I want you back.

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Cuando terminan la comida, Mauricio y Az suben a su cuarto de nuevo. Juegan un poco más y la charla entre ellos se torna mucho más fluida. Si bien a Az le cuesta trabajo hablar con Mau y tartamudea a veces, se siente más cómodo estar dentro de la casa que fuera de ella. EL teléfono de Mauricio suena mientras juegan y más de una vez tiene que pausar el juego para contestar, lo que lo hace tedioso. Azael, como quien no quiere la cosa, pregunta:

-¿Hablas con Micah?-aun siente la preocupación de que Micah lo eche de cabeza con Mauricio. Cada mensaje lo sobresalta y le hace pensar que, cuando lo lea, Mauricio le pedirá que se largue de su casa.

-No, es con una...-Mauricio ríe y bloquea el celular antes de lanzarlo a la cama-, con una chica.

-Oh, ¿tu novia?-Az siente una nueva oleada de celos y enojo. ¿Qué derecho tiene Mauricio a tener una vida perfecta? ¿Por qué Az no puede tener una vida simple y feliz cómo él, qué hizo mal?

-Algo así. ¿Tú que me dices? ¿Tienes novia?-pregunta Mauricio desviando el tema.

-No-la voz de Az es fría como el acero.

-¿Y no se te hace guapa nadie de la escuela?

-La verdad es que no-Lo dice en serio. Az no ve chicas guapas; chicos sin embargo...

"¿Qué mierda? -aprieta los dientes y se reprime por pensar de esa manera-. Deja de pensar así, carajo. Te pareces al niño estúpido e inocente de hace unos años."

No más, ya no.

-Así decimos todos al inicio. Cuando te das el tiempo de conocerlas y de hablar con ellas, cambia tu perspectiva. Incluso los polos opuestos llegan a juntarse.

-¿Así te pasó con...?-Az señala el celular con la cabeza. Olfatea que algo interesante puede haber en ese camino.

-Sí, de hecho sí-la cara de Mauricio es la de un bobo: sus ojos luminosos y sus mejillas rosadas-. Fue muy repentino.

De nuevo se queda callado dejando a Az con la intriga de quien puede ser el tercer invitado.

El atardecer comienza a caer. Los turistas regresan a sus hoteles de las playas. Los bares abren sus puertas y el ritmo de las cosas cambia, se expande y se contrae más rápidamente. Az se despide de Mauricio y de su padre con un apretón de manos. A su madre le realiza una reverencia y sale por la puerta rumbo a su apartamento en el centro de la ciudad.

-¿Qué tal les cayó Az?-les pregunta a sus padres a la hora de la cena.

-Es amable, muy educado también-dice la Gabriela mientras se sirve más pato a la naranja-. Deberías aprender a él y ser más educado.

Mauricio ríe y mira a su padre.

-¿Y a tí, pá?

-Pues bien... sí bien. Se ve agradable, aunque no deberías dejar a Micah en segundo plano. Él también es tu amigo.

-¡Jamás lo dejaría en segundo plano!

-Yo nomás digo.

-Micah y yo somos mejores amigos y sé lo dije, que no nos íbamos a distanciar por un chico nuevo.

-Pues hoy se fue muy enojado-interviene Gabriela-, ¿seguro que estaba bien?

-Pues eso me dijo.

El resto de la cena se habla de otra cosa y el tema de Micah queda sepultado bajo las noticias y el clima, seguidos de los deportes y de que Mauricio debería ponerse un camiseta para cenar.

**

Arrastrando los pies y con una sensación pesada en el estómago Micah entra a su casa. Abre la puerta con sus llaves y enciende las luces de la sala y de la cocina. Camina hasta la cocina donde encuentra un post-it de su madre pegado en el refrigerador.

El Diablo Entre Nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora