Todo Vuelve (Raura) |EN EDICIÓN|

Capítulo 5

—¿Qué fue eso Tom? —pregunté asombrada, conteniendo las ganas enormes de saltar a sus brazos, de volver al momento en donde nos estábamos besando y el tiempo parecía detenerse.

Pero claramente —y para mi mala suerte— él solo lo había echo como buen amigo que es. 

Nos habíamos dirigido al patio trasero del colegio, estábamos completamente solos, no pude evitar ponerme nerviosa. Ya saben, esa clase de nervios y ansiedad que no puedes matar así de fácil... 

—Me gustas —soltó de repente. Lo admito, me cayó como un balde de agua fría. Me quedé muda, al parecer mi cerebro se quedo sin algo coherente que decir, me quedé inmovil, como si se tratara de un estatua, no podía creer lo que acababa de escuchar. ¿Era cierto? o peor... ¿Escuché bien si quiera?. Thomas estaba incomodo, su posición rígida me lo indicaba. Por un momento creí que estaba en otro mundo, absorta y perdida. 

—¿Qué? —susurré con la garganta seca. 

—Me gustas entera..— Tom carraspeó por unos segundos y bajo mi atenta mirada siguió. —tu forma de ser, de luchar, de sonreír, e incluso opino que todo te queda genial.— miró por unos segundos sus zapatillas antes de observarme de nuevo—Lamento lo del beso inesperado, pero no me contuve— agregó mirándome a los ojos. 

Estaba perdida en sus ojos, en él y sus hermosas palabras. Me emocioné, demasiado, no lo niego. Thomas se me acaba de confesar... a pesar de que esté totalmente emocionada en mi interior no se como demostrarlo, no se si saltar a sus brazos, si decirle que él igual me gusta, o salir corriendo a pedir un taxi y huir. 

  — yo... Thomas — di un largo suspiro. no sabía como decirle que él también me gustaba, no es tan fácil como parece.

—¿Laura?—me cortó levantado mi rostro con su mano derecha. Suspiró— ¿Quieres salir conmigo?—preguntó.

No podía creer lo que sucedía. Tom, mi gran amigo Tom, me acababa de pedir que salgamos. Y no una salida de salir a comer o algo por el estilo.
Sino que salir. Salir no de amigos.
Salir de novios. 

Simplemente asentí, estaba aturdida, todo fue tan de golpe, siento los enormes halcones rondar por mi estómago, se que no son mariposas como siempre describen, son malditos halcones muertos de hambre y sed.

Cuando menos me lo esperaba me estaba besando. No sabia que hacer.
Era mi primera, no, segunda vez qué besaba a alguien... a la misma persona..
Sin contar mi primer beso de niña.
Coloqué mis brazos entorno a su cuello y lo atraje más hacia mi para profundizar el beso.

Creo que ese sentimiento qué se producía y me molestaba cuando lo veía era, amor.
Me gustaba Tom.
Y nunca en mi vida había tenido algo tan claro..

—Así que ya salimos—dijo sonriéndome cuando ambos nos apartamos. Sin perder un ápice de momento me tomo en brazos, esta vez no era otro de sus simples abrazos, este era uno lleno de un sentimiento único, inexplicable, y lo más importante, mutuo.

—¿Sabes? Agradezco a ese torpe de Ross que provocó la pelea y que casi le saltaras encima a no ser por mí — susurró en mi oído al momento que corría un mechón de este —Te quiero Laura. Siempre lo he hecho, créeme.

Lo abrace aun más fuerte, como si mi vida dependiera de ello, como si el fuera el único ser en este mundo..

—Creeme que no quiero... pero debo irme ¿nos vemos en el trabajo?— dijo deshaciendo el abrazo.

—Si.. claro que si— respondí tan... alegre. Si, estaba Feliz...

Me dio un casto beso en los labios y se dio media vuelta para luego desaparecer por la puerta que entraba al colegio sin antes despedirse con la mano.