANDA JOHNSON

—Qué... —Kate alternó la mirada entre el chico y yo, una y otra vez. Luego me tomó de la muñeca y comenzó a rrastrarme de nuevo hacia el grupo de chicos.

—¿Qué haces? —pregunté, caminando detrás de ella.

—En este momento vas a averiguar si eso que dices es verdad.

¿Qué?

Sin pensarlo dos veces, de un jalón me safé del agarre de Kate y me eché a correr perdiéndome entre la multitud. Me detuve cuando mi cuerpo chocó contra la espalda de alguien más y el chico frente a mí se giró rápidamente, derramando el vaso de soda que llevaba en la mano sobre mi vestido.

—Mierda. —me quejé— ¿Por qué no tienes más... ? —me quedé callada en cuanto levanté mi vista, percatándome de que el chico era Zack, mi vecino.

—¡Amy! —gritó con entusiasmo.

—¿Zack? ¿Qué haces aquí?

—Venía por una soda, pero algo chocó conmigo y ahora estas bañada en soda. —él rió y yo rodé los ojos.

—Me refiero a qué haces aquí, en la fiesta. ¿Jake te invitó?

—Que este sea mi primer año en la preparatoria no significa que no conozca a nadie. —bromeó y yo dejé escapar una risa, fue ahí cuando una idea vino a mi mente y miré al chico con interés.

—¿Zack, quieres venir conmigo?

—¿Kate viene contigo? —reí ante su tan rápida pero para nada inesperada pregunta.

—Sí. —respondí.

—Entonces no. —respondió mostrando desinterés y yo rodé los ojos.

—Dios, Zack, sé que te gusta Kate.

—Sólo me gusta molestarla. —aclaró, negando con la cabeza.

—Con eso es suficiente. —sin esperar su respuesta lo tomé de la mano y comencé a arrastrarlo entre la multitud, empleando toda mi fuerza cuando se sujetaba de alguna pared, resistiéndose.

Llevé a Zack hasta donde se encontraban los chicos. Cuando Kate lo vio, abrió los ojos como platos y yo sonreí.

—¡Miren quien vino! —exclamé.

—Estoy aquí porque me obligaron. —murmuró el castaño y yo golpeé su brazo. Zack se alejó sin más y comenzó a beber junto a los chicos.

—¿Por qué lo trajiste? ¿No te das cuenta de que se emborrachará y hará lo que todo ebrio hace? —me cuestionó Kate, claramente molesta.

—¿Algo como expresar sus penas con la chica que le gusta? —enarqué una ceja y ella me miró mal— Vamos Kate, míralo, está comenzando la preparatoria. Cree que todo se trata de fiestas y chicas, cuando vea la realidad te olvidará, se enfocará en lo suyo y estarás más cómoda. Mientras tanto trata de ser amable con él.

—Pero... —sin decir más, palmeé su hombro y me alejé de ella.

Caminé hacia los chicos y cuando me senté junto a ellos, escuché cómo James nos contaba sobre cómo era cuando él y Jessica vivían en Los Ángeles.