Cap1 "Dark Paradise".

30.3K 1.1K 1.1K
                                    

*NARRA ALEJANDRO*

Me llamo Alejandro, tengo 24 años, soy excesivamente guapo, tengo un cuerpo de dios, soy casi un modelo, tal vez muchos piensen que soy un patán, presumido y ambicioso, y puede que tengan razón, pero no me importa, he usado mi físico para conseguir todo lo que quiero, llámame prostituto o como desees, pero de alguna forma tengo que ganarme la vida.

Me gusta sobre todo seducir a mujeres mayores, ellas son más tontas, porque siempre creen que un hombre hermoso como yo las va a amar, pobres ingenuas.
La última estúpida a la que engaño, se llama Berenice, es una anciana de 65 años, la pobre infeliz cree que la amo y me muero por ella, si supiera que solo me interesan los dólares de su cuenta bancaria, se me olvidó decir que ella es viuda y posee una gran fortuna valuada en millones, como sea, hoy tengo que ir a verla porque ya se me acabó el dinero, solo espero que se le quite esa absurda idea de tener sexo conmigo, tan solo pensar en tener relaciones con esa vieja, me provoca asco, pero bueno, tengo que ir a verla y ya voy en camino.

Al llegar me recibe Alfredo, el portero.

Sigo derecho hasta la puerta, la casa de esta vieja es enorme, como un castillo.
Al abrir la puerta, ahí esta ella, bebiendo té como la anciana que es.

-¡Alejandro, mi amor!, no sabes cuanto te extrañe, ¿A qué se debe tanta ausencia?.

-Lo que pasa es que he tenido demasiado trabajo, y tengo que hacer horas extras, perdóname por abandonarte tanto tiempo.

-Está bien mi amor, no te preocupes, me alegra que hayas venido a verme.

-Mmmm... En realidad solo vengo de paso, lo que sucede es que... Quería saber si... Tu... ¿Me puedes prestar algo de dinero?.

-Alejandro, que no te de pena, sabes bien que todo lo mio es tuyo, así que, ¿cuánto necesitas?.

-Bueno pues, algo así como treinta mil dólares.

-Creo que necesitarás más, mejor te doy ciento veinte mil.

-¡Pero cómo se te ocurre, jamas podría pagarte una cantidad así!.

-Sabes bien que nunca tendrás que pagarme, solo con tu amor me haces feliz.

-Gracias Berenice, te amo.

De verdad esta vieja es tan estúpida, no puedo creer tanta estupidez, pobre idiota, y todavía me cree cuando le digo que la amo.

-Bendito el día que me enamoré de ti.

-Yo también bendigo ese día, pero sabes, ahora tengo que irme o si no llegaré tarde al trabajo.

-Esta bien amor, oye hace unos días conseguí un boleto para un crucero y pues ya estoy vieja, así que no creo poder ir, entonces me preguntaba si te gustaría ir por mi.

-¿Yo? ¿en un crucero?.

-Así es, me gustaría que tu vayas, ¿Qué te parece?.

-¡Estupendo, claro que me encantaría!.

-Pues no se diga mas, el viernes zarpa el crucero, va con destino a unas islas cerca de Hawaii, estoy segura que te gustara, y después de que regreses, quisiera que tu... Tu te vinieras a vivir conmigo.

-¿Hablas en serio?.

-Por su puesto, quiero que dejes ese trabajo y te hagas cargo de mis empresas y mi dinero.

-Vaya... No se que decir.

-Solo di que si y ya.

-Acepto amor, viviré contigo.

Náufragos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora