capítulo 25: metida de pata

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Sentía que alguien golpeaba mi cabeza con un martillo, me explotaba la cabeza.

Primero, dónde mierda estaba? Segundo, que era lo que había pasado? Y tercero, necesitaba una aspirina, urgente, para el dolor de cabeza que la resaca me había dejado.

Me encontraba en una habitación parecida a la mía, con la única diferencia de que esta tenía ropa de hombre en el armario, la cabeza me daba vueltas intentando recordar lo que había pasado la noche anterior, de repente un quejido a mi lado me sorprendió, hasta ese momento no me había dado cuenta del brazo que descansaba sobre mi desnuda cintura, porque si, estaba desnuda.

No hizo falta darme la vuelta para saber que el hombre dormido a mi lado era Chris, POR DIOS! Díganme que no me acosté con él. Me levante con cuidado para no despertarlo y un gran dolor de cabeza me golpeó, no quería afrontarlo ahora, tenía que pensar, tenía que intentar recordar lo que había pasado.

Junté mi ropa y me metí a bañar. Cuando salí del baño Chris ya estaba despierto y me dedicó una sonrisa desde la cama, pero la quitó al darse cuenta de que yo no le correspondía.

-Qué fue lo que paso ayer?- dije despacio viendo cómo se sentaba en la cama y fruncía el ceño.

-No recuerdas nada?- parecía frustrado, casi enojado.

-No- era mentira, recordaba el beso que nos habíamos dado en la fiesta, pero nada más -Dime por favor, que no nos acostamos-

-Si Megan, dormimos juntos!- casi lo dijo gritando e hizo que mi cabeza volviera a doler -Tanto te molesta?-

-Pero que mierda te pasa? Somos amigos Chris, esto no tendría que haber pasado nunca!- esta vez la que gritaba era yo.

-Pero paso!- se había levantado y puesto el pantalón -Y yo no me arrepiento de eso- no podía creer lo que acababa de decirme.

-Tú no estabas borracho?- él me miro sin responder y eso fue suficiente -Espera tú te acostaste conmigo sabiendo que estaba ebria?!- no podía creerlo, se había aprovechado de mí.

-No parecías borracha cuando me respondiste el beso y me dijiste que me amabas!- estaba furiosa y sorprendida por esto último, le había dicho que lo amaba.

-Eso no es excusa Chris, sabes qué?- le dije mientras me dirigía a la puerta de la habitación -Tú y todo tu estúpido corazón pueden irse a la mierda- cerré la puerta detrás de mí y corrí a la mía cerrándola con llave, me quedaría allí hasta que terminara el verano si era necesario, con tal de no verlo nunca más a la cara.

Era miércoles, mañana era la boda y el civil de Connor, no había salido de la habitación y cuando lo había hecho evitaba a Chris o simplemente lo ignoraba. Él había intentado hablarme pero mi amigo se lo había impedido, cuando le conté a Connor lo que había sucedido, este se tomó el puesto de guardaespaldas muy enserio, impidiéndole a Chris acercarse a mí. En la única oportunidad en la que habíamos hablado fue cuando le pregunte sobre el regalo y con muy pocas palabras decidimos poner dinero entre los dos para ayudarlos a pagar su luna de miel y él me dijo que un amigo de suyo se había ofrecido a tocar en la boda.

Claro que cuando intento cambiar de conversación, me levante y me fui, no quería hablar con él. Quería borrar esa noche de mi vida, sobretodo porque sabía que lo amaba y que gracias a que no pude evitar emborracharme, había metido la pata y lo había perdido para siempre. Claro que él también tenía culpa y se le notaba en la mirada cada vez que me veía bajar las escaleras.

Estuve hablando con Ellie y me contó que se había besado con una chica y de lo borracha que estaba, no recordaba su nombre ni siquiera su cara y eso me había hecho sacar unas cuantas sonrisas.

El jueves Connor me despertó temprano, muy temprano para ir juntos al spa donde nos hicieron mascarillas, masajes, me maquillaron y peinaron, cuando se hicieron las 4 de la tarde, ya estaba lista y tenía el vestido corto blanco y negro que me había comprado especialmente para el civil.

Connor y Scott se veían tan hermosos y tiernos con sus trajes negros, que no pude evitar soltar unas lágrimas de felicidad por ellos cuando firmaron el papel que los declaraba casados formalmente. A Chris y a mí nos había tocado oficiar de testigos, él se veía increíble con su traje y lucía una gran sonrisa en el rostro, pero sabía que por dentro estaba tan triste como yo.

Ellie lloraba a mi lado y cuando los recién casados se besaron todo el mundo comenzó a aplaudir, incluso los padres de Connor, cuando salieron les arrojamos arroz y el torpe de Scott casi se cae por pisarlos, haciendo que todos los presentes riéramos, con un gesto de saludo Connor se despidió de nosotros y subió a la limo que más tarde lo llevaría a el salón donde continuaría la fiesta.

Me quede con Ellie en la habitación de hotel que mis padres habían alquilado, porque si, mis padres habían llegado y yo los extrañaba tanto que no iba a separarme de ellos hasta que tuvieran que volver a casa.

Cuando se hizo la hora Ellie y yo nos cambiamos, debieron ver la cara que puso mi padre al verme fue algo así como "esa era la niñita a la que le cambiaba los pañales?" y la de mi hermano fue de pura sorpresa ya que sabía cuánto odiaba los vestidos.

-Te ves preciosa- dijo mi madre abrazándome por un largo rato, extrañaba tanto sus abrazos -Te has vuelto toda una mujer-

-Qué dices?- grito mi padre -Ella es una niña aún!-

Luego de la discusión de si ya era mayor o no, nos subimos todos en el auto que mis padres habían alquilado, sólo por esta ocasión tan especial, y fuimos directo al salón.

La boda de mi mejor amigoWhere stories live. Discover now