SEVERANCE +𝟭𝟴 || NETEYAM AND READER || AVATAR THE WAY OF WATER

𝟮𝟮 || 𝗢𝗥𝗜𝗚𝗜𝗡

Alzó los brazos, provocándolos, y muchos lanzaban gruñidos de advertencia antes de batir sus alas y huir al cielo.

Después de un rato, Nyx exhaló frustrada.

—Cobardes —susurró, sin apartar la vista del grupo restante.

Entonces, un fuerte rugido resonó a pocos metros de ella. De entre las sombras de una pequeña cueva, surgió un Ikran ligeramente más grande que los demás, además, tenía una piel tan oscura que reflejaba tonos morados y verdes a la luz del sol, y sus ojos eran como brasas encendidas, fijos en ella.

Nyx se irguió emocionada caminando de manera cautelosa.

—Así que tú sí quieres jugar —murmuró.

El Ikran respondió con un chillido tan potente que espantó a los más jóvenes. Nyx bajó la mirada hacia su cinturón, buscando el bozal trenzado que debía usar para domarlo y hacer la conexión más rápido. Pero su mano solo encontró aire.

—No... —murmuró, revisando otra vez—. No puede ser.

Levantó la vista, y entre las rocas vio a Lo'ak, Kiri, Tuk y Spider mirando atentos, mientras Neteyam se mantenía con los brazos cruzados, sin entender porque Nyx permanecía tan quieta.

Luego vio a Reyla detrás de todo ellos... sosteniendo su bozal en una mano.

La Omaticaya le guiñó un ojo y fingió inspeccionar sus uñas.

No tuvo tiempo de reclamar. Cuando el ikran se acercó a ella. Nyx saltó hacia un costado, rodando por el suelo mientras las garras del animal rasgaban la roca donde había estado segundos antes. En cuestión de segundos otro zarpazo pasó rozándole el brazo y Nyx levantó la vista para ver como abría sus fauces, mostrando colmillos curvados del tamaño de dagas.

Nyx apretó la mandíbula y le respondió con otro gruñido.

—¡Vamos, Nyx! ¡Muéstrale quién manda! —Gritaba Spider seguido de un Lo'ak medianamente preocupado.

Pero Neteyam no sonreía.

—Vaya, parece que alguien olvidó algo importante —dijo con una voz lo bastante alta para que Neteyam la oyera—. Alguien que no cumple con las reglas no merece ser uno de nosotros, ¿no crees Neteyam?

Él no le respondió, solo estaba enfocado en su aprendiz. Si las cosas no salían bien, Nyx podría terminar muerta. Pero se estaba preparado para intervenir de ser necesario.

Por su parte, la chica seguía batallando con el Ikran, que desplego sus alas y rugió molesto. Pero ese pequeño descuido fue aprovechado por Nyx, quien se lanzó directo al cuello del animal. Aferrándose con todas sus fuerzas a su piel.

El Ikran volvió a chillar furioso, intentando deshacerse de ella. Giró, se sacudió y golpeó sus flancos contra las rocas cercanas.

El sonido de hueso y piedra chocando resonó en el lugar.

—Uhhh —dijeron al unísono todos los que observaban. Sintiendo el dolor ajeno.

Las hermanas de Neteyam soltaron un grito ahogado; mientras los chicos miraban impotentes.

El mayor de los Sully, por impulso dio un paso hacia adelante.

—Ya vi suficiente —murmuro a punto de lanzarse hacia la pendiente.

Pero la mano de Reyla lo detuvo.

—¡No te atrevas! —le advirtió—. Es un rito sagrado. Si ella muere... será por su ineptitud.

Neteyam la miró molesto.

—¿Crees que voy a quedarme mirando mientras va camino a su muerte?

—Así aprendemos los Omaticaya. Así lo aprendiste tú. Ella es fuerte, no te preocupes —respondió tratando de calmar a Neteyam. Aunque su intención era que dejara morir a Nyx.