Capítulo 1 El comienzo.

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Era un mañana en Danville, Phineas y Ferb aún dormían pacíficamente en su habitación, no era muy normal que siguieran dormidos a esa hora, pero era un poco comprensible ya que el desvelarse viendo un maratón de películas tenía su consecuencia. Ya a sus 15 y 16 años de edad creían que sería divertido ver películas de terror hasta las 2 de la mañana y estando de vacaciones no habría ningún problema.

Candace se levantó y como todas las mañanas le llamo a Jeremy, su novio.

—Hola Candace, buenos días.—saluda.

—Buenos días Jeremy.—dice ella risueña—. ¿Cómo amaneciste?

—Muy bien, ¿sabes? me preguntaba si querías ir a desayunar conmigo al rato.

 ¿Cómo una cita? ¡Me encantaría NOVIO!

—Okay novia.—sonrié Jeremy tiernamente por las divertidas reacciones de su loca enamorada —. Entonces paso por ti en 2 horas.

—Entendido.—chilla Candace emocionada.

—Bueno tengo que irme, te veo luego.

—De acuerdo Jeremy, adiós.

—Adiós.—pronuncia Jeremy antes de finalizar la llamada.

—¡Como amo a mi novio!—exclama Candace con entusiasmo, sumándole con otros chillidos de emoción, los cuales retumban por toda la casa. Despertando del susto a unos somnolientos hermanos.

Desde el cuarto de los chicos, al gritar Candace así, provoco que los pobres se despertaran desconcertados haciéndolos caer al suelo asustados y un poco atontados.

—¡Candace! ¿Todo bien?—gimió Phineas al mismo tiempo que se quejaba por los golpes que se había dado.

—Tendré una cita con Jeremy ¡Obviamente que todo está más que perfecto!—se oye a Candace gritar desde su habitación.

—No veo por qué se emociona tanto, ya son novios y siempre tienen citas.—opina Phineas confuso—. Debería estar acostumbrada y no gritar tan temprano despertando a todos de un susto.—protesta levantándose del suelo para luego sacudirse.

Por lo que Ferb solo se limita a señalar el despertador de Phineas que se encontraba encima del buro alado de su cama.

—¡¿Las 10:30 ya?! ¿Y nosotros aquí desperdiciando de lo que queda del verano dormidos? Deberíamos de haber empezado hace 1 hora ¡Vamos!—exclama Phineas antes de salir corriendo alarmado de la habitación.

Dejando atrás a un Ferb irritado, quien suspira luego de decir—. Aquí vamos de nuevo.

Mientras tanto en la casa García-Shapiro, se encontraba una hermosa chica morena despierta desde temprano pero con un ánimo hasta el suelo.

—Isa, cariño ¿Aún en casa? Deberías estar con los chicos.—le dice la señora Garcia-Shapiro a su hija quien seguía recostada en su cama.

—No tengo ganas mamá, para que voy si de nuevo intentare darle indirectas a Phineas, él no las entenderá, me ignorara por estar con sus bobos inventos y quedaré otra vez como una completa...

—¡Isabella!

—Iba a decir tonta, malpensada.  —bufa la frustrada Isabella.

Vivian se sienta junto a su entristecida hija, para después darle unas cálidas palabras de apoyo.

—Haber mi niña, todo en la vida no es intentar conquistar al chico que te gusta, si le sigues insistiendo así a Phineas el nunca entenderá o se dará cuenta de lo que siente por ti.

—Si es que lo siente.—contradice Isabella mientras cruza los brazos y desvía la mirada molesta.

Vivian sonríe ante los berrinches de su hija—. Yo sé que sí, solo dale algo de espacio y trátalo de forma indiferente para captar su atención o intenta algo nuevo, como...

—¿Rendirme?—repite terca alzando una ceja.

—No.—espeta su madre irritada—. Divertirte—vuelve a sonreir—. Ignorarle un poco, para que sepa lo que se pierde Izzy.

—Está bien, pero será mi último intento. Si no funciona me rendiré definitivamente.

— Ay hija, piensa lo que creas que es mejor ¿Si?

—Claro mamá, eso haré.—dice Isabella regaládole una sonrisa dulce a su madre—.  Entonces ya me voy, aunque ya debieron de haber terminado su invento de hoy ¡adiós, mamá!—se despide mientras agarra una bolsa de su perchero y sale de su habitación—. ¡Te amo!

—¡Y yo a ti amor!—responde su madre sonriendo para si misma.

Posteriormente en el jardín Flynn-Fletcher aún no habían ni pensado una idea para empezar con su invento diario.

—Muy bien ¿Qué podemos hacer hoy?—se pregunta en voz alta pensativo—. ¿Alguna idea Ferb?—Ferb se limita a encogerse de hombros como respuesta.

—Mm...—sigue murmurando el pelirrojo pensativo—. ¡Ya se!—exclama—¿Qué tal si...?— empieza Phineas antes de ser interrumpido por su querida vecina y amiga.

—Hola Phineas, hola Ferb ¿Qué están haciendo?—pregunta Isabella con la usual voz dulce que hace cada vez que les hace a sus vecinos la misma pregunta de siempre.

—¡Oh! hola Isabella.—saluda Phineas alegre de verla—. Estábamos pensando que invento hacer hoy.

—¿Aún no han empezado?—pregunta ella asombrada.

—La verdad es que no.—admite el pelirrojo apenado—. Nos levantamos tarde ya que nos desvelamos viendo un maratón de películas.

—Ya veo.—dice Isabella sobresaliéndo una sonrisa de sus labios—. ¿Puedo ayudarlos?

—Por supuesto.—Responde Phineas.

—Asombroso.—pronuncia la morena entusiasmada—.  ¿Qué tal si vamos a dar un paseo al parque de Danville y comemos unos helados?—dice levemente sonrojada, esperando una respuesta positiva de parte de Phineas.

Pero el estaba demasiado pensativo para ponerle atención. Unos segundos después de ignorarla agrega emocionado.— ¡Ya se! ¡Una catapulta acompañado con un imán, para que sientan que es volar por los aires encima de todo Danville, y el imán lo diseñaremos para regresemos al punto de partida que nos lanzaron para llegar sanos y salvos de nuevo al jardín!—explica Phineas eufórico—. Lo siento Isabella ¿dijiste algo?—pregunta con una sonrisa.

—No, nada. —contesta ella desanimada.

—Okey, entonces Ferb tu ve por lo planos.—dice Phineas completamente distraído con su plan—. Yo traeré los materiales que nos sobran para ver si los necesitamos.

—¿Puedo ir con Isabella?—pregunta Ferb con una expresión seria.

—¿Isabella?—pregunta Phineas extrañado—.¿Por qué quieres ir con ella?

—¿No puedo?—interroga Ferb alzando una ceja.

En ese momento Isabella junta las manos ilusionada, esperando una reacción positiva que le diera esperanzas de que su amado pelirrojo sintiera algo romántico por ella.

—¡Por supuesto que sí!—exclama Phineas sonriendo—. Por cierto, llamare a Bufort y Baljeet, para que se unan a la diversión también y ayuden un poco.—saca su celular del bolsillo de su pantalón para llamar a sus amigos—. ¿Hola? ¿Jet? Quiero que vengas y traigas a Bufort contigo.— empieza hablando por telefono—.¡Haremos una catapulta gigante con un imán! Y necesitaremos algunas cosas.—explica entusiasmado.

Su amiga miraba decepcionada la escena, por lo que Ferb decide llamar su atención.

—¿Vamos Isabella?—le dice Ferb con una sonrisa reconfortante. 

Como respuesta Isabella voltea confundida, saliendo de su trance.—¿Qué?—pregunta atontada procesando sus palabras, hasta que capta la pregunta—. Quiero decir, si, claro.—responde con una sonrisa fingida.

CONTINUARÁ...

Estrategia de amor- PnFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora