Cómo el título lo dice, voy a estar haciendo one shots de los brawlers que todos amamos, espero que sea de su agrado☺️💕
ninguno de los personajes utilizados me pertenecen, son del juego de Brawl Stars y de la compañía supercell✨
Hola, no sé por qué sigo escribiendo esto, sinceramente, tengo ganas de dejar Wattpad, ya estoy harto.
Solo escribiré lo que prometí.
No es nada en contra de este libro... lo siento, estos días fueron sinceramente los peores para mí. He recibido muchísimo rechazo por ser lo que soy ahora, me siento solo y sin motivación, me la paso dibujando y no haciendo absolutamente nada de la escuela, y eso me decepciona de mi mismo, ya que siempre he sido alguien aplicado, solamente ya no encuentro motivación para seguir con mi vida, solo hago lo primero que encuentre, lo primero que me haga sentir un poco mejor.
No pienso abandonarlo completamente a este libro, claro que no, pero a veces, solo me dan ganas de dejarlo solo un recuerdo de una pasión pasada.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ya ni ganas tengo de explicar el contexto, solo es Clancy como militar, y vuelve, qsy.
/NARRADOR/
Clancy llegó al anochecer de ese día, el clima estaba nublado, hace unos minutos había terminado de llover, y los pasos de sus botas resonaban afuera, mientras suspiraba cansado. El uniforme de Clancy estaba peor que la primera vez; llevaba la tela descolorida en los codos, el olor persistente del polvo y la pólvora. No traía equipaje, solo una carta doblada en el bolsillo de su chaqueta, escrita por ti, carta que había leído tantas veces que ya la sabía de memoria. La leía cada vez que se sentía solo.
La puerta se abrió antes de que pudiera tocarla. Allí estabas, envuelta en una bata de lino, con el cabello recogido a medias y los ojos brillando como si no supieras si llorar o reír al verlo. El estaba bien. No dijiste nada, tampoco él. Solo se miraron.
Entró, y el calor de la casa lo envolvió tan suavemente. La television estaba apagada, y sobre la mesa había dos platos servidos, uno aún humeante. Te acercaste despacio, como si temieras que al tocarlo se desvaneciera, y el simple hecho de tenerlo frente a ti fuera una cruel ilusión. Pero cuando tus dedos rozaron los de él, Clancy cerró los ojos por un momento, dejando que el mundo se redujera a ese contacto tan dulce.
—¿Estás bien...? —susurraste, con la voz temblando apenas.
Él asintió, pero no respondió. En cambio, deslizó la mano por tu mejilla, como si quisiera memorizarla de nuevo. Luego te abrazó, con fuerza, con urgencia, con todo lo que no había podido decir o hacer en los meses de distancia. Su rostro se hundió en el hueco de tu cuello, y allí, por primera vez desde que partió, Clancy dejó que el peso se derramara.