SEVERANCE +𝟭𝟴 || NETEYAM AND READER || AVATAR THE WAY OF WATER

𝟭𝟳 || 𝗗𝗔𝗡𝗚𝗘𝗥

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Nyx llevaba consigo un puñado de raíces medicinales que había recolectado al amanecer, pensando en intercambiarlas por algo de ropa o en el peor de los casos tela nueva.

Al llegar con la artesana, escuchó su petición mientras hacía collares.

—El algodón que usamos no estará listo hasta el próximo ciclo lunar —dijo, sin levantar la vista—. El último grupo se agotó hace un par de días. Aunque también podrías usar collares o plumas. Podrías sentirte más cómoda y estoy segura que te quedarían de maravilla.

La artesana miro de reojo la indumentaria de Nyx, mientras las demás jóvenes solían llevar tops ligeros de cuero o plumas que dejaban la espalda al aire para sentir el viento, y un tewng que les permitía la libertad de movimiento, ella estaba... encorsetada.

Siempre llevaba medias largas, como si fuera jinete de Ikran, que cubrían sus piernas desde los muslos hasta los tobillos. En lugar del top holgado y fresco, usaba una especie de bufanda gruesa y telas superpuestas que le cubrían el torso por completo, ocultando cada curva y cada desperfecto que ella consideraba salvaje.

Nyx contuvo un gruñido. No podía esperar semanas y andar con la misma ropa. Menos colocarse esas cosas que no la protegerían lo suficiente.

—¿No hay nada? —preguntó, tratando de disimular la urgencia en su voz.

La artesana dejó escapar un suspiro y, la miró directamente.

—Mo'at siempre guarda telas... —Hizo una pausa, como si midiera sus palabras—. Quizá ella pueda ayudarte. Solo que esta vez, tendrás que elaborarlas tú misma.

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La anciana estaba sentada en el centro de su mauri, se encontraba tejiendo una cesta con fibras vegetales y no alzó la vista hasta Nyx entró.

—Nyx, ¿necesitas algo?

—Si, yo, necesito ropa o tela para hacer unas.

—Hace un par de días me dijeron que ganaste un par de prendas con la artesana del clan.

—Si, así fue, pero... se arruinaron.

Mo'at encarno una ceja y la miro.

—¿Arruinadas?

—Si...

La anciana soltó un largo suspiro, sin querer indagar más.

—Ayúdame a terminar estas cestas —ordenó, señalando hacia un haz de fibras sin trabajar—. Y las telas serán tuyas.

Nyx respiró hondo, y se arrodilló junto a la anciana. Sin embargo, no se movió, contempló las fibras vegetales extendidas frente a ella con el mismo entusiasmo que habría tenido ante una herida purulenta.

—Tsahìk, ¿Segura que no tengo nada más que ofrecer? Hierbas, carne fresca...

Mo'at no alzó la vista de su cesta semiterminada, pero una arruga de humor apareció en sus ojos.

—El trueque no siempre es material —respondió, haciendo girar una fibra entre sus dedos nudosos—. A veces pagamos con paciencia... y tiempo.

Nyx resopló, pero se arrastró hasta quedar junto a la anciana. Tomó un puñado de enredaderas, pero aplasto sin querer tres fibras en el proceso.

—No sé cómo empezar —admitió entre dientes.

Mo'at dejó escapar una risa, y extendió sus manos sobre las de Nyx.

—Así —presionó sus dedos para marcar el ritmo del trenzado—. No es una lanza. No aprietes con tanta fuerza

Las manos de Nyx aunque torpes en un principio, empezaron a seguir el ritmo ordenado de Mo'at. Su único problema era memorizar los patrones tan complicados.