SEVERANCE +𝟭𝟴 || NETEYAM AND READER || AVATAR THE WAY OF WATER

𝟮𝟮 || 𝗢𝗥𝗜𝗚𝗜𝗡

—Entonces... ¿Quién te gusta? Anda, no seas tímida —insistió Kiri aún más animada.

—Nadie. Ninguno es lo suficientemente fuerte.

¿Y qué hay de Neteyam? Es el más fuerte del clan si es lo que estas buscando —sugirió con cierta picardía. Pero lo que recibió como respuesta fue una terrible mueca de disgusto mal disimulada.

—¿Qué?

Fuera del mauri donde se encontraban, Neteyam estaba a punto de entrar para avisar que era hora irse, hasta que escucho como Nyx lo mencionaba en su conversación con su hermana.

—¿Tu hermano mayor? —él se detuvo cerca de la entrada y acerco su oreja a las delgadas telas del mauri— No me gusta, es débil y muy tonto.

Kiri soltó una pequeña risita por su respuesta, al menos una de esas dos palabras tenía algo de verdad. El Omaticaya por su parte, se aguantó las ganas de entrar a reclamarle con tal de seguir escuchando.

—¿Y si no lo fuera? ¿Lo aceptarías como tu pareja?

Nyx pareció titubear debido a extraña pregunta de Kiri, pero la idea se le hizo tan absurda que ni siquiera diviso un futuro que no fuera su muerte.

—Si, sí quizás —fue su única respuesta que uso para callar a Kiri un rato. Quien pareció satisfecha.

—Bien, ya estas lista, hora de irnos —dijo dejando el cuenco a un lado mientras observaba el rostro de Nyx— el rojo te queda bien.

Nyx asintió observando su rostro en el reflejo del agua.

Al escuchar los movimientos y las voces cada vez más cercanas de ambas chicas, Neteyam se alejó del mauri rápidamente.

[•••]

Un grupo de cinco jóvenes subía por los bordes de las rocas suspendidas con el cuidado de no caer, siguiendo el paso de Neteyam, Reyla y otro guerrero igual de experimentado que encabezaba la marcha.

Cuando Nyx miro hacia abajo, no vio más que neblina. Tomo aire e intento concentrar en su camino, que cada vez se hacía más alto.

Por su parte, Reyla y el otro instructor se encargaban de guiar a sus aprendices, repitiendo indicaciones cómo mantener el equilibrio y no distraerse. A unos pasos de ellos, Neteyam y Nyx permanecían aparte, observando en silencio el agua que salía de la cima de una de las rocas.

Neteyam se limitaba a mantener la distancia; se pasó toda la noche quejándose en silencio —o eso supone él, pues Kiri fue la única que escuchaba sus lamentos— ya que después de la extraña sensación de adormecimiento y cosquilleo en sus extremidades, llego a la conclusión de que lo mejor era tomar distancia con Nyx, quizás se estaba enfermando y estaba confundiendo las reacciones de su cuerpo con otra cosa.

Nyx, en cambio, parecía no notar su presencia. Algo que llegaba a exasperar a Neteyam a veces, pues incluso algunas jóvenes del clan no dudaban en atacarlo con preguntas cuando lo tenían cerca.

De pronto, una gran sombra cruzó sobre ellos. Nyx alzó la vista justo a tiempo para ver a Lo'ak y Kiri pasar montados en sus ikrans.

—¡Nyx! —gritó Lo'ak, alzando un brazo con una enorme sonrisa.

Ella frunció el ceño, pero al final levantó una mano y le devolvió un pequeño saludo.

—No te distraigas —espeto Neteyam quien mantenía los ojos cerrados.

Nyx rodó los ojos con fastidio y bajo su mano, era el último paso para formar parte de su clan, así que no lo iba a arruinar por una discusión que consideraba estúpida.