16. A bad dream

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Me crucé con Mackenzie en uno de los pasillos y sin decir palabra la arrastré hacia el exterior lo más alejado posible de los demás. Ésta mañana me había levantado decidida a contarlo, a decirle la verdad. Y nadie me iba a detener.

Llegamos hacia un gigantesco árbol. Solté su mano. Empecé a patear una piedra sólo para ganar un poco de tiempo y para poder tener más valor al momento de decirle.

-¿Acaso vas a confesar tu amor por mí y luego escribirémos nuestros nombres dentro de un corazón en éste árbol?-preguntó divertida. Tenía un brillo especial en los ojos. Ese brillo especial que sólo aparece cuando estás con esa persona especial. Sabía que aquel brillo desaparecería en unos minutos.

-Mackenzie, yo... -tragué saliva- no sé por dónde empezar.

-¿Qué pasa? Sea lo que sea, tiene solución. -me sonrió para conformarme y luego me abrazó.

Mackenzie es una gran chica, me dolería mucho perderla cómo amiga. Me liberé del abrazo y la aparté un poco de mí.

-Necesito confesarte algo.

Y ahí estaba, a punto de decirle la verdad. Llevé un mechón de mi cabello tras la oreja y comencé a juguetear con las puntas. Era otra de las cosas que hacía al ponerme nerviosa.

-Soy toda oídos. -sonríe.

¿De verdad esto es muy difícil o soy yo la que se carcome la cabeza con decir algo tan sencillo? Apuesto la segunda opción.

-Quiero que sepas que no sé cómo fue que sucedió pero lo hizo. -comencé a hablar- No sé por qué lo hice. -bueno, en parte sí- Pero no aguanto más y tu ni nadie se merecen mentiras. Eres una gran persona y ya no quiero mentirte en la cara.

-¿De qué hablas? -preguntó con semblante serio- ¿Me quieres confesar que te acostaste con otra? ¿Es eso? -insistió.

-Nada de eso. No pasó nada con otra chica.

Pero con otro chico sí.-canturreó la voz de mi interior.

-¿Entonces?

-Mackenzie, no soy lesbiana. Ni tampoco soy bisexual. Soy hétero. No tengo idea de por qué dije lo que dije pero así fue. Cada vez que quería reparar el error la mentira se hacía más grande. Se que no merezco tu perdón ni el de nadie por haber jugado con los sentimientos de alguien tan maravillosa como tu. Pero es que iba a explotar si no lo decía de una vez.

Listo, lo dije. Por fin había dicho la verdad y se sentía agradable. Aunque seguía nerviosa por ver la reacción de ella.

Como sabía, aquel brillo en sus ojos desapareció para convertirse en ojos fríos, cargados de enojo.

-¿Por qué lo hiciste? -preguntó con calma. A juzgar por su rostro estaba muy seria. No había ni rastro de aquella Mackenzie divertida y despreocupada. -¡Contesta! -gritó y tuve que obligar a mis piernas a que recobren la estabilidad ya que ese grito me tomó por sorpresa, haciendo que me tambalee y casi caiga de culo.

-Lo siento. Yo...

-¡¿Que lo sientes?! ¡¿Me dices que lo sientes?!

Está histérica. Con ganas de romper y destrozar todo lo que se cruce en su camino. No la culpo, yo estaría igual.

-Perdóname. -agaché la cabeza, no podía verla a la cara.

-¡Eres una idiota! ¡Una imbécil! -gritó- Bravo Sky -empezó a aplaudir con sarcasmo- hiciste que una estúpida como yo terminara enamorada de una imbécil como tú.

-¿Qué..?

¿Mackenzie estaba enamorada de mí? No, eso era imposible. Vamos, no me puede amar. Eso es un sentimiento muy grande.

Shut up! I'm lesbian #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora