05: Un sentimiento está naciendo.

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Abrí los ojos lentamente, mirando mí alrededor por unos segundos.

– Al fin despertaste – me habló Yuta colocándose delante de mí, agachándose de cuclillas, obstruyendo mi vista.

– ¿Qué hora es? – le pregunté, bostezando y volviendo a cerrar los ojos.

– Si no te levantas ahora mismo llegaremos tarde – dijo feliz.

– ¡¿Qué hora es?! – pregunté alterado, enderezándome rápidamente.

– Las 8 exactamente – me sonrió, enderezándose también.

– ¡¿Por qué no me despertaste antes?! – comencé a vestirme rápidamente.

– Es que estabas durmiendo tan profundamente que me dio pena hacerlo – rió levemente – pero no te preocupes, yo hice el desayuno – sonrió de oreja a oreja.

Yuta desayuno......esas palabras no combinan.

– N-No te preocupes, no tengo hambre además – reí, algo nervioso, terminando de vestirme.

– Tranquilo, esta vez sí están comestibles, yo ya comí mi parte y sigo vivo – sonrió.

– Quizás no por mucho tiempo.... – susurré.

– ¿Qué?

– No nada – me limité a decir.

Si le digo que no, se va a sentir mal así que....

– Esta bien – sonreí levemente y al decir esto último, Yuta ensanchó su sonrisa aún más.

– ¡No te arrepentirás!

Eso espero....

Me dirigí al baño y me aseé, cuando me miré en el espejo más detenidamente, me di cuenta que tenía grandes ojeras, pero no le tomé importancia, ya que la mayoría de veces acostumbro a andar con ojeras gigantes por pasarme varias noches sin dormir por leer libros.

Anoche terminé de leerme el libro completo y cuando terminé miré la hora y me di cuenta que solo eran las 6 y algo, así que dormí un poco, pero ahora tengo algo de sueño pero ni una pizca de dolor de cabeza, como me sucedía antes, quizás ya me estoy acostumbrando realmente a dormirme tarde.

Dejé mis ojeras de lado y me dirigí a la mesa, en la cual Yuta me estaba esperando sonriente. Antes de sentarme pude notar que me había preparado hasta el café....solo espero salir vivo de aquí.

Me senté y miré de reojo a Yuta. Se veía muy emocionado y ansioso de que yo probara lo que había preparado, quizás tiene razón y esta vez le quedó rico o pasable por lo menos.

Miré lo que había en la mesa y.....casi nada luce muy bien.

Me había preparado tostadas pero todas estaban quemadas y también me había preparado huevos revueltos, los cuales estaban secos y un poco quemados; el café era el único que luce bien. Quizás lo demás no luzca muy bien pero sabe bien así que solo tengo que probar.

Tomé un sorbo de café y me di cuenta que sabía realmente bien, para después sacar una tostada de la panera y untarla en los huevos, en acto seguido, llevármelo a la boca.

La verdad.....no sabe tan mal pero tienen un sabor un poco extraño, pero bueno, por lo menos es pasable.

– Y bien, ¿cómo está? – preguntó ansioso.

– Te luciste esta vez – le sonreí.

– ¡¿Verdad?! – me dijo entusiasmado.

– Pero aún no sabe tan bien – dije para después seguir comiendo, quizás tenga un sabor extraño pero tengo mucha hambre.

¿Solo amigos..?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora