Amanda De Santa no solía perderse en recuerdos del pasado, pero aquel instante había sido tan intenso que se filtró en su memoria como una fotografía quemada en la retina. Había sido hace más de veinte años, en una época donde todavía no existía Tracey, aunque ya llevaba en el vientre a su primera hija. En ese entonces, Michael y ella no vivían en la ostentosa mansión de Rockford Hills, sino que todavía flotaban entre incertidumbres, trabajos mal pagados y discusiones que comenzaban y terminaban en el mismo día.
Recuerda que, por alguna razón que hoy no lograba precisar, visitaron la casa de infancia de Michael. Bueno... llamarle "casa" era un halago generoso. Era una caravana vieja, de chapa abollada y pintura descascarada, perdida en un paraje cubierto por un manto espeso de nieve. El viento soplaba con un silbido que se colaba por cada rendija, y Amanda, envuelta en un abrigo barato, sintió desde el primer momento que aquel lugar había sido testigo de más penas que alegrías.
El motivo exacto de esa visita se había borrado con el tiempo. Tal vez fueron a recoger algo que Michael había dejado atrás. Tal vez él quiso despedirse de un pasado que lo perseguía. Amanda no lo sabía y, sinceramente, ya no le importaba. Lo que sí recordaba con absoluta nitidez era la fotografía que encontró colgada en una de las paredes interiores de la caravana.
Era una foto enmarcada, algo torcida, que mostraba a un Michael niño. No tendría más de diez años. Posaba junto a una cartelera de cine de barrio, sonriendo con timidez. Llevaba el cabello negro y desordenado, mejillas redondas y sonrojadas por el frío, y unos ojos azules tan claros que parecían rozar el gris. En la imagen, aquel niño lucía un poco regordete, como si las dulcerías del vecindario hubieran sido sus templos de adoración. Amanda se quedó mirándola un buen rato, pensando que esos ojos, incluso en un rostro infantil, ya guardaban algo de la determinación y el descaro que definirían al hombre que conocía.
Y ahora, de pie en el umbral de su propia mansión, Amanda veía frente a sí a una niña que parecía haber salido directamente de aquella fotografía. El mismo cabello azabache, aunque recogido en dos trenzas bajas. Las mismas mejillas redondas y un ligero rubor natural en la piel. Los mismos ojos, intensos y claros, que la miraban con una mezcla de nerviosismo y determinación.
Amanda se quedó inmóvil, en blanco. Una corriente de preguntas comenzó a inundar su mente, pero ninguna alcanzaba una forma concreta. Sentía la piel erizarse mientras un calor extraño le recorría el pecho. Vestía unos leggins y una camiseta de tirantes; su clase de yoga con Fabien estaba programada para dentro de media hora. Pero en ese instante, la idea de cancelar la clase dejó de ser un "tal vez" y pasó a ser casi una certeza.
La niña, visiblemente incómoda bajo aquella mirada intensa, rebuscó algo en su mochila. Amanda observó cada gesto: el leve temblor en los dedos pequeños, la manera en que mordía su labio inferior como si temiera hablar, y cómo exhalaba profundamente antes de sacar lo que llevaba.
Era una fotografía. La sostuvo con ambas manos, ofreciéndola hacia Amanda como quien entrega una pieza clave de un misterio. Amanda parpadeó. En la imagen aparecía un Michael ya treintañero, abrazado por el hombro por un Trevor igualmente joven. Reconocía la época: ropa vieja, sonrisas amplias, el brillo de días en que la vida todavía les daba espacio para reír.
"¿Aquí vive un Michael Townley?" preguntó la niña. Su voz cargaba un tono de nerviosismo, pero también una firmeza que resultaba extraña en alguien de su edad.
Amanda apretó los labios, evaluando la situación. La respuesta, técnicamente, era complicada.
"Sí... algo así," respondió finalmente, con una ligera vacilación. "Digo, ¿por qué lo buscas?"
La niña tragó saliva, sus pequeños dedos apretando el borde de la fotografía.
"Porque él es mi padre..."
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One Way Or Another || MichaelxTrevor || GTAV
FanfictionDe una u otra forma, el pasado siempre vuelve a la luz, los secretos serán revelados. --- Michelle Phillips, de 8 años. Tendrá la revelación de su vida, cuando se entere que su padre Michael Townley, (Ahora llamado De Santa), esta vivo. Cuando sus d...
