CAPÍTULO XII: Juntos en la rehabilitación.

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Apenas desperté vi que Axl estaba a mi lado. Sus ojos estaban rojos por la desesperación de que podría haber muerto. Me vio y sacó una cajita con un anillo y me propuso.

Me tomó por sorpresa que Axl me haya propuesto matrimonio en cuanto desperté de ese maldito coma que casi me mata. Acepté, por que lo amaba mucho. Tal vez tú pienses que soy una tonta por aceptar una propuesta después de sólo dos semanas de noviazgo, que haya sido demasiado rápido, pero yo te voy a decir que acepté porque amé a Axl desde que lo conocí y él me hacía muy feliz. Éramos Axl Rose y Jasemine Katz. El tiempo para nosotros no existía. En fin, le dije que sí, pero después de la rehabilitación a la que los dos iríamos.

En cuanto me recuperé totalmente pudimos volver a California. Los chicos nos esperaban ahí y nos recibieron con un mucha alegría. Me felicitaron por aceptar la propuesta y bromearon diciendo quien sería el tío favorito de los hijos todavía no hechos. Fume como cuatro cigarrillos y la pasé bien con los chicos.

Al día siguiente nos llevaron a uno de los mejores centros de rehabilitación. Una vez dentro, los chicos se fueron cada quien a lo suyo. Voy a ser sincera y admitir que nuestra estadía ahí fue buena. Los psicólogos nos ayudaron mucho. Uno de ellos era recién recibido y me pidió mi autógrafo. Axl también tenía fanáticos ahí. Nuestra relación era algo público, por lo que ninguna perra se le acercó, más que sabían como defiendo a mi propiedad.

Lo mejor era después de la cena: ese era el momento en que Axl y yo hacíamos el amor. Tal vez pienses que eramos amigos con derechos nada más, pero yo te voy a hacer unas preguntas: ¿Los amigos con derechos se casan? ¿No pueden las parejas hacer el amor todos los días? ¿Es obligación esperar un tiempo para hacer el amor? ¿Los amigos con derechos se desesperan cuándo uno de ellos esta peleando por su vida en una clínica?.

Nuestro progreso iba tan bien, que sólo nos dejaron hacer nuestras actividades con la supervisión de un asistente social. Los desfiles, conciertos, campañas y viajes los hacíamos en compañía.

Desde que empecé con Axl, mi fama estalló y muchos pensaron que era una interesada. Yo nunca fui así. A los 19 años que dejé Turquía, mi país natal dispuesta a seguir mis sueños de modelo (tal vez ahora saben porqué mi nombre es Jasemine Katz y no Betty Jhonson o algo así). Hablando de Turquía...¡¡ Aún no le decía a Axl de donde crecí!! ¿O tal vez lo había hecho siete años atrás?. No recordaba con claridad, los efectos de dejar la droga se hicieron notorios.

Una noche recuerdo que estaba en la ducha y Axl entró. El agua tibia mojaba nuestros cuerpos desnudos y nuestros sedosos cabellos. Nos besamos con pasión bajo esa lluvia artificial. Llevé mis manos a su pene y estaba erecto, por lo que al instante me agache y le di sexo oral. Estaba nervioso cuando ella me lo hacía, tal vez porque iba a ser mi esposa y era la mujer más especial en mi vida. Duró mucho tiempo hasta que acabó, llenando mi boca de semen. Él dijo de forma cariñosa -aunque un tanto pervertida- que era una linda gatita que gustaba de tomar leche y que me la iba a dar cuando yo quisiera. Una vez que acabó se puso el preservativo, me puso en cuatro patas y lo metió en mi vagina. Mis gemidos demostraban dolor en forma de placer, demostraban placer en forma de amor y demostraban amor en forma de gemidos. Me agarró las tetas mientras me penetraba cada vez con más fuerza. Acabó de nuevo, pero en el preservativo. Lo tiró a la basura y nos lavamos el uno al otro.

Cuando nos fuimos a poner los pijamas le dije:
- Axl, ¿Tú sabes de dónde vengo?-
- Me lo dijiste cuando nos conocimos eres turca, ¿cierto?-
- Sí de la capital de Turquía-
- Parece un bonito lugar-
- Lo es estuve ahí por última vez hace cinco años-
- ¿Y ahí pudiste arreglar las cosas con tu "padre"?-
- No y tampoco tengo intención. Él mató a mi mamá y por como son aya quedó libre-
- Es un maldito-
- Lo sé esa fue una de las razones por las que me vine aquí. La otra fue porque allá, para ser famoso tienes que ser hijo de famoso-

Me abrazó y con sus dulces labios besó mi frente, me miró a los ojos y acarició mis cachetes susurrando:
- Lo que importa ahora es el presente, porque estás conmigo; y el futuro, porque seré tu esposo.

Nos acostamos a dormir y al cabo de cuatro meses después salimos del centro...

Entre armas y rosas.Where stories live. Discover now