quince.

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—Me gusta Malfoy, y tengo pensando empezar a salir con él.

Se escuchó un ruido, como de un cristal rompiéndose.

— ¿QUÉ?—gritó Molly Weasley desde la puerta.

Elle se asustó demasiado, y más porque hacía mucho tiempo que no veía a su madre tan roja, y enojada.

— ¿De qué estás hablando Rochelle?—preguntó con un tono un poco más calmado.

—De-de nada—contestó temblorosa. Aunque luego se arrepintió de haber hablado así, se arrepintió de no haber respondido firmemente.

—Ginny—dijo más tranquila Molly—Permíteme un momento con Rochelle.

Ginny asintió y se salió de la habitación, pero no sin antes darla una palmada en la espalda a Elle, como muestra de apoyo. Ambas sabían que Elle estaba por recibir el sermón de su vida.

Molly suspiró molesta.

—Creí haber mencionado en la carta que no quería que estuvieras cerca de ese chico. No puede ser posible que te encante siempre hacer todo lo contrario a lo que te digo—no gritaba, pero su tono de voz era lo suficientemente fuerte como para que se entendiera que era un regaño—Puedo tolerar que estés en Slytherin, pero nunca voy a tolerar que pienses andar de novia con ese, ¿acaso sabes a lo que se dedica su papá?

Elle iba a responder. Pero Molly alzó la mano en señal de que no quería que respondiera.

— ¡SON NUESTROS ENEMIGOS!—ahora sí que gritaba— Y ESO VA MUCHO MÁS ALLÁ DE NUESTRA FAMILIA, SU PADRE ES UN MORTÍFAGO.

Elle no sabía muy bien que era ser mortífago. En el verano había escuchado varias veces ese término pero nunca le dio mucha importancia como para preguntar su significado.

— ¿Qué es eso?

— ¡Son los seguidores del-que-no-debe-ser-nombrado!—exclamó.

Elle se quedó paralizada. No sabía eso, pero era bastante probable que fuera cierto. La familia Malfoy es mala, pero eso no debe de significar que Draco sea malo, ¿o tal vez sí?

— ¿Y?—preguntó en tono desafiante. De la nada se sintió más segura—Que su padre sea eso no significa que él deba serlo también.

—Normalmente odio decirles cosas así a mis hijos—suspiró—Pero no seas tonta, Rochelle, mantente alejada de él, es muy peligroso.

—Es mi amigo, no pienso alejarme de él.

—Hazlo por tu padre y por mi te lo ruego.

Elle no contestó nada, sólo se salió de ahí. No sabía cómo sentirse, no sabía si estar triste porque es probable que no se atreviera a decirle a Draco lo que sentía, por miedo a que su madre tuviera razón. O enojada, enojada por siempre ser tan diferente a todos los de su familia. Claramente ella era la oveja negra de todos los hermanos Weasley, la única que no salió tan perfecta como todos.

Quería estar sola, y pero desgraciadamente la mayoría de los que estaban en la casa paseaban decorando y cantando villancicos por todos lados eso pareció imposible.

— ¡Hermione!—se escuchó la voz de Ginny­— ¡Viniste!

"Por Merlín, ¿dónde están los papás de esa chica? Parece que no tiene casa" pensó Elle

Tal vez a Hermione le cuentan cuál es su problema con Harry Potter. Elle se quiso quedar a escuchar la plática pero en el momento que se escondió atrás de una puerta le dieron ganas de ir al baño. Así que se perdió una parte de la conversación.

— ¿Cómo está Harry?—preguntó Hermione

—No muy bien, se ha estado escondiendo de todos desde que escuchamos que quién-tu-sabes podría estar poseyéndolo.

Y ahí estaba la respuesta que Elle buscaba.

{****}

Elle se sentía demasiado fuera de lugar con Ginny, Harry, Ron y Hermione. Todos ellos son amigos desde hace tanto, y bueno, han vivido tantas cosas juntos, que Elle no encajaba en sus anécdotas. Incluso se enteró que cuando Ginny iba en primer grado fue poseída por un recuerdo de Lord Voldemort y escribía sangre en las paredes, pobre de Ginny, casi muere, y claro de no ser por Harry.

Ahí fue cuando Elle se dio cuenta que cinco años es demasiado tiempo, y que tal vez si nunca se hubiera ido a Egipto con Bill ella formaría parte de esas fantásticas y algo peligrosas anécdotas. Pero esa vez no sintió envidia, sólo tristeza.

La cena fue algo incómoda, y más porque Elle intentaba con todas sus fuerzas evitar el contacto visual con su madre. Aunque Elle devoró toda comida que tuviera enfrente, para ella eso fue lo mejor de toda la cena.

Al despertar Elle encontró varios regalos en el pie de su cama. Ginny y Hermione no se despertaban aún, así que ella se apresuró a abrir sus regalos.

El primero que abrió fue el de sus papás, que era un jersey rojo. "Seguramente representando su amor por Gryffindor. ¿Por qué no uno verde?" se dijo Elle a sí misma.

Posteriormente abrió el de Bill, que le regalo un ejemplar de Orgullo y Prejuicio. Nunca lo había leído, pero Elle amaba los libros muggles, eran su obsesión. Bill siempre sabía qué regalo perfecto darle.

Los demás regalos fueron irrelevantes, dulces y cosas así. Cuando estaba a punto de bajar a desayunar se encontró con Fred y George saliendo del cuarto de los chicos.

— ¡Feliz Navidad!—les exclamó Elle—Gracias por el paquete de tintas invisibles, me va a servir mucho.

—De nada rara—contestó George.

—No bajes todavía mamá está llorando porque el imbécil de Percy le regresó el jersey que le mandó de navidad, y sin ninguna nota.

—Que descarado—dijo Elle — ¿Por qué se porta tan grosero?

Y de ahí le contaron todo lo que pasó con el lame suelas de su hermano. Al final de la historia Elle estaba tan enojada como nunca lo había estado con él. Y luego se dijo a sí misma que ella y Percy competían por el puesto de "Oveja Negra de la familia Weasley" La competencia estaba por ahora en un empate.

—Feliz Navidad hermana—llegó Ginny y la abrazo, posteriormente la cogió de la mano y la jaló—Tenemos que seguir hablando.

­— ¿Lo mismo que ayer en la mañana?

—Sí, me dejaste con la curiosidad ¿Draco Malfoy?

Elle asintió.

—Quiero decirte que si empiezas con un sermón pierdes tu tiempo, por ahora nadie cambiará mi opinión.

—No pensaba sermonearte—dijo Ginny arreglándose el cabello rojo—Sólo quiero saber que vas a hacer, o qué le vas a decir.

—No sé qué hacer la verdad—suspiró llevándose ambas manos a la cara—Si le digo que quiero intentar algo y quedo en ridículo, y si no le digo siempre pensaré en lo que pudo haber sido.

—A por él, hermana—Ginny la apoyó—No me agrada mucho, pero si es lo que tú quieres cuentas conmigo, dile que lo quieres.

—En ningún momento dije que lo quiero.

—Pero yo lo notó en tus ojos, cuando dices su nombre sonríes, y sale un brillo en tus ojos—explicó—Acéptalo, lo quieres.


Perdón por la tardanza! 

The Black Sheep. |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora