Dolor

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*Adam*

- ¿¡Qué se supone que es esto!?

Nadie quiere empezar una mañana así, mi mamá me gritaba y me pegaba de vez en cuando, pero está vez me había ido muy mal.

Cuando llegué a casa estaba mi mamá esperándome en la puerta con correa en mano, apenas entré a la casa mi mamá me pegó con la correa en el trasero.

- ¡Te dije que no fumaras! ¡Te lo dije! ¡Ahora te pudrirás en el infierno por mentiroso! ¡Por ocultarme cosas y por fumar!

- Mamá, ya te he dicho que no fumo.

- ¿Y cómo me explicas esto? - lanzó mi cajetilla de cigarrillos al piso, dentro estaban todos rotos, supuse que ella se puso a limpiar el cuarto y los encontró en mi closet.

- ¿Dónde encontraste eso? - pregunté tratando de evitar la golpiza.

- No te hagas el inocente ¡estaban en tú habitación!

- Pero mam...

- ¡No me digas mamá! - me dijo con una tremenda furia - ve, sácate la ropa.

Me saqué toda la ropa en el living quedando completamente desnudo.

- Ahora te darás un baño de agua fría.

Yo obediente, ya que no podía hacer otra cosa, fui al baño, entré a la tina y me mojé entero, estaba con mucho frío, la piel se me ponía de gallina, pero aún así no reclamé, fue mi culpa, no tuve que hacer desobedecido, mi mamá tenia la razón.

- Sal - decía mi madre con una aterradora furia.

Salí de la ducha y empezó a golpearme con la correa en todo el cuerpo, primero en el trasero, luego en la espalda, en el pecho, estos quedaban rojos y ardía; de inmediato me pegó en las piernas, yo cerraba los ojos con fuerza pero igual me salían lágrimas.

- Esto me duele más que a ti - sabía que eso no era así, yo sentía el dolor y ella solo me lo provocaba sin sentimiento alguno.

Cuando pequeño creía que ella era buena hasta que vi que no era así. Tenia seis años cuando la vi teniendo relaciones sexuales con un chico mucho mas joven que ella, yo asustado fui a contarle a mi padre y este los pilló faire l'amour, el joven se veía asustado y mi mamá muy enojada conmigo empezó a gritarme y pegarme, me tiraba el pelo, mi papá la separó de mi, ambos se gritaban, mi mamá estaba histérica, como alguien a quien internan en un manicomio, cuando terminó este "incidente", yo me puse a llorar en mi cuarto y ví a mi padre entrar, me dijo que todo estaría bien, que tenia que mantener la calma y cuando fuera grande irme de la casa, tenía una maleta, después de ese día no lo volví a ver, ya no me acuerdo como se llamaba, pero tengo vagos recuerdos de él y de la infancia que se fue junto con este; luego de eso mi madre me pega, pero nunca lo había hecho como lo estaba haciendo ahora.

Seguian golpeándome con la correa, mi espalda sangraba al igual que a Jesús, estaba recibiendo en castigo por mis pecados para no ir al infierno, lloraba y me mantenía rígido sin hacer ruido alguno, luego de unos minutos -que parecían horas- se detuvo.

- Espero que hayas aprendido tu lección - dijo y luego se fue.

Seguía rígido, guíe mis manos a mi cara y me puse a llorar y gritar como nunca antes lo había hecho.

- Lo hace por mi bien, ella me ama - repetía en voz alta.

Dejé de llorar y fui a limpiar el desastre que había dejado.

*Scott*

Había llegado tan tranquilo hasta que de un momento a otro recuerdos llegaron a mi mente, la muerte de mis padres, los abusos de mis compañeros contra mi y la forma en el que el mundo me odiaba. Cada recuerdo mas profundo me estaba atacando de una manera increíble; mi vista se nubló ante aquello y un punzón comenzó a hacer que mi cabeza palpitara, en estos momentos no podría soportarlo por mucho y necesitaba desquitarme con algo. Rápidamente corrí al baño pero de vez en cuando me detenía puesto que el dolor era demasiado como para soportarlo.

Bienvenido a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora