capítulo XXII dia 11

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Estaba en la cama y no tenía ánimos de levantarse, se encontraba acostada de lado mirando la ventana.
Se acomodó sobre su almohada y mantuvo la mirada fija sobre el cristal húmedo por la llovizna
Se sentía contrariada de que los chorros de agua que se oían afuera le relajaran de tal modo que se sentía incapaz de abandonar la cama.
Apenas amanecía, lo que le daba un aspecto singular a la mañana.
Calculó que serían alrededor de las seis y media pero aun relajada no pudo volver a dormir.
Tenía -debía de admitirlo- varios pensamientos que la inquietaban por ejemplo:
Que si hubiese ido sola a las ruinas tal vez ahora estaría muerta, pensaba de una forma fatalista por que esa era la verdad; si el sr darcy no la hubiera salvado ahora no estaría gozando del sonido de la lluvia.
Otro era que él mismo se puso en riesgo...y eso aumentaba la estima casi inexistente que alguna vez sintió por él.
Y que pasaría si?...No!, debía evitarlo, no podía ser... El era un buen hombre pero eso no borraba todo lo que hizo :jane, su actitud, lo que hizo...sin embargo ahora le entendía mejor, ya no lo juzgaba de orgulloso, intolerante, pedante y todos los defectos que algún día le encontró.
Ella también había sido imprudente y poco reflexiva...si ahora mismo tuviera a sr wickham frente a ella...era mejor no pensarlo, mejor así, afortunadamente su gusto por él no fue mas que superficial, tal como se lo merecía.
No se dio cuenta de que el día había salido por completo hasta que oyó el ruido de una puerta cerrarse
Un poco confundida se incorporó en la cama y pudo atención, escuchó unos pasos que bajaban por la escalera
"señor darcy?" -pensó
Se levantó y se puso su bata de dormir apresuradamente
Salió de la habitación en actitud curiosa y avanzó hacia las escaleras oyó cerrarse la puerta de la entrada y bajó mas aprisa
Sin embargo solo alcanzó a ver parte de su habrigo cuando salió de la casa
Se quedó parada esperando alguna otra señal pero lo único que miró fue un jinete salir a todo galope por el portón
Inconsciente -pensó- si hace ese tipo de cosas jamás va recuperarse
-señorita?
La sra blanche iba saliendo de la cocina
-sra blanche, a donde iba el sr darcy?
-creo que a la aldea
Elizabeth hizo una mirada de confusión
-enfermo? Y con este clima?
-estará bien -dijo minimizando la observación- es un cabeza dura...
-que dura es usted con el -dijo con gracia
-le apetece el desayuno?
-no, esperaré a que vuelva, por lo pronto subiré a cambiarme
La sra blanche le dio una mirada llena de ternura que la puso en guardia
-no me vea de esa forma señora, solo es para que no se sienta solo aparte de enfermo, debe rectificar esa mirada
-cual mirada? -dijo ingenua la mujer y subió a las habitaciones dejándola nerviosa y pensativa

El sr darcy llegó a la aldea ligeramente empapado, de no ser por que las facturas debían llegar a tiempo con su contador seguiría en cama.
También pudo haber mandado a henry pero tratándose de algo tan urgente decidió llevarlo él mismo.
Su enfermedad le había impedido terminar con el asunto, pero ya sintiéndose un poco mejor pudo levantarse de la cama y revisar los papeles que había dejado en pausa ,realmente era muy exigente y meticuloso con esas cosas, no se daba nunca el lujo de dejarlo para otro día excepto por esa vez.
Cuando pasaba por la avenida principal divisó la oficina de correos y el paso de su caballo se volvió mas lento.
No estaba tan cerca como para ser reconocido o distinguido, al doblar en una esquina vio con cierta sorpresa salir a un hombre ya conocido.
Albert sin duda aprovechaba al igual que él las primeras horas de mañana cuando aun no tenía tantos deberes para dejar correspondencia a algún familiar o amigo, la verdad es que a darcy no le interesaba mucho, mientras no afectara en sus ocupaciones diarias podía hacer lo que quisiera con su tiempo libre.
Albert no miró a el sr darcy cuando salió de la oficina, llevaba al parecer unos sobres en su mano que se guardo en el saco, de inmediato subió al caballo y se fue apresuradamente sin darce cuenta que lo habían reconocido.
Pasó por alto esta casualidad y se encaminó de nuevo a la oficina, se bajó del caballo de un salto y lo amarró en la entrada para después entrar. sacó la carpeta del abrigo y se la entregó al encargado, mientras este llenaba papeles y arreglaba detalles del envió una puerta se abrió detrás de él.
-buenos días -dijo el joven unclinando su sombrero
-buen día - contestó el encargado- ya tengo su paquete, permitame atiendo al caballero y ya se la entrego
El joven aceptó y esperó pacientemente
-muy bien sólo necesito su firma y su nombre por favor
-darcy tomó la pluma y plasmo su firma en el papel
El encargado la tomó y la miró atentamente
-muy bien señor darcy? -darcy asintió- este es su recibo -dijo entregándole un papel
El joven que estaba parado a su lado inmediatamente fijó su atención en él pero no hizo ningún comentario
-bien ahora usted señor morton, en un momento regreso
Darcy lo miró de reojo como adivinando de quien se trataba.
Edward a su vez sabía quien era el sr darcy puesto que la sra blanche ya había comentado el nombre de su patrón varias veces mientras charlaba con su madre.
Ninguno de los dos dio muestras evidentes de interes por el otro.
Darcy se apresuró a salir mientras edward esperaba su paquete.
darcy no estaba completamente bien aun se sentía afectado pero era algo tolerable por lo que al subir al caballo fue un poco mas lento y lo indujo a caminar mas despacio.
Tranquilamente empezaba a alejarse de la oficina y se había alejado a algunos cinco metros de ella cuando una voz imperiosa lo llamó
-caballero!, -dijo edward morton, caminando apresuradamente- caballero! -repitió
Darcy volteó a verlo y detuvo al caballo
-señor perdone usted la molestia... Quisiera saber sobre la salud de la sra blanche
Darcy lo observó con seriedad
-está perfectamente
- me alegro... y su sobrina?
Darcy enarco una ceja
-quien?
-la srita philis, la otra mañana estuvo compartiendo con nosotros
Darcy de inmediato supo de quien se trataba
-ella está bien, supongo
-quiere usted decir que aun no se marcha?
Darcy levantó el mentón
-no creo que aun no
-sería un atrevimiento si la visitara?
Darcy fruncio el ceño
-ese es un asunto fuera de mi jurisdicción -dijo apretando los labios- no me meto en asuntos íntimos de mi personal mucho menos en los de su familia
-entonces supongo que no hay problema alguno?
Darcy en vez de contestarle le miró con rigidez ,después inclino la cabeza a modo de despedida y se marchó dejando a edward morton desconcertado.
Tomó las riendas del caballo y tensó sus dedos alrededor de ellas ,si no fuera un hombre tan racional seguramente se las habría quitado al animal para ponérselas al sr morton alrededor del cuello.
Ir a visitar a elizabeth a su propia casa!, abrase visto semejante atrevimiento...era mejor alejarse rápidamente y no volver al vista atrás.
Un poco mas de prisa cabalgaba por el camino mientras se debatía entre cierto malestar que era producto de su aun deficiente salud y el otro causado por la molestia de haber conocido en persona al dichoso edward.
Recordó sus celos iniciales que le parecieron exagerados en principio, pero ahora eran totalmente racionales.
Tuvo que detener al caballo para tomarse un respiro no estaba pensando bien las cosas y se le notaba a leguas la turbación y el rato de mal humor por el que estaba pasando y no quería que nadie lo viera así.
Lo mas probable es que pensarían que se había puesto peor de salud. Pero dentro de si estaba seguro de lo que sentía y ese era uno de los motivos que lo llevaron hacer lo que hizo: quería a elizabeth para él, no quería ver cerca de ella a ningún otro hombre que no fuera él mismo, la desesperación y no el orgullo como ella pensaba habían sido el principal motivo del acto en cuestión.
De pronto se miró débil, vulnerable, y con mas defectos que los habituales.
El día que ella se fuera que iba a hacer? Iba a seguir con su vida como le había prometido o se undiria en un invisible pozo sin fondo? Si eso pasaba lo único que notarían los demás sería un aumento en su mal genio.
Sonrió débilmente al pensar en esto ,realmente no habría gran diferencia seguramente elizabeth fuese la única en notarlo y ella no la volvería a ver...nunca más.
Se sintió por primera vez egoísta elizabeth tenía el derecho de elegir desde el principio si quería o no estar con él.
Al principio pensó que con el tiempo y paciencia lograría su cometido pero ahora empezaba a dudar, ella era de firmes convicciones y su carácter -que era lo que mas le gustaba- no era del tipo que se doblegaba.
Ella noble y honesta...cualquier sentimiento que logarara despertar sería auténticamente expresado y por ahora solo veía simpatía, cordialidad y agradecimiento.
Pero esos se lo dedicaba normalmente a un buen amigo o familiar.
Si faltaba algo era sin duda alguna señal de un sentimiento mas fuerte... Pero no lo veía y estaba perdiendo las esperanzas de verlo alguna vez.
Mucho menos ahora que se adelantaba su partida.
Se sintió como el dragón de esos cuentos que la sra blanche le contaba a georgiana cuando era niña...y no le gustó.
El caballo se movía nervioso bajo el agua, darcy que ya estaba mas tranquilo lo calmo y lo dirigió de nuevo al camino.

Días de lluvia (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora