「 c a t o r c e 」

2.7K 312 49
                                        

La camioneta frenó frente a la entrada de la bodega

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La camioneta frenó frente a la entrada de la bodega. Un lugar que parecía más una juguetería, una fachada para pasar desapercibido frente a otros. Man Sik bajó primero, con la chaqueta mal abrochada y cara de pocos amigos.

Areum no tardó en bajarse también. Amarrando su cabello en una coleta baja, sin molestarse en mirar a los demás, caminó hasta quedar al lado de Man Sik, mirando las puertas del lugar.

Y Dong Ju la vio. Lo primero que salió de su boca fue:

—¿Qué haces aquí?

Man Sik giró hacia ella.

—Deberías estar descansando, Areum.

—Sí, deberías estar descansando —repitió Dong Ju, sin poder evitarlo. Su voz sonaba molesta, no con ella, o quizás sí, verla ponerse en peligro lo molestaba de algún modo.

Ella dejó de mirar las puertas, girando hacia Dong Ju.

—Estoy bien. Como puedes ver, aún respiro —respondió con una sonrisa suave, que no le llegó a los ojos.

Han Na apareció detrás de él, ajustándose la chaqueta con demasiada normalidad. Dong Ju intercambió miradas entre ambas, suavemente cerró los ojos al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

Areum los miró a ambos. No dijo nada. Pero fue imposible no recordar la imagen de Han Na sobre él en el asiento, fingiendo un momento íntimo para despistar a los traficantes. Y lo peor... lo peor fue la cara de Dong Ju. Casi parecía cómodo.

Ella hizo una pequeña mueca y se giró sin más, como si no fuera importante.

Dong Ju fue tras ella.

—Fue para que no nos atraparan —dijo en voz baja, cuando estuvieron a solas unos metros más allá.

—¿Mhm? ¿Decías algo? —preguntó sin mirarlo, revisando su arma, sin necesidad real de hacerlo.

Él parpadeó. Abrió la boca para responder, pero la cerró.

—Lo siento... —fue lo único que pudo decir, lo dijo de verdad. No porque creyera haber hecho algo mal, sino porque sabía lo que eso significaba para ella... aunque trataba de fingir que nada pasó.

No pudo responderle, solo le dio una pequeña mirada y se fue.

Dong Ju se quedó en el mismo sitio. Respiró hondo. Tragó saliva. Se pasó la mano por la nuca.

—Genial... —murmuró, más para sí que para alguien más.

Desde la distancia, Jae Hong lo miró de reojo y susurró a Jong Hyeon:

—¿Crees que se peleen antes o después de todo esto?

—Yo creo que ya se están peleando —dijo el otro, mirándolos a ambos simultáneamente—. Solo que a su manera.

In Case You Don't Come Back ᵍᵒᵒᵈ ᵇᵒʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora