Capítulo único.

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-Ke-Kevin... basta por favor, detente...- murmuraba apenas alcanzando a pronunciar las palabras, el joven pelinegro intentaba aguantar las ganas de emitir sonidos obscenos de su boca, todo eso por culpa de los besos y caricias que el pelirrojo le propinaba.


-Mmm... ¿en serio quieres que me detenga?- comento con algo de malicia y perversión el jugador que ya estaba bajando sus manos hacia el pantalón ajeno, ambos se encontraban sin camiseta ya y la cama que compartían era la del pelinegro, que bien se había rehusado a perturbar y ensuciar su habitación se sentía mas cómodo rodeado de todas las etiquetas.


-si... si quiero- decía tímidamente y cubriéndose el rostro con las manos, mordiéndose los labios para evitar emitir otro sonido que no fueran palabras –además, eso es muy antihigiénico Kevin, la saliva posee miles de bacterias y sin mencionar el hecho de que me estas mordiendo podría entrar dentro de mi y enfermarme o podría enfermarte yo también porque me estas besando mi... cuerpo...- decía en un tono muy nervioso pues aunque lo decía Kevin parecía no escucharle y seguía con lo suyo hasta que de un instante al otro paro -¿eh?...- separo sus manos del rostro para ver.


Kevin estaba sentado a su lado y había dejado de besarle y tocarle, claramente el comentario de DobleD le había insultado –ja...- suspiro con un tono mas bien molesto –vamos tontuelo, no puedo creer que hace unos días nos besáramos y ¿ahora te da pena que deslice mis labios por todo tu cuerpo? Ja... eso si no me lo creo- decía en un tono un poco malicioso pero sin quitar la molestia de su voz –y además debo recordarte que fuiste tú quien me beso- dijo finalmente para tomar su camisa y ponérsela.


DobleD al escucharle se sintió algo culpable pero estaba claro que no podía dar el siguiente paso aún así que se encogió en aquel rinconcito de la cama –lo siento Kevin pero realmente no puedo hacerlo, no me siento preparado ni física ni emocionalmente para hacer ese tipo de cosas aún contigo... yo en realidad- iba a extender la explicación pero para eso Kevin poso su dedo índice en la boca del pelinegro.


Kevin entendía la obsesiva personalidad de DobleD pero realmente quería llegar a tercera base con él aunque fuera solo una vez, quizás el pelirrojo estaba yendo muy rápido pero si bien quería ser el primero en tomar las riendas del asunto dado que fue el tonto quien le dio su primer beso y por culpa de él para DobleD ya no era su primer beso, le escucho pero cansado de eso –mira... te entiendo, eres un tonto pero así me gustas- poso ligeramente su frente contra la del pelinegro que aun estaba sonrojado por todo lo anterior –pero creo que...- se levanto de la cama.


DobleD le miro al parecer estaba decidido a marcharse, por culpa de su timidez e indecisión pero igual no pudo decir nada excepto – ¡esta bien!- grito un poco y se levanto, poniéndose rápidamente su camisa y acompañando a Kevin a la puerta –te prometo que me esforzare mas –tomándole levemente del brazo y bajando la mirada, en si se sentía algo responsable por todo. Kevin le miro y sonrió –jeje...- tomándolo del gorro para molestarle un poco –esta bien, te perdono porque eres un tontito...pero no voy a descansar hasta hacerte mió- eso ultimo se lo susurro al oído haciendo que el otro temblara un poco.


-¡Kevin!..- grito apenado y bastante aturdido por lo que le había dicho el pelirrojo, el cual lo único que hizo fue soltar a reír para finalmente salir de la casa del pelinegro. Suspiro profundo y rápidamente corrió al baño para revisar su cuerpo, al verlo se sonrojo dadas las marcas de besos y mordidas que había en el –ah... debería bañarme- comento y entro a la ducha, no sabia qué hacer para quitarse esa timidez, tendría que estudiar bastante sobre anatomía y sexualidad antes de intentarlo nuevamente, pero conocía a una persona que quizás podría ayudarle y después de todo le debía muchos favores.

Esfuérzate mas DobleDWhere stories live. Discover now