Al verlo salir, no pude evitar que mis ojos viajaran a su trasero, el cual continuaba envuelto en la toalla y que al caminar se movía de una forma... bastante apetecible. No solo eso, su larga espalda... ¿Qué rayos? ¿Por qué me ponía a verle el trasero a Choi cuando Daniel estaba a punto de encontrarnos en una situación por demás comprometedora? Peor ¿Por qué me ocultaba Siwon? Eso era raro. ¿Seguía dormida?


~Siwon~

A Claudia sí que le gustaba ponerme las cosas difíciles. No había podido evitar, estimularme teniéndola de esa forma. Sabía que lo que vendría después, no sería nada grato, pero justo en ese instante se escuchó la voz de mi hermano. Demonios. Esto era malo.

Tome a Claudia y la lleve hasta el baño, seguro que ella no deseaba que la encontrara en mi departamento y menos cuando yo estaba desnudo, en todo caso, yo tampoco deseaba que se crearan malentendidos que la pudieran afectarla. La tenia donde quería, no la dejaría ir.

Regrese a la sala y abrí la puerta, Daniel me miró con una sonrisa divertida y observó el interior del departamento sobre mi hombro, como si buscara algo y sin disimular. ¿La había escuchado?

―Espero no ser inoportuno ―murmuró mirándome expectante. Al parecer solo era su curiosidad. Menos mal.

―Para nada ―conteste haciéndome a un lado, dejándole el espacio libre para que entrara―. Es solo que acabo de salir de la ducha ―dije mirando la toalla que era lo único que cubría mi cuerpo.

―Ya veo. ¿Y bien? ¿Qué tal tu cita anoche?


~Claudia~

Intentando no hacer ruido, abrí ligeramente la puerta del baño y preste atención a la conversación que sostenían en la sala. Tenía curiosidad por saber qué relación tenían ellos ¿Tan cercanos eran como para que se visitaran? Gays no podían ser, eso definitivamente, de Siwon no podía estar segura, pero sin duda Daniel no tenía nada que hiciera dudar su hombría. Aunque, Siwon... tampoco estaba tan mal. A pesar de mi disgusto, tenía que reconocer que estaba bien formado.

―¿Qué tal tu cita de anoche? ―Aprovechando que Siwon había dejado la puerta de la habitación abierta, me acerque tratando de escuchar lo que hablaban. ¿Cita? ¿Qué cita? ¡Aja! Así que también lo habían dejado plantado. ¡Aja! Bueno, al menos no era la única y ahora que lo sabía no podría burlarse de mí.

―Bien ―escuche contestar con voz poco emocionada a Siwon. ¿Qué más podía decir? No iba a aceptar que lo habían dejado tirado.

―Espero que haya valido la pena mi sacrificio. La cena con nuestra madre fue un caos... ―Un momento ¿Nuestra madre? ¿Suya? ¿De ambos? ¡¿Qué?!

―Lo siento. Te debo una.

―No te preocupes. En todo caso, si tu cita resultó como espero lo haya hecho, puedo sacrificarme por mi hermanito cuantas veces sea necesario.

¿Qué? ¡¿Qué?!

Casi me voy encima de la lampara, pero lo evite por casi nada.

Es que... no podía dar crédito. ¿Hermanito? Pero... pero... no tenía sentido, sus apellidos eran distintos "Choi" y "Henney" ¿Cómo? No, imposible. Tenía que ser un error o quizás solo se llamaban así en forma de cariño. Aunque si analizaba un poco, se parecían, pero... rayos... imposible.

Me devane los sesos intentando encontrarle lógica a lo que acababa de escuchar. Regresé al baño antes de delatarme y mientras me estrujaba el pelo, vi mi bolsa sobre el tanque de agua del escusado. ¿Qué hacía ahí? Eso no importaba ahora. Rápido tome mi bolsa y busque mi teléfono. Necesitaba respuestas a todo lo que estaba pasando. Algo no estaba bien, mejor dicho, nada lo estaba.

Enamorando al EnemigoWhere stories live. Discover now