Otra chica de Ravenclaw (Draco y tú) [EDITANDO]

Basildon

Draco P.O.V.

Estaba en mi cama, leyendo el libro que Samsa me había regalado, "Romeo y Julieta", bueno, en realidad, lo estaba releyendo. Cuando la puerta se abrió de par en par dejando entrar a Samsa.

—Hola —dije —, ¿Qué haces aquí?

—Tenemos noticias sobre los padres de Hermione —dijo ella —, están en Basildon.

—¿En verdad? —pregunté.

—Sí, y bueno, papá me dio la dirección de su consultorio, parece que prefieren que lo hagamos nosotros pues... ya sabes, a ellos no les gusta andar entre muggles... llaman la atención.

—¿En verdad? —pregunté.

—No—sonrió —, la verdad, escuché una charla con mamá y dijeron que aun investigarían más y bla... bla... bla, pero yo estoy segura de que ese es el lugar.

—¿No quieres esperar?, falta poco para que acaben las clases.

—No, es ahora o nunca —dijo y salimos del castillo, como era sábado, las puertas de Hogwarts estaban abiertas para que visitemos Hogsmeade.

Llegamos a Hogsmeade, y nos desaparecimos.

Llegamos a una calle donde las casas eran blancas y todas pequeñas, con techos altos de dos aguas, no tenían más de tres pisos de altura, todas tenían la misma estructura, al frente de nosotros había una puerta de vidrio, con las letras blancas "Dentista" decía —Lo sabía —dijo Samsa y sin pensarlo entró.

La seguí —Samsa ¿Qué haces? —susurré.

—Improviso —dijo ella con una sonrisa, Samsa era una chica tan sensata e insensata a la vez, al entrar un timbre sonó y una mujer de cabello castaño y algo esponjoso salió de una puerta y nos sonrió —Buenos días ¿Tienen cita?

—Buenos días —respondió Samsa —, no, pero pensé que como es muy temprano aún no están ocupados, solo quiero una revisión.

—Oh, claro —dijo la mujer y se sentó en el escritorio que había en una esquina del cuarto.

—¡Es ella! —mustió Samsa.

—¿Nombre? —dijo la mujer.

—Hermione Moon —respondió Samsa y enarqué una ceja.

—Qué lindo nombre —dijo levantando la mirada —, si hubiese tenido una hija la hubiese llamado así —le dedicó una sonrisa —, bueno, mi esposo está libre, yo tengo una cita de media hora, así que puede pasar —dijo llevándosela y Samsa me guiñó el ojo antes de entrar.

« ¿Ahora qué? » pensé, la mujer ya confirmada como la madre de Hermione cerró la puerta y giró, me lanzó una sonrisa y se sentó en el escritorio.

—¿Y tú querido?

—Oh, yo solo la acompaño, gracias.

—Qué lindo —susurró.

—¿Cómo se llama? —pregunté.

—Jean Granger —dijo con una sonrisa maternal y sentí un vacío en el estómago.

—Un gusto señorita Granger —le tendí la mano y me la estrechó—, yo soy Draco Malfoy.

Ella me lanzó una sonrisa extraña y negó.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Nada —dijo con una sonrisa —, algo tonto...

—Me gustan las tonterías.

—Solo... sentí como si ya lo conociera, pero es imposible.

Asentí y ya no volvimos a hablar, a los quince minutos Samsa salió con el señor Granger —Tu dentadura es perfecta —dijo el señor Granger.