IM y LJ son dos chicas destinadas a encontrarse... aunque ninguna lo sabe.
Se conocieron por Instagram y desde el primer mensaje algo hizo clic.
Compartían secretos, anécdotas, coqueteos.
Cosas que jamás habían confiado en nadie más.
Pero al final...
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No pasó nada extraordinario ese día. Y, aun así, todo estaba mal.
Isabella volvió a su órbita con la precisión de siempre. Luna a su lado, sus amigas alrededor, la escuela funcionando como debía. Risas medidas, besos tranquilos, manos entrelazadas con naturalidad. Desde afuera, todo era correcto. Perfecto, incluso.
Pero algo había quedado mal colocado en el universo.
Porque a veces basta unas horas encerrada con la persona equivocada para que el orden se fracture sin hacer ruido.
Isabella no pensó en Lynn Loud. O eso se dijo a sí misma. Ignoró el recuerdo de una chaqueta en el suelo, la forma en que una voz arrogante había sonado extrañamente... normal. No volvió ahí. No debía.
Y Lynn... Lynn estaba peor.
Seguía haciendo lo que siempre había hecho. Seguía rodeándose de chicas bonitas. Seguía besando labios distintos, recibiendo sonrisas, halagos, manos que la buscaban.
Pero nada se quedaba.
Nada hacía eco.
Esa tarde, sentada en su cama con el celular brillándole en la cara, Lynn hizo lo que siempre hacía cuando las cosas se le salían de control: escribió.
LJ: IM estoy demasiado jodida LJ: pero tipo enserio LJ: creo que me gusta demasiado esa chica insoportable
Del otro lado de la pantalla, Isabella Duvall —IM— leyó el mensaje sin saber que hablaban de ella.
IM: lol IM: bienvenida al infierno
Lynn soltó una risa sin humor.
LJ: no es gracioso LJ: la odio LJ: y ella me odia LJ: y es de mi hermana
Eso último pesaba como una sentencia.
LJ: no puedo hacer nada LJ: absolutamente nada
Hubo unos segundos de silencio.
LJ: a veces pienso que si todo hubiera empezado distinto... si la hubiese conocido...diferente LJ: quizá no sería así LJ: quizá no dolería tanto
Lynn no usó palabras grandes. No sabía cómo. No entendía qué era eso que le apretaba el pecho cuando pensaba en esa chica diminuta, arrogante, imposible. Solo sabía que no se sentía como antes. Que no era igual a las otras.
IM: suena a desastre IM: tú eres un desastre
LJ: lo sé LJ: y eso es lo peor
Cerró el chat. Se quedó mirando el techo.
En otra parte de la escuela, Isabella se detuvo un segundo más de lo necesario frente a un espejo. Ajustó su cabello. Enderezó la espalda. Frunció el ceño sin saber por qué.