De Mejores Amigos a Novios

1

Uno

Bien. Creo que ya estoy lista.

— Tengo que ir, tengo que ir.— es lo que me repito constantemente para darme fuerzas.

Oh Dios, no puedo, no quiero... ¿Por qué? Mis padres son muy malvados conmigo, saben que en mi antigua escuela tiene preparatoria y a papá se le ocurre pedir un traslado.

Yo tenía mi vida ahí, todo lo poco que había avanzado, y conociéndome me tardará tiempo encontrar nuevos amigos. Mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas cuando recuerdo a Jeni, la extrañaré bastante.

No estoy molesta con ellos, definitivamente tomaron esta decisión por el bien de nuestra familia. De todas formas, escuchaba que papá siempre se quejaba de su antiguo jefe, tengo que ser fuerte por él y que se sienta mejor en la filial de ahora.

Bien. Todo va a estar bien, tengo que convencerme de que todo va a estar bien. O al menos eso espero.

Ya son las 7:45 am, siento que voy a vomitar todo el desayuno que mamá me preparó. Ella me acompañará hoy, y sí, no es nada vergonzoso ir con mamá el primer día.

—Vamos Maddie, ni que fuera tan difícil —habló mi yo interior...

— ¡Claro! Como tú no sales de ahí, soy yo la que tengo que afrontar todo.

Qué mal, hablo conmigo misma, si sigo así empezaré a perder la cabeza. Aunque si pienso en lo que dice el sombrero loco no está mal.

— Ya llegamos, Maddie.— me comunica mamá— ¿Recuerdas el camino?

Oh, genial. No recuerdo ni por dónde vinimos.— Sí, claro que sí, mamá. Te veo en casa.— le doy un beso y avanzo a la entrada. Definitivamente luego usaré Google maps. ¿Cuál era la dirección?

— ¡West, Maddie!

Escucho mi apellido y nombre ser pronunciados. Solo camina y evita las miradas. Solo camina y evita hacer algo tonto.

— Estos son sus horarios señorita, Bienvenida. — me dijo la señorita sentada en la entrada.

Bien, aquí vamos. Aquí vamos. Por mamá, por papá. Por nosotros.

— Maddie, ¡mira el horario! ¡Están esperando los demás!

— ¿Señorita?

— Eh... Sí, gracias.— tomo el papel como puedo y entro por las amplias puertas a un año más de sufrimiento.

Qué vergüenza. Sí. Nada tonto Maddie, nada tonto.  
Espero con ansias escuchar hoy lo más pronto el timbre de salida.

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