02: Secretos

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Termine de hacer los huevos fritos y los deje en la mesa.

Me acerque a la cama y comencé a despertar a Yuta.

- Yuta, vamos levántate – dije moviéndolo de un lado a otro.

- Un rato más…… - musitó.

- Si te dejo un rato más, vamos a llegar tarde.

- No creo….

Tsk, es peor que un niño pequeño.

Me tire encima de él y me quede así varios segundos.

- Sabes…..pesas y no puedo respirar – apenas pronuncio.

- Me levantare cuando te decidas en levantarte – dije decidido.

- ……..

No hubo respuesta.

Lo mire y me di cuenta que se estaba comenzado a quedarse dormido de nuevo.

- ¡Yuta! ¡No te quedes dormido! – le grite.

Él abrió rápidamente los ojos y bostezo.

- Esta bien, ya me voy a levantar pero primero necesito recuperar energía así que ven.

- ¿Qué? – pregunte sorprendido.

- ¡Solo ven!

Suspire.

Me acerque a él y me abrazo fuertemente.

Parece un pulpo.

- ¿Ya?

- Un poco más….. –musitó.

Podía sentir un leve sonrojo en mis mejillas.

- Vamos a llegar tarde.

- Esta bien, ya – dijo para después soltarme y sonreírme.

¿Por qué siempre cuando esta con sueño me abraza?

A vece me pregunto…..¿qué sería de Yuta sin mí?......quizás andaría botado en la calle.

De repente la tetera comienza a emitir un sonido para nada agradable.

- Apaga eso – se quejó Yuta.

- Ya voy – me levante de la cama y me dirigí hacia la estufa, para después apagarla.

Tome la tetera y serví agua caliente a mi taza y a la taza de Yuta.

Fui a dejar la tetera en dónde estaba y después me fui a sentar a la mesa.

Comencé a preparar mi café y Yuta se sentó al frente mío y comenzó hacer lo mismo.

- Sabes, ayer una chicas me preguntaron por ti no muy amablemente que digamos.

- ¿Quiénes? Descríbemelas físicamente – dijo para después tomar un sorbo de su café.

- Una tenía el pelo color rosado y era casi dos metros más alta que yo – dije colocando mi mano derecha arriba de mi cabeza para mostrarle cuan alta era – la otra tenía el pelo negro y era casi de mi altura y la otra tenía el pelo castaño y era más alta que yo – dije para después untar un pedazo de pan en el huevo.

- Aaaah ellas, no quería tener sexo conmigo así que les dije pura mentiras como que siempre voy a estar con ellas y solo tendré sexo con ellas – sonrió – y lo más divertido, se la creyeron – comenzó a reír.

-Tú no tienes remedio. Se veía realmente enojadas contigo.

- Parece que se dieron cuenta que les mentí y ahora están buscando venganza o alguna explicación, yo que sé.

¿Solo amigos..?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora