Capítulo veintiocho: No hay paz si está Andrés

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Me levanto por la mañana y siento una humedad extraña entre las piernas. Y no en ese sentido, perturvados. Miro hacia abajo y... Mierda. Rojo. ¿En serio? Me están jodiendo. Odio que me venga la regla. Más allá del odio que le tenemos todas las chicas hacia Andrés. A mí es que me da un asco horrible la sangre. Pierdo mucho. Y cambio constantemente de humor. Ay, por favor, odio que me baje la regla. Además, me baja muy irregularmente, cuando le da la gana, vaya. Me levanto, caminando como un pingüino para no juntar las piernas. Qué asco. Asco. Asco. Asco. Mierda, no tengo baño. Tengo que ir al baño en el pasillo. Y seguro que están los chicos ya fuera. Mierda. Arranco las sábanas de la cama, que están manchadas y me las pongo bajo el brazo. Abro la puerta. Ben y Oliver están en la puerta, como haciendo cola. George debe estar dentro, genial. Me acerco al baño y me planto delante de Ben, que estaba el primero.

-¡Oye! Oliver y yo hemos echo una cola, ponte al final.

-Mira mis pantalones Ben, no pienso hacer la puta cola.

-Uh...-gime Ben, con cara de horror.

-¿Qué pasa?-pregunta Oliver. Yo lo miro con mala cara y Ben hace gestos.

-Necesito entrar urgentemente al baño. ¿Me vas a rechistar?

-No, no.-dice, con cara de espanto al ver mis pantalones.

-¡George Hawthorne! Espabila ahí dentro. ¡Tienes cinco minutos para abrir la puerta u os castro a tí y a tus hermanos!¡Y a tí el primero!¿ME HAS OÍDO?-la puerta se abre de golpe con George extrañado.

-¿Qué pasa?-pregunta.

-Apártate y déjame ducharme.-le digo malhumorada.

-Pero estaba a medio...-lo fulmino con la mirada y me deja pasar.

-Dejad de hacer gestos, Ben y Oliver os he visto.-les digo antes de cerrar la puerta. Dejo las sábanas manchadas junto con mis pantalones del pijama en el cesto de la ropa sucia y me meto inmediatamente en la ducha. Cuando termino, me seco el pelo y busco unas compresas. Me termino de vestir y salgo al pasillo.

-Ay, no sé por qué me pasa esto a mí. Me dueleeeeee.-me quejo, abrazando a Ben.

-Lo sé, Sarah, lo sé.-dice Ben dándome palmaditas en la espalda.

-¡No lo sabes! Los chicos os creéis que es como si os dieran un golpe en las pelotas, pero es peor. Es como si a vosotros os sangraran los huevos y os los patearan varias veces al día durante una semana entera. -Ben me mira con horror y vuelve a abrazarme.

-Me refería a que sé que te duele, Sarah.

-Ay sí, mucho.

-¿Por qué no te tomas una pastilla para el dolor?

-No se me da bien tragarme las pastillas, y lo sabes.

-Entonces no podemos hacer nada. Anda, baja y desayuna.

-Vaaaleeeee. ¿Vienes conmigo?

-Tengo que ducharme. En cinco minutos bajo. -Me asegura, con una sonrisa. Bajo las escaleras dando saltitos. ¿Veis? A esto me refiero. Mi humor es horroroso, y mis hormonas no se dan cuenta de que no puedo cambiar de humor cada cinco minutos. Bueno, da igual. Abajo mi madre ha dejado echos unos gofres, y me los pongo en el plato con sirope de chocolate. Otra cosa a añadir, es que cuando tengo la regla tengo muchísimas ganas de comer dulces y comida chatarra. Supongo que eso solo es una excusa, pero da igual. Me siento a la mesa y miro el móvil, aburrida. Luke me ha enviado un mensaje de buenos días, qué tierno. Estoy a punto de contestarle cuando Ben se sienta a mi lado, con un bol de cereales con leche. Ay, ahora me siento mal. Tal vez debería haberles dejado gofres. Me llevo un trozo a la boca mientras Ben me sonríe. Nah, los gofres siguen siendo para mí.

-¿Ya estás mejor?

-Sí. Sabes que el chocolate siempre ayuda. -Contesto, resuelta. Ben me sonríe otra vez.

-¿Y como te fue la cena con Melissa?-pregunto de repente.

-Bien, muy bien.-contesta Ben, evasivo. Lo miro extrañada.

-¿Seguro?

-Segurísimo. ¿Y tu con... Con Luke?

-Muy bien. Me pidió salir formalmente.

-¿Te pidió que fueras su novia?¿Tan rápido?

-¡No! Me ha pedido salir. -Contesto yo rápidamente. Me termino los gofres y me levanto de un salto.

-¿Nos vamos?

-Claro.

~*~

-Hola Sarah.-me saluda Luke.

-Hola.-contesto secamente. Luke me da un beso en la mejilla y me sonríe. Pero estoy enfadada, molesta.

-¿Cómo has pasado la noche?

-Genial.-contesto, sarcástica. Luke me mira extrañado.

-Oye, ¿estás bien?

-¿Yo? Genial. ¿Y tú estás bien?

-Te noto un poco rara, ¿he echo algo mal? Oye, si eso de anoche fue muy precipitado yo...

-¿Qué?¡Oh, no! Lo siento, lo siento mucho de verdad, Luke. No estoy enfadada contigo. Sólo es que... Me ha visitado Andrés.-explico, un poco avergonzada.

-¿Andrés?-pregunta Luke, confuso. Oh, mierda. Él es hijo único, no sabe lo que es Andrés y dudo mucho que su madre se lo explique.

-Estoy menstruando.-aclaro yo rápidamente, y Luke pone cara extraña.

-Oh, claro claro. Entonces mejor te dejo sola.-dice él rápidamente y se va. ¿Pero a este chico qué le pasa?

~*~

Estoy en el sofá, tapada con una manta y viendo películas basadas en libros de Nicholas Sparks, entre otras pelis románticas. He gastado un paquete y medio de pañuelos y no paro de llorar desde Querido John. Además, estoy sola en casa. Mi madre y John ya nos anunciaron ayer que esta noche se iban fuera. Oliver está en casa de Madison, George en casa de uno de sus amigos y Ben ha ido a hacer recados. Empiezo a ver El diario de Noah cuando oigo las llaves en la puerta.

-¡¿Sarah?!- chilla Ben, a pesar de que está en la entrada. Le doy a pausa y enciendo las luces.

-Estoy en el salón. -Contesto.

-¿Ya has empezado con El Diario de Noah? Creía que aún irías por Titanic.

-La he dejado para más tarde.-contesto yo.

-Espérame un momento.-dice Ben, subiendo las escaleras. Yo me vuelvo a acurrucar en el sofá y me tapo con la manta. Oigo los pasos de Ben bajar y se vuelve a plantar delante mío.

-Sarah, voy a hacer que te sientas mejor.-dice Ben, y luego se sonroja. Supongo que habrá pensado en el doble sentido de la frase y yo me río.

-Las películas ya las tienes tú. Así que he traído otra manta para mí, una vela aromática con esencia de lavanda, dos tarrinas de helado de chocolate para ti, una tarrina de helado de menta con chocolate para mí, patatas fritas de bolsa, un par de hamburguesas del McDonalds, tres paquetes de galletas con chocolate, un par de tabletas de chocolate negro 70% de cacao, y un bote de Nutella.

-Dios, Ben, voy a engordar cinco quilos si me como todo eso.

-Nooo, porque para eso me tienes a mí. Oh, también te he traído las pelis de Harry Potter.

-Y por eso eres mi mejor amigo. Pero quiero terminar de ver mis pelis.

-Por supuesto. Oh, y toma.-dice, dándome mi pato de peluche. ¿Qué pasa, eh? Tengo dieciséis años y aún duermo con un animal de peluche. Cojo una de las tarrinas de helado y Ben me da una cuchara. Él se tapa con una manta y me anima a que me ponga cómoda sobre él, así que pongo mis piernas encima de su regazo y me quedo medio incorporada, pero cómoda. Ben y yo nos tiramos toda la noche mirando la peli y comiendo, y se lo agradezco mucho por hacerme sentir mejor.

Hola! Siento mucho el retraso, pero este fin de semana he estado de carnaval y sinceramente me he olvidado completamente.

Hoy estoy poco habladora, así que dejadme vuestros pensamientos en los comentarios vuestro amor en los votos y nos leemos!!

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⏰ Última actualización: Feb 07, 2016 ⏰

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